KAISER CHIEFS: EVERYDAY I LOVE YOU LESS AND LESS
You´re turning into something I detest
Queridos feonautas:
Esta tarde hay Carrusel Deportivo por la Champions en la SER. Cuando oigan esta canción sabrán que hay un concurso y todo lo que tienen que hacer para participar en él es enviar un sms explicando de dónde procede el nombre del grupo que la canta. Bien, son los Kaiser Chiefs, británicos de Leeds, y deben su nombre a un equipo de fútbol de la Liga sudafricana, tan sencillo como eso. Por lo visto en el equipo militaba el defensa del Leeds United. Lo primero lo he dicho de memoria, lo juro; lo segundo me lo ha chivado Wikipedia.
El premio es un viaje para dos personas a Leeds, a ver un partido del Leeds United, of course. Además, si se hacen con este disco se encontrarán con un puñado de canciones muy directas, divertidas y pelín hooligans, es decir, descerebradas, aceleradas, con un punto machista (no hay más que oir eso de it makes me sick to think of you undressed) y muy gamberras. Imposible no bailar y tararear este Everyday I love you less and less que fue su primer single y el hit que les dio a conocer. Prueben, se les meterá en la cabeza sin remedio.
Decían los Kaiser Chiefs la semana pasada en una entrevista: "Sin Franz Ferdinand no estaríamos aquí". Nada más cierto, aunque a estos les falta el puntito fashion y cool de la banda de Alex Kapranos. Por cierto, ambos grupos van a lanzar en breve su tercer trabajo. A ambos los he visto en directo y puedo certificar que merecen la pena. Mucho.
Si ganan, doy por hecho que me invitarán al viaje. :)
Suya afectísima,
M. Dumont
Kaiser Chiefs: Everyday I love you less and less
(Employment, 2005)
martes, 30 de septiembre de 2008
lunes, 29 de septiembre de 2008
Un poquito de heartache
BONNIE TYLER: IT´S A HEARTACHE
Hits you when it´s too late
Se cumplieron las previsiones: fuimos de boda, nos reimos (un poco), llovió (bastante), nos mojamos (un poco), les vimos casar, bebimos (muy poco) y nos fuimos. Una boda más o una boda menos. Como prefieran.
Y mira que, pasada la treintena, he visto suficientes bodas como para no sorprenderme con la elección de las canciones en los momentos cumbre, a saber, la entrada de los novios en el banquete y el dichoso vals. Así sin pensar mucho, recuerdo cosas convencionales como Sinatra o Sabina, temas más rebuscados como la banda sonora de Todo sobre mi madre o una divertida excentricidad protagonizada por mi prima, que abrió el baile con You never can tell, la canción del bailecito de Pulp Fiction (y lo abrieron bailando a lo John Travolta y Uma Thurman, faltaría más). El caso es que el sábado me sorprendí con el tema que sonó a la entrada de los novios, nunca me lo habría esperado de ellos y jamás lo habría incluído en mi selección (sí, qué pasa, lo confieso, he pensado alguna vez en las canciones que sonarían en mi boda jaja). Y sin embargo, es una de mis all time favorite songs, una preciosa canción que ha sonado durante años en la mansión Dumont y que en familia era entonada como its a joli.
Bonnie Tyler, la rockera rubia que tan bien me lo ha hecho pasar... la galesa madura (¿y por qué siempre pensé que era americana?) que sin saberlo protagonizó un rumor de mi cosecha, cuando dijimos que actuaría en el Escenario Verde de Benicàssim.
Durante todo el domingo me bailó en la cabeza el It´s a heartache, como melodía de fondo de un montón de pensamientos melancólicos: los años que habían pasado en las miradas de los que compartíamos mesa, los recuerdos de felicidad compartida que cada vez me parecen más lejanos, las cosas que se han roto para siempre, lo que fue y nunca volverá a ser, los distintos derroteros que han tomado las vidas de cada uno y la tristeza de no saber cuándo nos volveremos a ver. Probablemente son efluvios de días rojos. O no.
Hits you when it´s too late
Se cumplieron las previsiones: fuimos de boda, nos reimos (un poco), llovió (bastante), nos mojamos (un poco), les vimos casar, bebimos (muy poco) y nos fuimos. Una boda más o una boda menos. Como prefieran.
Y mira que, pasada la treintena, he visto suficientes bodas como para no sorprenderme con la elección de las canciones en los momentos cumbre, a saber, la entrada de los novios en el banquete y el dichoso vals. Así sin pensar mucho, recuerdo cosas convencionales como Sinatra o Sabina, temas más rebuscados como la banda sonora de Todo sobre mi madre o una divertida excentricidad protagonizada por mi prima, que abrió el baile con You never can tell, la canción del bailecito de Pulp Fiction (y lo abrieron bailando a lo John Travolta y Uma Thurman, faltaría más). El caso es que el sábado me sorprendí con el tema que sonó a la entrada de los novios, nunca me lo habría esperado de ellos y jamás lo habría incluído en mi selección (sí, qué pasa, lo confieso, he pensado alguna vez en las canciones que sonarían en mi boda jaja). Y sin embargo, es una de mis all time favorite songs, una preciosa canción que ha sonado durante años en la mansión Dumont y que en familia era entonada como its a joli.
Bonnie Tyler, la rockera rubia que tan bien me lo ha hecho pasar... la galesa madura (¿y por qué siempre pensé que era americana?) que sin saberlo protagonizó un rumor de mi cosecha, cuando dijimos que actuaría en el Escenario Verde de Benicàssim.
Durante todo el domingo me bailó en la cabeza el It´s a heartache, como melodía de fondo de un montón de pensamientos melancólicos: los años que habían pasado en las miradas de los que compartíamos mesa, los recuerdos de felicidad compartida que cada vez me parecen más lejanos, las cosas que se han roto para siempre, lo que fue y nunca volverá a ser, los distintos derroteros que han tomado las vidas de cada uno y la tristeza de no saber cuándo nos volveremos a ver. Probablemente son efluvios de días rojos. O no.
viernes, 26 de septiembre de 2008
Puedes besar a la novia
ASTRUD: LA BODA
Va a haber que reconocer que todo esto se acaba
Pues sí, nos vamos de boda, con los tacones, los tirantitos, la amenaza de lluvia (me encanta), la barra libre, el vals, el "viva los novios" y demás parafernalia. Como nunca he sido muy amante de las bodas, no por su significado sino más bien por la celebración/espectáculo en sí, intento tomármelo con humor y siempre me viene a la cabeza el "¡no os caséis! ¡no os caséis!" de Astrud, con ese inicio tan petardo y rompepistas...
Astrud no es uno de mis grupos preferidos, tienen canciones que me encantan y otras que no me molesto en escuchar porque me aburren pero creo que es indudable que se trata de uno de los grupos más inteligentes y divertidos del momento. Sus conciertos son muy potentes y allí me lo he pasado siempre pipa, para qué negarlo. Este La boda es ese sentimiento de grupo de amigos que intentan advertir a tiempo a la pareja... cargado de humor e ironía.
Un poquito de gay pop para afrontar las lluvias torrenciales y alegrar el viernes.
Feliz fin de semana. :)
Astrud: La boda (Gran fuerza, 2002)
Y aquí un poquito de directo para que vean que Astrud cumplen sobradamente sobre un escenario:
Va a haber que reconocer que todo esto se acaba
Pues sí, nos vamos de boda, con los tacones, los tirantitos, la amenaza de lluvia (me encanta), la barra libre, el vals, el "viva los novios" y demás parafernalia. Como nunca he sido muy amante de las bodas, no por su significado sino más bien por la celebración/espectáculo en sí, intento tomármelo con humor y siempre me viene a la cabeza el "¡no os caséis! ¡no os caséis!" de Astrud, con ese inicio tan petardo y rompepistas...
