viernes, 12 de septiembre de 2008

Batucada

GEORGES MOUSTAKI: LA PHILOSOPHIE











Con un pie en el fin de semana, hoy va de reflexiones la cosa. Ayer tuve un pellizquito en mi memoria, por algo que contaré otro día, cuando encuentre la canción que lo ilustra. Uno de esos hechos mínimos en la vida de una persona, que desencadena una pequeña tormenta interna y te hace pensar sobre la vida y el paso del tiempo.

Hoy me he encontrado hablando de recuerdos y yo, que siempre he pensado que cualquier tiempo pasado fue mejor, me he sorprendido a mí misma diciendo que en ocasiones la memoria es un lastre. Ya no estoy tan segura de querer conocer la vida de mis antepasados y asociar vivencias sentimentales a cada rincón de mi ciudad. Aunque es cierto que las raíces y la propia personalidad se construyen con ese proceso de la memoria, estoy empezando a cuestionarme su utilidad.

Porque un día de estos desapareceremos y con nosotros se irán esas vivencias. A nadie le importarán nuestras raíces y de hecho, esos rincones en los que vivimos momentos que ahora recordamos con nostalgia también desaparecerán y probablemente lo hagan antes que nosotros, con lo cual la pena se multiplicará. Es fácil encontrarte un Zara donde un día viste una película que te hizo feliz.

Así que recurro al viejo Moustaki que hace suyo el todavía más viejo carpe diem y, aunque nunca he sido muy dada a los excesos, entono eso de tenemos toda la vida para divertirnos, tenemos toda la muerte para descansar, que es como el estaremos muertos toda la eternidad de Facto Delafé o tantas otras canciones que tratan sobre esta filosofía. Así que, a mi manera, sin excesos, sin prisas, voy a intentar llenarme la cabeza de lo que realmente importa. Ya es hora de tirar lastre.

Feliz fin de semana, con esta batucada filosófica del viejo poeta mediterráneo que no comparto al 100% pero qué quieren, un viernes bien merece soñar y bailar. :)



La Filosofía - Batucada

Son una banda de festeros alegres
que se acuestan con la aurora y se levantan muy tarde
sin pensar más que en amar o tocar la guitarra.
No tienen en la vida más que esa filosofía.

Tenemos toda la vida para divertirnos,
tenemos toda la vida para descansar.

No hacen más que festejar cada instante,
saludar a la luna llena, celebrar la primavera.
Aunque para trabajar no tienen tiempo.
No tienen en la vida más que esa filosofía.

Tenemos toda la vida para divertirnos,
tenemos toda la vida para descansar.

Y me reconozco en ellos con frecuencia.
Como ellos, malgasto mi vida a los cuatro vientos
y me digo que son mis hermanos o mis hijos.
No tienen en la vida más que esa filosofía.

Tenemos toda la vida para divertirnos,
tenemos toda la vida para descansar.

Si pasan cerca de vosotros, miradlos vivir
y como ellos, sed locos, y como ellos emborrachaos
porque su única locura es querer ser libres.
No tienen en la vida más que esa filosofía.

Tenemos toda la vida para divertirnos,
tenemos toda la vida para descansar.

Envejecerán mientras siguen siendo como son,
unos vividores de utopía con extrañas maneras,
amantes, poetas, fabricantes de canciones.
No tienen en la vida más que esa filosofía.

Tenemos toda la vida para divertirnos,
tenemos toda la vida para descansar.

4 comentarios:

Wanderer dijo...

Siento hacer de abogado del diablo, Mrs Dumont, pero es que me ha tocado usted un tema que llevo grabado de serie, qué le vamos a hacer. Pero como no quiero ser un pesado cargado de citas y frases seudointelectuales, no llego a más, me limitaré a observar que su ejemplo del Zara tiene dos posibles protagonistas. Seguramente soy un simplista, bueno…
El caso es que me imagino a unos alegres y joviales seguidores de la batucada esa pasando junto a una sucursal de banco, aunque podría ser pefectamente su Zara, felices de la vida y hablando, posiblemente, de la última gala de no sé qué triunfitos. Envidía me dan, vale, pero sólo por un rato, porque acto seguido, pasa otro grupo, igual un pelín más serios, pero alguno que otro ya dice algo y los otros se ríen, a lo mejor no con tanto estrépito como los anteriores triunfitofans. De repente, uno de ellos se para, los demás lo observan con calma, como sabiendo de qué va la historia, y entonces el tipo, un greñas con cierta barba descuidada, va y, sin más, se lía a pedradas contra los cristales del Banco Hispanoamericano…
Para qué asociar vivencias con las esquinas de una ciudad? Yo lo tengo clarísimo, para liarse a pedradas con media ciudad (en mi caso con una ciudad entera allende el Sur) y, sin embargo, ser feliz, a su manera, de vez en cuando, disfrutando la vida a ratitos, como se hace con un buen licor o una buena pieza musical, y no porque nos hemos lobotomizado para seguir a “una banda de festeros alegres” que no ven más que sucursales y Zaras sin que se les despierte ningún sentimiento y que además, seguramente, ni siquiera sabrán llevar bien el ritmo. He dicho. ;)

Margaret Dumont dijo...

Ya he dicho que no lo compartía al 100%... eso sería comentario para otro día, pero no comparto en absoluto las andanzas de los desgreñados (jóvenes o no) que se lían a pedradas contra el banco hispanoamericano para, acto seguido, subirse en su coche, que les ha podido costar... 18.000 euros??
Tampoco me gusta el Moustaki que canta al idealismo y luego va a la tele y cobra por un playback y se justifica diciendo que canta a un mañana mejor limitándose a hacer su trabajo (ver Chanson cri...).
La historia del Zara se resuelve mirándome de arriba a abajo y contando que, excepto la ropa interior, todo es Inditex jeje, pero eso no quita que los recuerdos duelan cuando te los arrancan. Por eso, mejor desprenderse de ellos ¿no? :)

Wanderer dijo...

No me refería yo a esos desgreñados ni mucho menos, sino a algún sabiniano al que le quitan el local en que guardaba recuerdos a los que volver...
Pues síp, conforme con todo, aunque tengo la sensación de que desprenderse duele tanto o más que ser arrebatado.
"Aguda espina dorada,
quién te pudiera sentir
en el corazón clavada".
Moustakis en play back?? Nooo, imposible... :P

Margaret Dumont dijo...

Bueno, las cosas duelen menos cuando uno las hace por decisión propia. Toda vestida de Inditex, me permitirá usted ese pequeño brote íntimo de rebeldía... ;)
(es cuestión de apretar los dientes)