Cuando amanece gris y frío, de manera que ya sabes que no verás el sol en todo el día. Y sientes que te han dado una paliza en todo tu cuerpo aunque es lunes y deberías haber descansado y no has salido a divertirte, precisamente. Cuando no dejas de pensar en obligaciones, destornilladores, reuniones, nóminas y comportamientos despreciables (y tú eres el culpable). Cuando te arrastras a duras penas bajo la ducha y sales corriendo para acabar, una vez más, llegando tarde, bajo ese cielo gris y duro gracias al cual se te instala un dolor de cabeza permanente y sordo. En momentos como esos, sólo queda escuchar a La Buena Vida.
Y es que el viernes en un reportaje sobre anorexia sonaban constantemente estos donostiarras, eligiendo frases sobre el desconcierto y la melancolía, aptas para suavizar las historias de personas enfermas y torturadas. No había mucha variedad en la selección de canciones, debo decir, pero sonó éste que para mí es uno de sus grandes temas de madurez, de los últimos discos en los que el sonido de los que un día parecieron un grupo de parroquia es pluscuamperfecto.
La Buena Vida nació en la estela de formaciones contemporáneas y compatriotas como Le Mans o Aventuras de Kirlian. Había arreglos sencillos, letras naïf y mucho la-la-la, todo lo cual llegaba en ocasiones a estomagar un poco. Las reacciones entre esos primeros discos oscilan entre la sonrisa de ternura o la mueca burlona. Yo los tengo todos y he pasado de uno a otro gesto sin problemas. Años después La Buena Vida evoluciona hacia un sonido más cuidado (en virtud del cual también graban algún trabajo soporífero) y últimamente, aunque graban poco y se dejan ver menos, mantienen esa línea creativa que sin duda les está dando resultados óptimos.
Este Qué nos va a pasar fue el primer single de Hallellujah, un disco en el que el grupo se mostraba adulto. Una letra sobre el desamor pero, en general, sobre el desconcierto, la desorientación vital y esas preguntas que tantas veces nos hemos hecho todos.
La Buena Vida: Qué nos va a pasar (Hallellujah, 2001)
Hola amiguetes. Pasado ya el efecto del chikichiki, no hay mucho que decir hoy. El sueño arrecia así que...
Bienvenidos a esta historia de cosas grandes y pequeñas. Yo soy pequeño, comparado con el sol, comparado con la luna, comparado con el cielo de verano. Yo soy pequeño. Nos quisimos esa tarde y eso fue grande, muy grande. La esperanza de encontrar lo que buscamos, eso sí es grande, comparado con el sol, comparado con la luna, comparado con el cielo de verano. Es muy grande. Nos quisimos esa tarde y yo fui grande.
Travolta: Cosas grandes y cosas pequeñas (Manual de redención, 2008)
PD: Pedazo de caramelito del nuevo disco de Travolta, aunque el sonido podía haber sido mejor, disculpen las molestias. También hace un mes que las cosas pequeñas eran más grandes, c´est la vie! ;)
Amy Winehouse es una triunfadora. Es un hecho consumado, tras su victoria por goleada en los Grammys y sus ventas millonarias. Arrastra tras de sí el halo de malditismo que tanto gusta en las estrellas de la música a los más morbosos: drogas a tutiplén, borracheras, tatuajes, marido encarcelado, actuaciones canceladas... Pero cuando uno escucha su disco, se da cuenta de que por encima del marketing y la sordidez que rodean su carrera, la británica tiene una sensibilidad extraordinaria y si ahora "molan" y venden sus canciones, no se sabe muy bien por qué las allnighters son reuniones sectarias o voces extraordinarias del northern no son más conocidas. Porque "eso" es soul, amiguitos, y no las casposas recopilaciones con "sentado en el muelle de la bahía" y "mad about the boy".