Astrud no es uno de mis grupos preferidos, tienen canciones que me encantan y otras que no me molesto en escuchar porque me aburren pero creo que es indudable que se trata de uno de los grupos más inteligentes y divertidos del momento. Sus conciertos son muy potentes y allí me lo he pasado siempre pipa, para qué negarlo. Este La boda es ese sentimiento de grupo de amigos que intentan advertir a tiempo a la pareja... cargado de humor e ironía.
Un poquito de gay pop para afrontar las lluvias torrenciales y alegrar el viernes.
Feliz fin de semana. :)
Astrud: La boda (Gran fuerza, 2002)
Y aquí un poquito de directo para que vean que Astrud cumplen sobradamente sobre un escenario:
miércoles, 24 de septiembre de 2008
Adiós a Pedro Masó
KARINA: IGUAL QUE HOY
Abrimos hoy una sección llena de caspa y cariño que podríamos llamar "Hay que ver Cine de Barrio... a veces" y es que ayer fallecía el director, productor y guionista Pedro Masó y cuando reviso su filmografía me encuentro con títulos como Las chicas de la Cruz Roja, Sor Citroen, El turismo es un gran invento, La gran familia, El día de los enamorados, Los chicos de Preu o Atraco a las tres.
Y no, no vamos a hablar de él ni entrar en las películas porque no, esto no es un blog de cine, pero no puedo pasar por alto que en muchas de ellas hay fantásticos temas de yeyé, como en Chicos de Preu en la que ya la cabecera es una delicia (qué pasa, yo tengo este cartel en mi casa, si no les enternece eso de "a los 17 años todo es importante, es que no tienen corazón). Entre la pandilla de protagonistas está Karina, que es la estudiante rebelde, y para hacerse una idea, vean este vídeo en el que la rubia (que nunca ha sido santa de mi devoción, un poco palurdita, pero tiene buenos momentos) se marca un twist desenfrenado, rodeada de una banda que es un claro homenaje al Sergeant Pepper´s.
O si no, vean el inicio de Sor Citroen, con ese adictivo daba daba que ha dado lugar a un proyecto (descarguen cientos de dabadabas en www.dabadaba.com) y que en una ocasión me tuvo toda la tarde cantando en la oficina. Cuando una compañera me llamó la atención, le dije "me ha dado un ataque de daba daba".
Por otra parte, yo siempre digo (con esa seguridad que da decir cosas absurdas) que hay que ver Atraco a las tres al menos una vez al año. Y aquí nos ponemos serios porque ésta es una película tan cómica como amarga y desesperanzadora. La historia de los grises y mediocres empleadillos de un banco que planean un atraco, soñando con comprar un coche, un abrigo de visón... Eran otros tiempos pero el retrato de la España más deprimida es magistral, al contrario que aquella secuela también de Masó, Atraco a las tres y media.
Vean aquí una escena de la película que no me resisto a compartir ya que, aunque no es significativa, veo en ella de nuevo un homenaje inequívoco, esta vez al Jack Lemmon de El apartamento (¡ese bailecito!) con nuestro equivalente autóctono que, of course, es José Luis López Vázquez.
Y si tienen mucho más tiempo, pego también una entrevista con Pedro Masó (está en los extras del dvd) explicando cómo surgió la película, de la que él es guionista. Entenderán a este cineasta, padre de nueve hijos, que trabajó para comer y se manifestaba así en las entrevistas: "Mucha gente dice que le gusta ese cine intelectual por quedar bien, pero en el fondo les aburre horriblemente." Qué gran verdad.
Abrimos hoy una sección llena de caspa y cariño que podríamos llamar "Hay que ver Cine de Barrio... a veces" y es que ayer fallecía el director, productor y guionista Pedro Masó y cuando reviso su filmografía me encuentro con títulos como Las chicas de la Cruz Roja, Sor Citroen, El turismo es un gran invento, La gran familia, El día de los enamorados, Los chicos de Preu o Atraco a las tres.
Y no, no vamos a hablar de él ni entrar en las películas porque no, esto no es un blog de cine, pero no puedo pasar por alto que en muchas de ellas hay fantásticos temas de yeyé, como en Chicos de Preu en la que ya la cabecera es una delicia (qué pasa, yo tengo este cartel en mi casa, si no les enternece eso de "a los 17 años todo es importante, es que no tienen corazón). Entre la pandilla de protagonistas está Karina, que es la estudiante rebelde, y para hacerse una idea, vean este vídeo en el que la rubia (que nunca ha sido santa de mi devoción, un poco palurdita, pero tiene buenos momentos) se marca un twist desenfrenado, rodeada de una banda que es un claro homenaje al Sergeant Pepper´s.
O si no, vean el inicio de Sor Citroen, con ese adictivo daba daba que ha dado lugar a un proyecto (descarguen cientos de dabadabas en www.dabadaba.com) y que en una ocasión me tuvo toda la tarde cantando en la oficina. Cuando una compañera me llamó la atención, le dije "me ha dado un ataque de daba daba".
Por otra parte, yo siempre digo (con esa seguridad que da decir cosas absurdas) que hay que ver Atraco a las tres al menos una vez al año. Y aquí nos ponemos serios porque ésta es una película tan cómica como amarga y desesperanzadora. La historia de los grises y mediocres empleadillos de un banco que planean un atraco, soñando con comprar un coche, un abrigo de visón... Eran otros tiempos pero el retrato de la España más deprimida es magistral, al contrario que aquella secuela también de Masó, Atraco a las tres y media.
Vean aquí una escena de la película que no me resisto a compartir ya que, aunque no es significativa, veo en ella de nuevo un homenaje inequívoco, esta vez al Jack Lemmon de El apartamento (¡ese bailecito!) con nuestro equivalente autóctono que, of course, es José Luis López Vázquez.
Y si tienen mucho más tiempo, pego también una entrevista con Pedro Masó (está en los extras del dvd) explicando cómo surgió la película, de la que él es guionista. Entenderán a este cineasta, padre de nueve hijos, que trabajó para comer y se manifestaba así en las entrevistas: "Mucha gente dice que le gusta ese cine intelectual por quedar bien, pero en el fondo les aburre horriblemente." Qué gran verdad.
domingo, 21 de septiembre de 2008
Un mini-momento
LOS ENEMIGOS: ENTONCES DUERME
Quiero que sueñes conmigo
(Dedicado a Ámbar, co-protagonista de la historia) ;)
En la vida hay momentos, momentazos, momentos inolvidables, días anodinos y entre muchas otras variantes, hay mini-momentos. Son instantes, breves lapsos de tiempo, en los que sucede "algo" que sólo el ojo observador capta, la mente que está predispuesta a visionar fugaces cortometrajes en cualquier momento. Y cuando eso ocurre, uno sonríe con satisfacción, sintiéndose cómplice de sí mismo. Las canciones ayudan mucho a que esto suceda.
Hace tiempo que quería hablar de la canción que encabeza este absurdo rincón para las reflexiones pero nunca pensé que se daría la ocasión como se dio, sin ir más lejos este verano. Hoy, domingo de cielo encapotado, creo que primer día de otoño, es la fecha apropiada para compartir este mini-momento que permanecerá grabado en mi memoria.
Domingo 10 de agosto, en un pueblo de veraneo de una ciudad costera, mediterránea para ser más exactos. Edificios enormes de apartamentos construidos entre los 60 y los 70, un paseo raquítico que quiere invitar al ocio, gentes que van y vienen con bártulos de la playa, niños correteando y terrazas de bares tirando a cutres frente a un puerto náutico que pretende ser más grande de lo que es en realidad. Motos acuáticas y barcas aparcadas mientras empieza a correr la brisa y el sol va desapareciendo. Turismo de playa en su máxima expresión.
