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martes, 1 de abril de 2008

De vuelta a la luz

TACHENKO: AMABLE



De regreso a los campos de algodón, en una mañana luminosa (nuestro cielo es único) llena de olores y colores, en una semana más corta de lo normal, con una hora menos que alguien me ha robado y no sé dónde estará, procedo a hacer balance de mini-puente:

- semi-cambio de look, he descubierto una gente encantadora en una peluquería entrañable
- compra de regalo en una tienda genial, he descubierto un rinconcito barato y precioso con dueña de establecimiento igualmente encantadora (lo asaltaré a su debido tiempo)
- visita y larga charla con buena amiga
- noche interminable, vuelvo a notar que estoy viva y que para pasar de la treintena, mantengo mis fuerzas intactas. ¡Y sigo estando en el mercado!
- película "goyizada", La Soledad, un 9/10.
- libro de relatos en germano
- puesta al día de discos vía psp; gracias, vecino que me provees de wifi... (perdona, ramoncín)
- quedada amiguetil: con el buen tiempo vuelven las risas, el buen rollo y los planes
- orden y limpieza en mi casa, a punto de ser invadida por los albañiles. la faena está casi a punto, he añadido nuevas moraduras a mis piernecillas...

¿Será la primavera, que me ha aclarado la vista y me da ganas de salir y cantar y brincar y reirme y besar a todo el mundo?

Recupero un tema igualmente lleno de luz, de matices, de gorgoritos y armonía. Un disco que he escuchado hasta hartarme y he cantado a voz en grito en el coche. Los zaragozanos sacan disco nuevo estos días con un espléndido título, Esta vida pide otra, pero yo siempre me quedaré con esta primera joya que editaron. Disfrútenla.


TACHENKO: AMABLE
(Nieves y rescates, 2004)


jueves, 27 de marzo de 2008

Hermandad musical

THE JAYHAWKS: BAD TIME

Sale el sol y empieza a calentar un poco más. Quedan atrás los petardos y el recogimiento (que este año han formado un cóctel extraño) y son días de mona, cachirulo y primeros paseos por la playa. Por lo tanto, vuelvo a la vida bloguera con un tema al que acompaña una pequeña historia, llena de luz y optimismo.

Estaba hace unas semanas compartiendo mesa, copas y más tarde bailes con uno de esos grupos heterogéneos que surge de unas clases y a los que no estás acostumbrada a ver más allá de las 6 de la tarde (ni antes de las 9 de la mañana). Formábamos una panda extraña pero bien avenida y afortunadamente elegimos rápidamente el primer sitio para las copas (ya saben, un trance decisivo en toda quedada con gente semi-desconocida). Más tarde, entramos en otro garito, éste más arriesgado, y de repente comenzó a sonar esta canción. El grupo no hablaba, se había disgregado aprovechando que la pista estaba vacía, probablemente buscaban familiarizarse con los perfiles del local. Yo bebía tranquilamente y cuando levanté la vista de mi cerveza pude ver, maravillada, que TODOS estábamos bailando esta melodía. Y había felicidad, complicidad, sonrisas, diversión, hubo incluso quien se animó a coger alguna cintura femenina y se marcó un agarrado inocente. Sin darnos cuenta habíamos entrado en una especie de comunión musical de tintes tan sanos como la misma canción, la versión de los Jayhwaks, que no busca otra cosa que gustar, divertir y entretener.

Horas más tarde habíamos compartido abrazos, más risas, alguna que otra confesión, miradas y anécdotas que algunos no olvidaremos. Me fui a casa pensando que el mundo está lleno de seres que buscan cariño, diversión y risas a coro un sábado por la noche. Qué menos. No sé si nos volveremos a ver, pero esta canción siempre me traerá aquellas caras a la memoria.

Feliz jueves. :)