En fin... Este verano tuve el privilegio de ver a la pequeña Amy con su moño postizo gigante (es diminuta y con medidas de yonki, ¿o debo decir "cilindro"?) sobre un escenario y según pasa el tiempo me doy cuenta de que va a ser una de esas proezas de conversaciones de café, "yo vi a Amy Winehouse en directo", porque o la palma o vaya usted a saber cuándo vuelve. Y si lo hace, no será a mi ciudad y agotará las entradas en tres minutos. Bueno, el caso es que la vi y debo decir que por sí misma no llena un escenario pero se rodea de una banda excelente y unos negros haciendo coros y bailando que consiguen levantar el espectáculo. Y su voz, pues qué decir de ella, trasciende todo y convierte el momento en una de esas fiestas en las que prevalece el viejo I just kept on dancin´ al son de las trompetas.
Back to black es mi canción favorita del segundo disco de la Winehouse. En Internet he encontrado una estúpida lista de "Las 25 canciones más exquisitamente tristes del mundo" (es estúpida pero nos dará juego en próximos posts) y este tema aparecía en el nº 17. No sé si es para tanto pero hay un estribillo que me hiela la sangre: you go back to her and I go back to black. Porque Amy es una mujer y por eso sabe que sólo hay algo más doloroso que que tu hombre te abandone por otra, y es que te abandone por su ex, que vuelva a los brazos en los que una vez fue feliz porque considera que tú no lo has hecho lo suficientemente bien. O peor, que vuelva a esos brazos pero te siga diciendo que tú eres la primera. Eso debe ser la oscuridad, la negritud, el vacío absoluto. Sólo nos dijimos adiós con las palabras. He muerto más de cien veces. Tú vuelves con ella y yo vuelvo a la oscuridad.
Feliz lunes.
(Por favor, ojo al segundo final del vídeo, cuando Amy visita una lápida: RIP por el corazón de Amy Winehouse. Fuckin´brilliant!)
AMY WINEHOUSE: BACK TO BLACK - Back To Black (2007)
He left no time to regret Kept his dick wet With his same old safe bet Me and my head high And my tears dry Get on without my guy You went back to what you knew So far removed from all that we went through And I tread a troubled track My odds are stacked I'll go back to black
We only said good-bye with words I died a hundred times You go back to her And I go back to.....
I go back to us
I love you much It's not enough You love blow and I love puff And life is like a pipe And I'm a tiny penny rolling up the walls inside
We only said goodbye with words I died a hundred times You go back to her And I go back to
Black, black, black, black, black, black, black, I go back to I go back to
We only said good-bye with words I died a hundred times You go back to her And I go back to
We only said good-bye with words I died a hundred times You go back to her And I go back to black
Ésta es Manuela Velasco, Premio Goya 2008 a la Actriz Revelación por su papel en Rec.
Ella apareció en La Ley del Deseo de Almodóvar cuando era una cría. Yo no.
Ella lleva unos diez años haciendo televisión y papelitos en series y películas, hasta que le ha venido la gran oportunidad. Yo llevo unos 9 años malviviendo detrás de ordenadores varios, tecleando sin cesar para parir textos de todo tipo, después de una experiencia breve (y nada intensa) en una televisión local. O sea, 9 años con una espina clavada.
Ella es sobrina de Concha Velasco. Yo no. Por cierto, tengo la impresión de que la chica se lo ha currado, a pesar del parentesco, ha hecho las cosas despacito y con buena letra. Bien por ella.
Ella tiene un año más que yo.
Sus abuelos maternos vivían en una zona militar de Madrid. Los míos también.
Su abuela era íntima amiga de mi abuela, todos los días se veían y charlaban, de las cosas que hablan las abuelas. Su abuela murió hace unos años, la mía afortunadamente no.
Ella y yo jugamos juntas cuando niñas, durante mi año de vida en la capital. Ella me hacía la puñeta porque era más mayor y yo ahora lo recuerdo con una sonrisa.
Ella no me conoce de nada, probablemente ni recuerde aquellos juegos.