Dos mujeres están sentadas frente al puertecillo, charlando de cosas intrascendentes con una cerveza entre las manos. De repente, de aquel bar que parece un chiringuito de obra salen unas notas y empieza a escucharse esta canción, para deleite de una de ellas que primero dice "no, no puede ser" y enseguida empieza a sonreír con un brillo especial en la mirada. Y sí, es la voz de Dios, es decir, de Josele Santiago, entonando el clásico de Rosendo grabado para el disco-tributo al de Carabanchel. Cuando va a pagar descubre que el antro no es lo que parecía y en su barra se acodan un montón de viejos rockeros, de esos que nunca mueren, que cantan felices la canción. Sus voces atronan a los veraneantes.
Ella paga las cervezas y sonríe, y todos la miran igualmente sonrientes, entendiendo la extraña comunión que se acaba de producir. Y cruza su frente alguna buena canción.
"Éso" es un mini-momento. :)
Los Enemigos: Entonces duerme
(Agradecidos...Rosendo, 1997)
PD: Josele Santiago publica mañana su tercer lp en solitario, Loco encontrao
Feliz domingo. :)
Quiero que sueñes conmigo
(Dedicado a Ámbar, co-protagonista de la historia) ;)
En la vida hay momentos, momentazos, momentos inolvidables, días anodinos y entre muchas otras variantes, hay mini-momentos. Son instantes, breves lapsos de tiempo, en los que sucede "algo" que sólo el ojo observador capta, la mente que está predispuesta a visionar fugaces cortometrajes en cualquier momento. Y cuando eso ocurre, uno sonríe con satisfacción, sintiéndose cómplice de sí mismo. Las canciones ayudan mucho a que esto suceda.
Hace tiempo que quería hablar de la canción que encabeza este absurdo rincón para las reflexiones pero nunca pensé que se daría la ocasión como se dio, sin ir más lejos este verano. Hoy, domingo de cielo encapotado, creo que primer día de otoño, es la fecha apropiada para compartir este mini-momento que permanecerá grabado en mi memoria.
Domingo 10 de agosto, en un pueblo de veraneo de una ciudad costera, mediterránea para ser más exactos. Edificios enormes de apartamentos construidos entre los 60 y los 70, un paseo raquítico que quiere invitar al ocio, gentes que van y vienen con bártulos de la playa, niños correteando y terrazas de bares tirando a cutres frente a un puerto náutico que pretende ser más grande de lo que es en realidad. Motos acuáticas y barcas aparcadas mientras empieza a correr la brisa y el sol va desapareciendo. Turismo de playa en su máxima expresión.
Dos mujeres están sentadas frente al puertecillo, charlando de cosas intrascendentes con una cerveza entre las manos. De repente, de aquel bar que parece un chiringuito de obra salen unas notas y empieza a escucharse esta canción, para deleite de una de ellas que primero dice "no, no puede ser" y enseguida empieza a sonreír con un brillo especial en la mirada. Y sí, es la voz de Dios, es decir, de Josele Santiago, entonando el clásico de Rosendo grabado para el disco-tributo al de Carabanchel. Cuando va a pagar descubre que el antro no es lo que parecía y en su barra se acodan un montón de viejos rockeros, de esos que nunca mueren, que cantan felices la canción. Sus voces atronan a los veraneantes.
Ella paga las cervezas y sonríe, y todos la miran igualmente sonrientes, entendiendo la extraña comunión que se acaba de producir. Y cruza su frente alguna buena canción.
"Éso" es un mini-momento. :)
Los Enemigos: Entonces duerme
(Agradecidos...Rosendo, 1997)
PD: Josele Santiago publica mañana su tercer lp en solitario, Loco encontrao
Feliz domingo. :)
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josele santiago,
los enemigos
viernes, 19 de septiembre de 2008
Samba de infancia
AURORA MIRANDA: OS QUINDINS DE YAYA
(De la película Los tres caballeros)
Ya, ya sé que esto no es un blog de cine. Por eso traigo una película con canciones y porque es fin de semana y hay que bailar un poco y porque esto es una pequeña joya de la animación en tecnicolor. O al menos a mí me trae recuerdos de infancia y con eso me basta.
Mi padre solía decir "¡qué haría Disney hoy en día con los ordenadores!", antes, lógicamente, del resurgir de la factoría y de que se aplicaran las más modernas tecnologías a los dibujos animados. Aún así, yo creo que nunca han vuelto a ser lo mismo, ya sea porque el efecto en pantalla es distinto, ya sea porque perdimos el impagable doblaje hecho en Sudamérica. O quizás es que recuerdo la etapa Disney inicial con el calor que da la memoria de los tiempos felices. El caso es que, mucho antes de que aparecieran "los ordenadores", el señor Disney ya hacía películas en las que juntaba a actores reales con ilustraciones y Los tres caballeros es uno de los primeros exponentes.
Esta peli es rara, donde las haya, y ha suscitado todo tipo de críticas. El público no la apoyó en su día, como tampoco apoyó Alicia en el país de las maravillas, los dos fiascos Disney que son mis favoritas por encima de todas y con diferencia. En Los tres caballeros se juntan varias cosas. En primer lugar, no hay una historia, sino una estructura por episodios, con la excusa argumental de que Donald recibe un regalo de sus parientes hispanos. Así, se van sucediendo cortometrajes con mayor o menor gracia, números musicales y mini-documentales, sobre pájaros exóticos, México... Pero no hay, digamos, unos personajes que participen en una trama y eso, de entrada, sorprende. Luego está el hecho de que la película sea un canto de hermanamiento con otras culturas, algo que para los americanos-yankees debió de ser surreal, pasando el límite del exotismo en cartón-piedra que tanto les gustaba en aquella época (estamos en el año 45, los tiempos de Dorothy Lamour, Maria Montez, Sabú y demás personajes a medio camino entre lo exótico y lo ridículo).
Los tres caballeros son el loro José Carioca (de Brasil), el gallo Panchito (de México) y el pato Donald, que cuando se juntan protagonizan un número que ha sido retomado en varias ocasiones, incluso por Bing Crosby, aquello de somos los tres carros, los tres caballeros y nadie es igual a nosotrooooooooos.... Crosby la cantó en inglés, of course, pero yo me sé de memoria las canciones de esta peli en español, qué le vamos a hacer.
Yo debía de tener unos 7 años cuando estuve en la cama con fiebre varios días sin ir al colegio y mi padre me alquiló esta película (¡en beta!). Me alucinó tanto que pidió a un amigo que tenía dos videos (la bomba en aquel momento) que me hiciera una copia, que por cierto todavía conservo y vi hace un año en el mismo vídeo beta que mandé arreglar. La habré visto... ¿20 veces? No lo sé pero recuerdo que el número de Brasil, Os quindins de Yaya (los pasteles de Yaya) me parecía siempre algo mágico y fascinante. En él Donald y Carioca bailan con actores reales y la protagonista es Aurora Miranda, hermana de la famosa Carmen, que recomendó a su hermana menor para este papel. Aurora era una excelente cantante profesional que grabó varios discos pero se retiró para hacer vida familiar y, qué cosas, murió hace casi tres años, el día de mi cumpleaños.
Hace unos meses me compré el DVD de la peli y ahora me he bajado la banda sonora, de manera que Os quindins de Yaya ha vuelto a sonar en mi casa (aunque la voz de Aurora Miranda no está en la grabación), no la escuchaba desde que era una cría. Al ver de nuevo la película, he vuelto a quedarme pegada a la pantalla, alucinando con que Aurora Miranda camine junto a Donald y Carioca en una calle de dibujos animados. Como cuando era un renacuajo, sigo preguntándome qué pasa cuando el libro se cierra con todos esos bailarines dentro.
Y me he alegrado mucho al comprobar que mi capacidad de sorpresa sigue siendo la de una niña de siete años, intacta como cuando vi Los tres caballeros por primera vez. Probablemente si pregunto o busco en Google encontraré cientos de sesudas explicaciones acerca de los trucos que hacen esto posible pero ¿a quién le importa?
Feliz fin de semana. :)
(De la película Los tres caballeros)
Ya, ya sé que esto no es un blog de cine. Por eso traigo una película con canciones y porque es fin de semana y hay que bailar un poco y porque esto es una pequeña joya de la animación en tecnicolor. O al menos a mí me trae recuerdos de infancia y con eso me basta.
Mi padre solía decir "¡qué haría Disney hoy en día con los ordenadores!", antes, lógicamente, del resurgir de la factoría y de que se aplicaran las más modernas tecnologías a los dibujos animados. Aún así, yo creo que nunca han vuelto a ser lo mismo, ya sea porque el efecto en pantalla es distinto, ya sea porque perdimos el impagable doblaje hecho en Sudamérica. O quizás es que recuerdo la etapa Disney inicial con el calor que da la memoria de los tiempos felices. El caso es que, mucho antes de que aparecieran "los ordenadores", el señor Disney ya hacía películas en las que juntaba a actores reales con ilustraciones y Los tres caballeros es uno de los primeros exponentes.
Esta peli es rara, donde las haya, y ha suscitado todo tipo de críticas. El público no la apoyó en su día, como tampoco apoyó Alicia en el país de las maravillas, los dos fiascos Disney que son mis favoritas por encima de todas y con diferencia. En Los tres caballeros se juntan varias cosas. En primer lugar, no hay una historia, sino una estructura por episodios, con la excusa argumental de que Donald recibe un regalo de sus parientes hispanos. Así, se van sucediendo cortometrajes con mayor o menor gracia, números musicales y mini-documentales, sobre pájaros exóticos, México... Pero no hay, digamos, unos personajes que participen en una trama y eso, de entrada, sorprende. Luego está el hecho de que la película sea un canto de hermanamiento con otras culturas, algo que para los americanos-yankees debió de ser surreal, pasando el límite del exotismo en cartón-piedra que tanto les gustaba en aquella época (estamos en el año 45, los tiempos de Dorothy Lamour, Maria Montez, Sabú y demás personajes a medio camino entre lo exótico y lo ridículo).
Los tres caballeros son el loro José Carioca (de Brasil), el gallo Panchito (de México) y el pato Donald, que cuando se juntan protagonizan un número que ha sido retomado en varias ocasiones, incluso por Bing Crosby, aquello de somos los tres carros, los tres caballeros y nadie es igual a nosotrooooooooos.... Crosby la cantó en inglés, of course, pero yo me sé de memoria las canciones de esta peli en español, qué le vamos a hacer.
Yo debía de tener unos 7 años cuando estuve en la cama con fiebre varios días sin ir al colegio y mi padre me alquiló esta película (¡en beta!). Me alucinó tanto que pidió a un amigo que tenía dos videos (la bomba en aquel momento) que me hiciera una copia, que por cierto todavía conservo y vi hace un año en el mismo vídeo beta que mandé arreglar. La habré visto... ¿20 veces? No lo sé pero recuerdo que el número de Brasil, Os quindins de Yaya (los pasteles de Yaya) me parecía siempre algo mágico y fascinante. En él Donald y Carioca bailan con actores reales y la protagonista es Aurora Miranda, hermana de la famosa Carmen, que recomendó a su hermana menor para este papel. Aurora era una excelente cantante profesional que grabó varios discos pero se retiró para hacer vida familiar y, qué cosas, murió hace casi tres años, el día de mi cumpleaños.
Hace unos meses me compré el DVD de la peli y ahora me he bajado la banda sonora, de manera que Os quindins de Yaya ha vuelto a sonar en mi casa (aunque la voz de Aurora Miranda no está en la grabación), no la escuchaba desde que era una cría. Al ver de nuevo la película, he vuelto a quedarme pegada a la pantalla, alucinando con que Aurora Miranda camine junto a Donald y Carioca en una calle de dibujos animados. Como cuando era un renacuajo, sigo preguntándome qué pasa cuando el libro se cierra con todos esos bailarines dentro.
Y me he alegrado mucho al comprobar que mi capacidad de sorpresa sigue siendo la de una niña de siete años, intacta como cuando vi Los tres caballeros por primera vez. Probablemente si pregunto o busco en Google encontraré cientos de sesudas explicaciones acerca de los trucos que hacen esto posible pero ¿a quién le importa?
Feliz fin de semana. :)
jueves, 18 de septiembre de 2008
Lágrimas de aburrimiento
RAY MERRELL: TEARS OF JOY
I never wanna feel as lonely as before
Estoy aquejada de un virus dañino y de efectos letales: el aburrimiento. Vital, laboral, personal... ¿Será astenia otoñal? Se me está descargando la batería que había recargado en primavera, debía ser de todo a cien porque no ha durado mucho... Y eso me hace estar permanentemente con síndrome de día rojo, hastiada, irascible, insomne.
En fin, había preparado una larga reflexión sobre Madame Bruni-Sarkozy (sí, esta semana iba de mujeres) pero el dichoso Blogger me la ha borrado y no me apetece repetirla. Otro día será. El caso es que recurro al northern para sacudirme la pereza y bailotear un poco (ya lo dice guille milkyway, del electro al disco y del disco al northern soul). Todo al hilo de algo que me sucedió ayer: recuperé un vestido que me había hecho hace 7 años para una allnighter, ¡¡y me valía!! Permítanme la frivolidad, para que se hagan una idea de lo soporífero de mi existencia estos días...
En homenaje a este hecho, pequeño para el mundo pero enorme para mí, un clásico que debería sonar en la Dance Competition de octubre (en la que por supuesto luciré mi vestido): el Tears of joy de Ray Merrell. Y a ver si se cumple eso de I´m so happy now that I could cry tears of joy. Tears of joy are the only tears I´m crying now.
I never wanna feel as lonely as before
Estoy aquejada de un virus dañino y de efectos letales: el aburrimiento. Vital, laboral, personal... ¿Será astenia otoñal? Se me está descargando la batería que había recargado en primavera, debía ser de todo a cien porque no ha durado mucho... Y eso me hace estar permanentemente con síndrome de día rojo, hastiada, irascible, insomne.
En fin, había preparado una larga reflexión sobre Madame Bruni-Sarkozy (sí, esta semana iba de mujeres) pero el dichoso Blogger me la ha borrado y no me apetece repetirla. Otro día será. El caso es que recurro al northern para sacudirme la pereza y bailotear un poco (ya lo dice guille milkyway, del electro al disco y del disco al northern soul). Todo al hilo de algo que me sucedió ayer: recuperé un vestido que me había hecho hace 7 años para una allnighter, ¡¡y me valía!! Permítanme la frivolidad, para que se hagan una idea de lo soporífero de mi existencia estos días...
En homenaje a este hecho, pequeño para el mundo pero enorme para mí, un clásico que debería sonar en la Dance Competition de octubre (en la que por supuesto luciré mi vestido): el Tears of joy de Ray Merrell. Y a ver si se cumple eso de I´m so happy now that I could cry tears of joy. Tears of joy are the only tears I´m crying now.
lunes, 15 de septiembre de 2008
Juicio de faldas
Dumont & Co.
Oficina de los casos perdidos.
Especialistas en abogacía del diablo.
El pueblo contra Christina Rosenvinge.
Una vez dije, y lo mantengo, en voz muy alta y con toda seguridad en mí misma, que Christina Rosenvinge y Leonor Watling son dos de las peores cosas que le han pasado a nuestra música. No pienso retractarme pero de algo hay que comer y ahora se me presenta sobre la mesa este caso complejo, el de una señorita que cada cierto tiempo aparece en nuestras vidas y constantemente pide ser respetada y valorada. Intentaré con todas mis fuerzas convencer a este Jurado de su inocencia y su integridad personal.