Ella hoy se habrá levantado con los ojos brillantes y un Goya en el salón, a saber a qué hora. Yo he entreabierto los ojos a eso de las 7, los he vuelto a cerrar, me he dormido y he llegado justita de tiempo a trabajar, después de inyectarme café y catapultarme bajo la ducha.
Esto no es un homenaje a Manuela Velasco, sino a mis recuerdos de infancia. ¿Qué se creían ustedes? :)
Impresionante versión del Ne me quitte pas de Brel, por Maysa Mataraso en La Ley del Deseo. Creo que cuando el abuelo de la niña vio la peli, alzó significativamente las cejas...
No, no es París, es Madrid. Feliz lunes, hoy la Dumont no da para más. :)
Que reste-t-il de nos amours? - Charles Trenet (1942)
Esta noche el viento que golpea mi puerta me habla de amores muertos ante el fuego que se apaga. Esta noche es una canción de otoño en la casa que se estremece y yo pienso en los días lejanos...
¿Qué queda de nuestros amores? ¿Qué queda de aquellos hermosos días? Una foto, una vieja foto de mi juventud. ¿Qué queda de las dulces notas de amor, de los meses de abril, de las citas? Un recuerdo que me persigue sin cesar.
Felicidad marchita, cabellos al viento, besos robados, sueños cambiantes. ¿Qué queda de todo eso? Decídmelo.
Un pueblecito, un viejo campanario. Un paisaje muy bien escondido y en una nube el rostro querido de mi pasado.
Las palabras, las tiernas palabras que se susurran, las caricias más puras, los juramentos dentro del bosque, las flores de perfume embriagador que aparecen en un libro, todo ha desaparecido. ¿Por qué?
PD: esta canción abre la película Besos robados de Truffaut, que coge el título (Baisers volés) de su letra. Para nota. ;)
¡Hay que ver cómo se pega esta canción! Pues resulta que este finde íbamos unas cuantas mujeres en un coche y rememorábamos este tema de los modernetes Pereza y se me ocurrió decir "quiero hacértelo muy dentro" en lugar de "quiero hacértelo muy lento"... No vean la que se armó... Y tampoco le veo la gracia, la canción no es Neruda precisamente, bien podría haber dicho eso pero bueno, me llevé unos cuantos minutos de burlas y una explicación de que es un tema romántico. Juas. En sábado por la noche todo está permitido.
Hoy la he rescatado y la jodía se pega sin que puedas resistirte. Llevo horas cantando eso de "todo, todo, todo, todoooooooo" y el caso es que no me disgusta. Hay más cosas, ciertos versos que me recuerdan cosas bastante próximas en estos momentos, pero eso pertenece a mi estricta intimidad. :)
El caso es que Todo no pasará a la historia de las grandes canciones pero se ha ganado un huequecito en el ranking de las canciones pegadizas "agradables". Que no van a ser tristes todas las canciones de lunes. ¡Y el vídeo es muy divertido! ;)
LEONARD COHEN: FAMOUS BLUE RAINCOAT Invierno en el corazón
En ocasiones el invierno es un estado del corazón. No es tanto cuestión de tenerlo helado o frío, es sólo que nunca llega el verano, la primavera ni el otoño. Simplemente, siempre es invierno en el corazón de algunas personas y nunca hace calor, el día es gris y las tardes mortecinas, con algo de tormenta en el ambiente.
Famous blue raincoat habla de una traición, de la soledad de unos seres que se querían y se siguen queriendo después de "aquello", pero un fino velo de tristeza cubre para siempre su existencia. Invitaste a mi mujer a un pedazo de tu vida y cuando volvió ya no era la mujer de nadie, canta el maestro Cohen. Seres perdidos y desorientados que caminan por inercia, buscando a Lilí Marlene, en días permanentemente grises, en ciudades que son refugios inhóspitos.
No es que este fin de semana me hayan traicionado o se me haya venido el mundo encima. Es sólo que es un lunes completamente lunes, que diría García Montero, y me ha venido a la cabeza esta gran canción. Y claro, inevitablemente he pensado también en Al Norte del Norte, de Vegas, con ese tufillo coheniano (¿homenaje? ¿guiño? ¿plagio?) que destila la historia ambientada en Gijón, en una extraña mañana.