Rosenvinge (pronúnciese Rosenvinch) se hace famosa en los últimos ochenta, como toooodos recordamos, con su pareja por aquel entonces, Álex de la Nuez, practicando un pop facilón y entretenido, cuyo mayor exponente es Chas y aparezco a tu lado. Ella venía de grupetes de tercera como Ella y los Neumáticos o Magia Blanca y se presenta como una atractiva solista, pelín estirada. Los encargados de marketing de su compañía se encargan de que sepamos que la jovencita es de origen nórdico y se pagó su primera guitarra como modelo en El Corte Inglés (una historia que todavía nadie se priva de repetir, probablemente sea cierta). Es decir, Christina es "diferente" a las Luz Casal o Marta Sánchez que pululan por ahí en aquel momento e incluso marca su diferencia en la grafía de su nombre, como cierta candidata a Reina. Son los años del festival de la OTI y los últimos coletazos de la movida, con lo cual todo es brillante, divertido y colorista. Pero recuérdenlo, por encima de la escasa calidad de sus canciones, "ella" es distinta, Rosenvinge sólo hay una.
Tras la separación del grupo (y la pareja), nace Christina y los Subterráneos, que en 1991 presentan Que me parta un rayo, un excelente, sí, han oído bien sus señorías, ex-ce-len-te compendio de canciones orquestadas por Pancho Varona y el resto de la banda habitual de Joaquín Sabina, que por cierto le echa una manita en algunos temas. Así que Christina pone su vocecita de muñeca a unos temas más que dignos y sale un buen lp, le pese a quien le pese. Pop con aspiraciones rockerillas y una imagen de mujer dura, con frases muy cuestionables como voy en un coche que robé anoche a un tipo listo que iba a ligar. En fin. De él quedan unas cuantas melodías rescatables, como Mil pedazos, Señorita, Pulgas en el corazón, Tú por mí o Alguien que cuide de mí. La nórdica se mueve como pez en el agua entre sus padrinos e incluso llega a grabar voces para el Física y Química de Joaquín que, hélas, a última hora no se incluyen en el lp.
Chris evoluciona y a partir de ese momento, obvia toda referencia a su tan amable y humilde primer disco y por supuesto, jamás se le escucha pronunciar las palabras "varona" o "sabina". La vemos actuar, impertérrita como manda su sangre vikinga, en Todo es mentira y La pistola de mi hermano, demostrando su potencial más allá de las guitarras. Barbie ha madurado y se nos ha hecho maldita, así que con la producción de Steve Jordan publica, en el 94, Mi pequeño animal, un fiasco tremendo y, para qué negarlo, un lp soporífero. Le sigue Cerrado, un fracaso aún mayor y un bodrio que para qué contarles, producido por un nuevo amiguito de la rubia: el guitarrista de Sonic Youth. Pero todo tiene una explicación y es que Chris se ha hecho "indie" y como en España nadie la entiende, se marcha a New York.
Se abre la etapa "llamadme Nico" * en la que mi clienta se confiesa fan de Dylan, la Velvet, Cohen y demás referentes hasta entonces ausentes de su música y se define como una incomprendida debido a su enorme talento y a la paletez que por lo visto mostramos el resto de mortales. "España no está preparada", llegará a decir. Toma ya. Asimismo, la ex modelo se lamenta de que el físico cuenta mucho a la hora de valorarla. Cuánta injusticia, ¿o no? Por aquella época vive con su pareja, el insoportable escritor Ray Loriga (¿a quién se le ocurre dirigir a Paz Vega como Santa Teresa de Jesús?) y presencia el 11-S, hecho que la trastornará para siempre y por eso pido clemencia para alguien que desde aquella fecha, vive tremendamente desorientada. En USA nacen sus 2 hijos y graba sus 3 discos en inglés, de cuyos nombres no me quiero acordar en estos momentos...
A mediados de la década el amor termina y Chris vuelve al terruño, donde 16 grupos deciden rendirle homenaje en uno de tantos absurdos discos tributo, titulado Christina no cometió un error. Ella es toda gratitud y nos habla de lo extremadamente cultos que son en Nueva York, lo bien que se trabaja con músicos independientes allí y las pocas ganas que tiene de volver al circo patrio. "Creo que he estado fuera de todos los movimientos y generaciones por los que debería haber pasado, nunca he encajado con lo de aquí, por eso me siento un poco incomprendida. Ahora las cosas están mejorando, pero para mi gusto falta un caldo de cultivo", leemos en una entrevista para la MTV (2005). Bueno, es una manera como cualquier otra de ganarse al público, señorías.
El caso es que disfrutamos de nuevo entre nosotros de la presencia de mi clienta y ella, que tiene que alimentar dos bocas, se marca pequeñas colaboraciones con gente como Andrés Calamaro, de nuevo Sabina o Nacho Vegas. Y es que el asturiano se queda prendado de su voz de sirenita tras utilizarla en El tiempo de las cerezas y le propone hacer un disco conjunto, el Verano fatal que se publicaba por estas fechas hace un año. No es tonto el guaje. El dúo se recorre España haciendo conciertos y muestran la complicidad que les une en decenas de entrevistas y sesiones fotográficas. Rosenvinch está encantada por haber encontrado a alguien a la altura de sus expectativas intelectuales y aparece como una hermosa mujer madura, segura de sí misma y en lo que podríamos denominar "una segunda juventud".
Llegados a este punto, sintetizo las claves sobre las que quiero articular mi defensa y dejo a la elección del Jurado el veredicto:
1. Ella es única. Al igual que Watling, Nimri... en ocasiones un apellido resume la singularidad de una persona (¿qué es eso de llamarse Flores, Beltrán, Casal...?). Y como tal, hemos de admirarla y entenderla o al menos fingir que la entendemos.
2. Ella ha tocado todos los palos, como ella misma afirma, al igual que Gainsbourg o los Beatles: "Para mí Serge Gainsbourg fue un artista que tanteó todos los estilos posibles y siempre fue muy permeable a todos los tiempos. Lo mismo les pasó a los Beatles. Si el mundo cambia, es normal que tú también lo hagas." Por tanto, no debemos ver en su carrera una búsqueda permanente de estilo propio con resultados mediocres sino una experimentación o, si quieren, un divertimento sustentado en talento y personalidad.
3. Ella ahora hace lo que quiere. Porque yo lo valgo. "Un día empecé a hacer la música que a mí me gustaba y fue cuando empecé a vender menos", explica. El público le da la espalda porque no tiene ni idea, en Nueva York sí aprecian la experimentación. Vean si no, la explicación de German heart: "La idea era ir cantando cada vez más alto hasta que la voz ya no me da y en la última estrofa ya no tengo hilo y parece que me voy a romper. Esto concordaba con la idea de una letra sobre desesperación y soledad”.
4. Ella es etérea, bellísima, sofisticada y con un puntito de desdén hacia la vulgaridad que seguro vuelve locos a todos los hombres. Sin olvidar su excitante manera de hablar, arrasssstrando las essses. España sigue siendo un país de Landas dispuestos a reverenciar a las damas nórdicas. Claro que sí.
5. Ella, por mucho que le pese, grabó un buen trabajo, Que me parta un rayo. Que contara con la colaboración de los músicos de Sabina y otros grandes profesionales de este país (no neoyorquinos) es anecdótico. Y que jamás haya vuelto a vender ni la mitad de copias que con ese lp es una broma pesada de la vida. Y como muestra, para finalizar, quiero que escuchen Alguien que cuide de mí, una cancioncita sencilla, hecha a la medida de la fragilidad de su voz y su persona; un tema sin pretensiones que lleva años en el corazón de los que formamos Dumont & Asociados.
Espero el veredicto.