En ocasiones no importa que a nuestro alrededor pegue con fuerza el verano (hoy es cuarenta y uno de mayo). El invierno es un estado del corazón.
FAMOUS BLUE RAINCOAT - LEONARD COHEN
It´s four in the morning, the end of December I´m writing you now just to see if you’re better New York is cold, but I like where I’m living There´s music on Clinton street all through the evening.
I hear that you´re building your little house deep in the desert You’re living for nothing now, I hope you’re keeping some kind of record.
Yes, and Jane came by with a lock of your hair She said that you gave it to her That night that you planned to go clear Did you ever go clear?
Ah, the last time we saw you, you looked so much older Your famous blue raincoat was torn at the shoulder You’d been to the station to meet every train And you came home without Lili Marlene.
And you treated my woman to a flake of your life And when she came back she was nobody’s wife.
Well I see you there with the rose in your teeth One more thin gypsy thief Well I see Jane’s awake
She sends her regards. And what can I tell you my brother, my killer What can I possibly say? I guess that I miss you, I guess I forgive you Im glad you stood in my way.
If you ever come by here, for Jane or for me Your enemy is sleeping, and his woman is free.
Yes, and thanks, for the trouble you took from her eyes I thought it was there for good so I never tried.
And Jane came by with a lock of your hair She said that you gave it to her That night that you planned to go clear
Sincerely, L. Cohen
Son las cuatro de la mañana, finales de diciembre Te escribo sólo para ver si estás mejor. Nueva York es fría pero me gusta dónde vivo Hay música en la calle Clinton toda la tarde
He oído que construyes tu pequeña casa en el desierto Estás viviendo para nada, espero que guardes algún tipo de recuerdo.
Y Jane volvió con un mechón de pelo tuyo Dijo que tú se lo diste Aquella noche que planeaste ser claro. ¿Fuiste claro alguna vez?
La última vez que te vimos, parecías mucho mayor Tu famosa gabardina azul reposaba sobre tu hombro Habías ido a la estación para esperar a todos los trenes Y volviste a casa sin Lilí Marlene
Invitaste a mi mujer a un pedazo de tu vida Y cuando volvió ya no era la mujer de nadie
Te veo allí, con una rosa entre los dientes Otro delgado ladrón gitano. Veo a Jane despierta Te manda recuerdos
Y qué puedo decirte yo, mi hermano, mi asesino, ¿Qué podría decirte?
Supongo que te echo de menos, supongo que te perdono, Me alegra que te cruzaras en mi camino
Si alguna vez vienes por aquí, por Jane o por mí Tu enemigo duerme y su mujer está libre
Y gracias por el sufrimiento que quitaste de sus ojos Pensé que estaba ahí para bien y por eso nunca lo intenté
Y Jane volvió con un mechón de pelo tuyo Dijo que tú se lo diste Aquella noche que planeaste ser claro. ¿Fuiste claro alguna vez?
Bruce Springsteen: Thunder Road. Esta noche seremos libres.
A veces huimos de aquello que más amamos. O bien, sólo encontramos la paz cuando retornamos a aquello de lo que huimos. La mayor parte de las canciones de Bruce Springsteen hablan de hombres que circulan por carreteras que no llevan a ningún sitio y que sin embargo les muestran el camino a seguir. Y esos hombres luchan por abandonar el lugar que tanto odian pero a la vez desean volver a él.