* Gracias a Ms Twinset por este impagable apelativo. :)
Christina Rosenvinge: Alguien que cuide de mí
(del disco en directo Flores raras, 1998)
domingo, 14 de septiembre de 2008
A lo yeyé, sin corazón
LOS BETA: SIN CORAZÓN
Casi siempre nos encontramos en la misma reunión
Domingo por la tarde. Vestido nuevo, peinado impecable, rímel en las pestañas, zapatos bonitos y... listos para ir de guateque, a la reunión que se decía entonces. He localizado en el soulseek uno de mis temas favoritos de yeyé, un hecho mínimo suficiente para empezar la semana de buen humor. Lo tenía en una cinta que surgió de un intercambio de cassettes en los primeros foros de música, el spanishmods, que sigue vigente (qué tiempos...). Era uno de esos himnos que sonaban a volumen indecente en mi coche.
El inicio guitarrero y la voz cavernosa del cantante de los Betas son uno de los mejores momentos de nuestro yeyé, que ahora he recuperado gracias a las estupendas recopilaciones de El soul es una droga.
Y es que estoy haciendo acopio de canciones y discos para el invierno, como los animalitos que se disponen a pasar los meses de frío rodeados de provisiones. Pero sin hibernar, me dispongo a bailar y llevar vestidos nuevos, mientras los kilos me lo permitan. Pretendo ser una chica a lo yeyé, sin corazón. ¿Qué se creían?
Que tengan un domingo feliz y frívolo. :)
Casi siempre nos encontramos en la misma reunión
Domingo por la tarde. Vestido nuevo, peinado impecable, rímel en las pestañas, zapatos bonitos y... listos para ir de guateque, a la reunión que se decía entonces. He localizado en el soulseek uno de mis temas favoritos de yeyé, un hecho mínimo suficiente para empezar la semana de buen humor. Lo tenía en una cinta que surgió de un intercambio de cassettes en los primeros foros de música, el spanishmods, que sigue vigente (qué tiempos...). Era uno de esos himnos que sonaban a volumen indecente en mi coche.
El inicio guitarrero y la voz cavernosa del cantante de los Betas son uno de los mejores momentos de nuestro yeyé, que ahora he recuperado gracias a las estupendas recopilaciones de El soul es una droga.
Y es que estoy haciendo acopio de canciones y discos para el invierno, como los animalitos que se disponen a pasar los meses de frío rodeados de provisiones. Pero sin hibernar, me dispongo a bailar y llevar vestidos nuevos, mientras los kilos me lo permitan. Pretendo ser una chica a lo yeyé, sin corazón. ¿Qué se creían?
Que tengan un domingo feliz y frívolo. :)
viernes, 12 de septiembre de 2008
Batucada
GEORGES MOUSTAKI: LA PHILOSOPHIE
Con un pie en el fin de semana, hoy va de reflexiones la cosa. Ayer tuve un pellizquito en mi memoria, por algo que contaré otro día, cuando encuentre la canción que lo ilustra. Uno de esos hechos mínimos en la vida de una persona, que desencadena una pequeña tormenta interna y te hace pensar sobre la vida y el paso del tiempo.
Hoy me he encontrado hablando de recuerdos y yo, que siempre he pensado que cualquier tiempo pasado fue mejor, me he sorprendido a mí misma diciendo que en ocasiones la memoria es un lastre. Ya no estoy tan segura de querer conocer la vida de mis antepasados y asociar vivencias sentimentales a cada rincón de mi ciudad. Aunque es cierto que las raíces y la propia personalidad se construyen con ese proceso de la memoria, estoy empezando a cuestionarme su utilidad.
Porque un día de estos desapareceremos y con nosotros se irán esas vivencias. A nadie le importarán nuestras raíces y de hecho, esos rincones en los que vivimos momentos que ahora recordamos con nostalgia también desaparecerán y probablemente lo hagan antes que nosotros, con lo cual la pena se multiplicará. Es fácil encontrarte un Zara donde un día viste una película que te hizo feliz.
Así que recurro al viejo Moustaki que hace suyo el todavía más viejo carpe diem y, aunque nunca he sido muy dada a los excesos, entono eso de tenemos toda la vida para divertirnos, tenemos toda la muerte para descansar, que es como el estaremos muertos toda la eternidad de Facto Delafé o tantas otras canciones que tratan sobre esta filosofía. Así que, a mi manera, sin excesos, sin prisas, voy a intentar llenarme la cabeza de lo que realmente importa. Ya es hora de tirar lastre.
Feliz fin de semana, con esta batucada filosófica del viejo poeta mediterráneo que no comparto al 100% pero qué quieren, un viernes bien merece soñar y bailar. :)
La Filosofía - Batucada
Son una banda de festeros alegres
que se acuestan con la aurora y se levantan muy tarde
sin pensar más que en amar o tocar la guitarra.
No tienen en la vida más que esa filosofía.
Tenemos toda la vida para divertirnos,
tenemos toda la vida para descansar.
No hacen más que festejar cada instante,
saludar a la luna llena, celebrar la primavera.
Aunque para trabajar no tienen tiempo.
No tienen en la vida más que esa filosofía.
Tenemos toda la vida para divertirnos,
tenemos toda la vida para descansar.
Y me reconozco en ellos con frecuencia.
Como ellos, malgasto mi vida a los cuatro vientos
y me digo que son mis hermanos o mis hijos.
No tienen en la vida más que esa filosofía.
Tenemos toda la vida para divertirnos,
tenemos toda la vida para descansar.
Si pasan cerca de vosotros, miradlos vivir
y como ellos, sed locos, y como ellos emborrachaos
porque su única locura es querer ser libres.
No tienen en la vida más que esa filosofía.
Tenemos toda la vida para divertirnos,
tenemos toda la vida para descansar.
Envejecerán mientras siguen siendo como son,
unos vividores de utopía con extrañas maneras,
amantes, poetas, fabricantes de canciones.
No tienen en la vida más que esa filosofía.
Tenemos toda la vida para divertirnos,
tenemos toda la vida para descansar.
Con un pie en el fin de semana, hoy va de reflexiones la cosa. Ayer tuve un pellizquito en mi memoria, por algo que contaré otro día, cuando encuentre la canción que lo ilustra. Uno de esos hechos mínimos en la vida de una persona, que desencadena una pequeña tormenta interna y te hace pensar sobre la vida y el paso del tiempo.
Hoy me he encontrado hablando de recuerdos y yo, que siempre he pensado que cualquier tiempo pasado fue mejor, me he sorprendido a mí misma diciendo que en ocasiones la memoria es un lastre. Ya no estoy tan segura de querer conocer la vida de mis antepasados y asociar vivencias sentimentales a cada rincón de mi ciudad. Aunque es cierto que las raíces y la propia personalidad se construyen con ese proceso de la memoria, estoy empezando a cuestionarme su utilidad.
Porque un día de estos desapareceremos y con nosotros se irán esas vivencias. A nadie le importarán nuestras raíces y de hecho, esos rincones en los que vivimos momentos que ahora recordamos con nostalgia también desaparecerán y probablemente lo hagan antes que nosotros, con lo cual la pena se multiplicará. Es fácil encontrarte un Zara donde un día viste una película que te hizo feliz.
Así que recurro al viejo Moustaki que hace suyo el todavía más viejo carpe diem y, aunque nunca he sido muy dada a los excesos, entono eso de tenemos toda la vida para divertirnos, tenemos toda la muerte para descansar, que es como el estaremos muertos toda la eternidad de Facto Delafé o tantas otras canciones que tratan sobre esta filosofía. Así que, a mi manera, sin excesos, sin prisas, voy a intentar llenarme la cabeza de lo que realmente importa. Ya es hora de tirar lastre.
Feliz fin de semana, con esta batucada filosófica del viejo poeta mediterráneo que no comparto al 100% pero qué quieren, un viernes bien merece soñar y bailar. :)
La Filosofía - Batucada
Son una banda de festeros alegres
que se acuestan con la aurora y se levantan muy tarde
sin pensar más que en amar o tocar la guitarra.
No tienen en la vida más que esa filosofía.
Tenemos toda la vida para divertirnos,
tenemos toda la vida para descansar.
No hacen más que festejar cada instante,
saludar a la luna llena, celebrar la primavera.
Aunque para trabajar no tienen tiempo.
No tienen en la vida más que esa filosofía.
Tenemos toda la vida para divertirnos,
tenemos toda la vida para descansar.
Y me reconozco en ellos con frecuencia.
Como ellos, malgasto mi vida a los cuatro vientos
y me digo que son mis hermanos o mis hijos.
No tienen en la vida más que esa filosofía.
Tenemos toda la vida para divertirnos,
tenemos toda la vida para descansar.
Si pasan cerca de vosotros, miradlos vivir
y como ellos, sed locos, y como ellos emborrachaos
porque su única locura es querer ser libres.
No tienen en la vida más que esa filosofía.
Tenemos toda la vida para divertirnos,
tenemos toda la vida para descansar.
Envejecerán mientras siguen siendo como son,
unos vividores de utopía con extrañas maneras,
amantes, poetas, fabricantes de canciones.
No tienen en la vida más que esa filosofía.
Tenemos toda la vida para divertirnos,
tenemos toda la vida para descansar.
jueves, 11 de septiembre de 2008
Sesión mp3 (I)
NACHO VEGAS & CHRISTINA ROSENVINGE:
VERANO FATAL
Mi mp3 es un gran tipo. Ya lo dije, es mi mejor amigo. Siempre dispuesto a cualquier plan, recargando energías al momento, discreto... y encima el tío cuando le pongo la reproducción aleatoria se marca unas sesiones que ni los más reputados DJs. Me estoy planteando pagarle un sueldecito por sesión.
Hoy, un experimento, que no estoy para pensar mucho. Aquí tienen las canciones que han sonado en el trayecto que me ha costado hacer un aburrido trámite downtown, cuidadosamente seleccionadas por mi mp3. Se sale. Qué tío.
Franco Battiato: Yo quiero verte danzar
Lori Meyers: Luciérnagas y mariposas.
La única canción que se salva de su último lp, eres tú quien me hace ver la vida blaaaaanca y plateaaaaadaaaaa...
Xabel Vegas: Exilio, país natal.
El hermanísimo. Y no se pueden imaginar lo bien que entra el arranque de este temazo con el final de los Lori.
France Gall: C´est pas facile d´être une fille.
Nacho Vegas & Christina Rosenvinge: Verano fatal.
De su mini-lp, probablemente la mejor. Hacer siempre lo incorrecto es una forma de acertar.
Julio Bustamante: Especie de Tom Sawyer.
La historia de una niña vagabunda que sestea frente al Mediterráneo una tarde de septiembre. ¿Se les ocurre un tema más adhoc?
Los Summers: Cicloturismo.
Surf acelerado muy muy divertido: me he pensado apuntar a algún club de amistad o cicloturismo rural, a ver si así te consigo olvidar... :DD
Pereza: Estrella polar.
Kiko Veneno: H.R.S.
The house of the rising sun por soleares. My mother was a taylor and my sweetheart is a gambler down in New Orleans.
Vamos, que pincho esta sesión en un garito modernuzo y ríanse ustedes de los gafapastas. Repetiremos este experimento más veces, si a ustedes les parece bien. Y ahora nos quedamos con el Verano fatal de Nacho y Christinita (tan perfecta, tan nórdica, tan moderna, tan insufrible), un dúo que como decía es de lo más digno dentro de su trabajo conjunto. Los más avezados descubrirán las ironías que ambos artistas se dirigen (pistas: ese chico solitario, tu extraña forma de hablar) e incluso los guiños que Vegas hace sobre otras letras suyas. Nacho va a publicar lp en breve. Esperemos que no se cumplan las premoniciones, a saber, a un otoño desastroso siempre le precederá un verano fatal.
Feliz jueves. :)
VERANO FATAL
Mi mp3 es un gran tipo. Ya lo dije, es mi mejor amigo. Siempre dispuesto a cualquier plan, recargando energías al momento, discreto... y encima el tío cuando le pongo la reproducción aleatoria se marca unas sesiones que ni los más reputados DJs. Me estoy planteando pagarle un sueldecito por sesión.
Hoy, un experimento, que no estoy para pensar mucho. Aquí tienen las canciones que han sonado en el trayecto que me ha costado hacer un aburrido trámite downtown, cuidadosamente seleccionadas por mi mp3. Se sale. Qué tío.
Franco Battiato: Yo quiero verte danzar
Lori Meyers: Luciérnagas y mariposas.
La única canción que se salva de su último lp, eres tú quien me hace ver la vida blaaaaanca y plateaaaaadaaaaa...
Xabel Vegas: Exilio, país natal.
El hermanísimo. Y no se pueden imaginar lo bien que entra el arranque de este temazo con el final de los Lori.
France Gall: C´est pas facile d´être une fille.
Nacho Vegas & Christina Rosenvinge: Verano fatal.
De su mini-lp, probablemente la mejor. Hacer siempre lo incorrecto es una forma de acertar.
Julio Bustamante: Especie de Tom Sawyer.
La historia de una niña vagabunda que sestea frente al Mediterráneo una tarde de septiembre. ¿Se les ocurre un tema más adhoc?
Los Summers: Cicloturismo.
Surf acelerado muy muy divertido: me he pensado apuntar a algún club de amistad o cicloturismo rural, a ver si así te consigo olvidar... :DD
Pereza: Estrella polar.
Kiko Veneno: H.R.S.
The house of the rising sun por soleares. My mother was a taylor and my sweetheart is a gambler down in New Orleans.
Vamos, que pincho esta sesión en un garito modernuzo y ríanse ustedes de los gafapastas. Repetiremos este experimento más veces, si a ustedes les parece bien. Y ahora nos quedamos con el Verano fatal de Nacho y Christinita (tan perfecta, tan nórdica, tan moderna, tan insufrible), un dúo que como decía es de lo más digno dentro de su trabajo conjunto. Los más avezados descubrirán las ironías que ambos artistas se dirigen (pistas: ese chico solitario, tu extraña forma de hablar) e incluso los guiños que Vegas hace sobre otras letras suyas. Nacho va a publicar lp en breve. Esperemos que no se cumplan las premoniciones, a saber, a un otoño desastroso siempre le precederá un verano fatal.
Feliz jueves. :)
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miércoles, 10 de septiembre de 2008
Implantes de amor
CHUCHO: CIRUJANO PATAFÍSICO
Tendrás la ciencia detrás
De repente, alguien me ha preguntado hoy "¿tú sabes lo que es la patafísica?". Así, de sopetón en pleno trabajo, y yo he contestado casi mecánicamente "¿Chucho?" (para qué reproducir la cara de la otra persona, pero qué quieren con esas preguntas). Madre mía, lo que hace que no escucho este temazo y cuánto, cuánto, me gusta.
En 1999 Fernando Alfaro publicaba su segundo trabajo con su nueva banda tras la separación de los Surfin´ Bichos. En su primer álbum, Chucho sonaban más oscuros, al menos para mi gusto, pero en este Tejido de felicidad los de Albacete deciden dejarse llevar por la luz y el amor, sin perder nunca las pinceladas amargas e inquietantes que salpican algunos versos. Así que Alfaro publica este compendio de canciones de amor en el que habla de este sentimiento como algo visceral, incontrolable y en ocasiones sucio.
El nombre del disco surge de una frase de esta canción, en la que un hombre plantea la necesidad de operar a la mujer a la que ama, para que ésta le corresponda. En palabras del propio Alfaro que he encontrado por la red: "Cirujano patafísico es la historia de un amor no correspondido. Él le dice a ella que la quiere, y como ella no siente lo mismo por él, le propone que le deje ser su cirujano patafísico - la patafísica es la ciencia de lo que no existe -, y así le implantará un poco de tejido de felicidad para que se enamore de él. Nos gustó la frase y la usamos como título".