Siempre me gustó Springsteen, pero esta canción es la que me “enganchó” al jefe. Eso sí, mi favorita siempre será la versión del Unplugged en la MTV, un disco de supuesta edición limitada que le supliqué a mi madre que me comprara, en el verano del 93 o así, tendría yo unos 15 años. Necesitaba tenerlo, pensaba que en pocos días dejaría de estar a la venta porque los fans lo agotarían y ella me lo compró en cassette. Eran otros tiempos. Años después lo he seguido viendo a la venta, en cd, en vhs y hasta en dvd. En fin…
Thunder Road es la primera (y casi la única) letra en inglés que he logrado memorizar en toda mi vida. Y me encanta, de vez en cuando viene a mi cabeza el solo de armónica con el que Bruce abre el tema en el umplugged y sólo eso ya me pone los pelos de punta. Luego me enganché a canciones como The river, Lucky Town, Better Days, Born to run, y cada una de ellas contiene una pequeña historia personal. Pero ésta es la canción que más me gusta del boss, empezando por el homenaje a Roy Orbison y siguiendo con el ambiente sórdido que refleja, la promesa de amor, la salvación de huir hacia delante…
Cuando la escucho pienso qué pasará con el protagonista, si finalmente Mary le acompañará o irá solo en su viaje (iniciático). También me pregunto sin conseguirá salir del batallón de los perdedores sólo con dejar atrás el lugar a lomos de su coche, que imagino el típico “trasto” destartalado de las películas americanas. Parecido a la furgoneta de Clint Eastwood en Los puentes de Madison.
En realidad, supongo que todos, de alguna manera, nos disponemos a ganar la batalla de los perdedores cada día, cuando arrancamos el coche para ir a trabajar. Y sin duda el mejor día para reflexionar sobre el significado de nuestro viaje es el lunes.
1975. Thunder Road - Carretera del Trueno
La puerta con rejilla se cierra de golpe, el vestido de Mary ondula. Como una visión, baila en el porche mientras suena la radio.
Roy Orbison está cantando para los solitarios. Hey, ése soy yo y te quiero sólo a ti. No me hagas volver a casa, no tengo valor para estar solo.
No corras adentro, cariño, ya sabes para qué estoy aquí. Así que estás asustada y piensas que quizá ya no seamos tan jóvenes.
Muestra un poco de fe, hay magia en la noche. No eres una belleza, pero, oye, no estás nada mal. Oh y para mí está bien.
Puedes esconderte debajo de las mantas y estudiar tu dolor, hacer cruces de tus amantes, tirar rosas bajo la lluvia, pasar el verano rezando en vano para que un salvador aparezca en las calles.
Bueno, yo sé que no soy un héroe, eso está claro. La única redención que puedo ofrecerte está debajo de este sucio capó, con una posibilidad de que salga bien.
Oye, ¿qué más podemos hacer? Excepto bajar el cristal, y dejar que el viento lleve hacia atrás tu pelo.
Bien, la noche irrumpe con fuerza. Estos dos carriles nos llevarán a alguna parte. Tenemos una última oportunidad de hacerlo realidad, cambiar esas alas por unas ruedas.
Sube atrás. El cielo nos espera en el camino.
Oh oh, venga, coge mi mano. Esta noche la tierra prometida será nuestra. Oh Carretera del Trueno.
Estirada ahí fuera como un asesino al sol. Oye, sé que es tarde, pero podemos llegar si corremos. Oh Carretera del Trueno. Agárrate fuerte, Carretera del Trueno.
Bien, tengo esta guitarra y aprendí a hacerla hablar. Mi coche está ahí atrás, si estás preparada para hacer ese largo camino desde tu portal hasta mi asiento delantero.
La puerta está abierta, pero el viaje no es gratis y sé que anhelas oír las palabras que no he dicho. Pero esta noche seremos libres, se romperán todas las promesas.
Había fantasmas en los ojos de todos los muchachos que rechazaste. Rondan esta polvorienta carretera de la playa en los esqueletos de Chevrolets quemados. Por la noche gritan tu nombre en la calle, tu túnica de graduación yace en harapos a sus pies y en el frescor solitario antes del amanecer oyes rugir sus motores pero cuando llegas al portal ya se han ido con el viento.
Así, pues, sube, Mary. Ésta es una ciudad llena de perdedores y yo me voy de aquí para vencer.