No podía abrirse este trabajo de mejor manera, para dar paso a la luminosa Magic (de cuyo oscuro significado hablaremos otro día) o la hipnótica Revolución, una de mis favoritas. Más tarde vendría el otro mejor disco de la carrera de este autor, Los diarios de petróleo que, aunque más ambicioso, se me queda un poco más distante que el Tejido. Aunque ambos son maravillas y distan mucho de todo lo que ha seguido grabando el bueno de Alfaro, al que he visto cerca de una decena de veces en directo y tengo mucho cariño, por los buenísimos momentos que me ha hecho pasar.
Chucho: Cirujano patafísico
(Tejido de felicidad, 1999)
Tendrás la ciencia detrás
De repente, alguien me ha preguntado hoy "¿tú sabes lo que es la patafísica?". Así, de sopetón en pleno trabajo, y yo he contestado casi mecánicamente "¿Chucho?" (para qué reproducir la cara de la otra persona, pero qué quieren con esas preguntas). Madre mía, lo que hace que no escucho este temazo y cuánto, cuánto, me gusta.
En 1999 Fernando Alfaro publicaba su segundo trabajo con su nueva banda tras la separación de los Surfin´ Bichos. En su primer álbum, Chucho sonaban más oscuros, al menos para mi gusto, pero en este Tejido de felicidad los de Albacete deciden dejarse llevar por la luz y el amor, sin perder nunca las pinceladas amargas e inquietantes que salpican algunos versos. Así que Alfaro publica este compendio de canciones de amor en el que habla de este sentimiento como algo visceral, incontrolable y en ocasiones sucio.
El nombre del disco surge de una frase de esta canción, en la que un hombre plantea la necesidad de operar a la mujer a la que ama, para que ésta le corresponda. En palabras del propio Alfaro que he encontrado por la red: "Cirujano patafísico es la historia de un amor no correspondido. Él le dice a ella que la quiere, y como ella no siente lo mismo por él, le propone que le deje ser su cirujano patafísico - la patafísica es la ciencia de lo que no existe -, y así le implantará un poco de tejido de felicidad para que se enamore de él. Nos gustó la frase y la usamos como título".
No podía abrirse este trabajo de mejor manera, para dar paso a la luminosa Magic (de cuyo oscuro significado hablaremos otro día) o la hipnótica Revolución, una de mis favoritas. Más tarde vendría el otro mejor disco de la carrera de este autor, Los diarios de petróleo que, aunque más ambicioso, se me queda un poco más distante que el Tejido. Aunque ambos son maravillas y distan mucho de todo lo que ha seguido grabando el bueno de Alfaro, al que he visto cerca de una decena de veces en directo y tengo mucho cariño, por los buenísimos momentos que me ha hecho pasar.
Chucho: Cirujano patafísico
(Tejido de felicidad, 1999)
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lunes, 8 de septiembre de 2008
Lunes y rock and roll
ANDRÉS CALAMARO: TODAVÍA UNA CANCIÓN DE AMOR
Los labios más urgentes no tienen prisa dos besos después
Yo, que siempre he sido una empollona de discos en los días previos a los conciertos, me estoy acostumbrando a ir "a pelo" y, aunque en ciertos momentos me siento perdida, he de confesar que recibo también ciertas compensaciones. Como la del sábado. Fuimos a ver a Andrés Calamaro (mi primera vez) y tocó esta joyita, que yo tengo grabada en distintas versiones por cds y archivos sin orden. Ésta y la versión acelerada de Elvis está vivo fueron para mí las grandes sorpresas de la noche, por inesperadas y porque sonaron muy muy muy bien.
La letra de esta canción la firma Joaquín Sabina, que además la ha cantado en varias ocasiones (el argentino tuvo un recuerdo para él en directo) y para mí tiene sabor a asfalto, a soledades urbanas y a seres anónimos que se buscan sin encontrarse, un compendio de las incongruencias en las que todos los seres humanos caemos cuando se trata del amor o de algo que se parece mucho a "eso". Los más avezados detectarán rápidamente esas metáforas que ya son marca de la casa del de Úbeda. A mí me recuerda por momentos a Corazón de neón. Desde luego que la ciudad y la soledad son temas manidos pero no dejan de ser resultones, sobre todo cuando enfilamos el otoño y la vuelta a la rutina más gris.
Ya saben que los lunes no damos para mucho más. En cuanto al concierto, potente, vibrante, con un repertorio lleno de aciertos. Desde clásicos de Los Rodríguez (incluso soporté la odiosa Canal 69) hasta hits necesarios como Loco, Paloma, Flaca, versiones de tango y, sobre todo, mucho mucho rock and roll. Calamaro es un rockero y por eso frente a mí había dos rockabillys disfrutando como niños, uno de ellos con un tatuaje gigante tipo "amo el rock".
Larga vida al rock and roll y feliz lunes. :)
Los Rodríguez: Todavía una canción de amor
(Palabras más, palabras menos - 1995)
PD: el cambio de look responde al cambio de temporada. :)
Los labios más urgentes no tienen prisa dos besos después
Yo, que siempre he sido una empollona de discos en los días previos a los conciertos, me estoy acostumbrando a ir "a pelo" y, aunque en ciertos momentos me siento perdida, he de confesar que recibo también ciertas compensaciones. Como la del sábado. Fuimos a ver a Andrés Calamaro (mi primera vez) y tocó esta joyita, que yo tengo grabada en distintas versiones por cds y archivos sin orden. Ésta y la versión acelerada de Elvis está vivo fueron para mí las grandes sorpresas de la noche, por inesperadas y porque sonaron muy muy muy bien.
La letra de esta canción la firma Joaquín Sabina, que además la ha cantado en varias ocasiones (el argentino tuvo un recuerdo para él en directo) y para mí tiene sabor a asfalto, a soledades urbanas y a seres anónimos que se buscan sin encontrarse, un compendio de las incongruencias en las que todos los seres humanos caemos cuando se trata del amor o de algo que se parece mucho a "eso". Los más avezados detectarán rápidamente esas metáforas que ya son marca de la casa del de Úbeda. A mí me recuerda por momentos a Corazón de neón. Desde luego que la ciudad y la soledad son temas manidos pero no dejan de ser resultones, sobre todo cuando enfilamos el otoño y la vuelta a la rutina más gris.
Ya saben que los lunes no damos para mucho más. En cuanto al concierto, potente, vibrante, con un repertorio lleno de aciertos. Desde clásicos de Los Rodríguez (incluso soporté la odiosa Canal 69) hasta hits necesarios como Loco, Paloma, Flaca, versiones de tango y, sobre todo, mucho mucho rock and roll. Calamaro es un rockero y por eso frente a mí había dos rockabillys disfrutando como niños, uno de ellos con un tatuaje gigante tipo "amo el rock".
Larga vida al rock and roll y feliz lunes. :)
Los Rodríguez: Todavía una canción de amor
(Palabras más, palabras menos - 1995)
PD: el cambio de look responde al cambio de temporada. :)
viernes, 5 de septiembre de 2008
Con el hacha bajo la lluvia
MANOLO GARCÍA: SALDREMOS A LA LLUVIA
Le pregunté a mi gurú personal qué haríamos si llovía y me contestó: "si llueve saldremos a la lluvia", que es algo así como decir que si viene el toro lo cogeremos por los cuernos y si la vida aprieta, nos fundiremos con ella en un abrazo.
Llevo ya unas cuantas escuchas del disco de Manolo García y, aunque me cuesta un pelín entrarle por la manía de acumular sustantivos para crear rimas muy eufónicas, ya voy anotando mi lista de favoritas y esta canción, la que le da el título, es una de ellas. Manolo retoma el tema de la lucha diaria, que es la que hace que las vidas acumulen mugre y al final uno no sepa ni por qué ha llegado ni por dónde se sale.
La batalla diaria no se desarrolla en el frente ni hay medallas ni condecoraciones, la lucha cotidiana es la del despertador, el coche, los atascos, el ordenador, las conversaciones, el desahogo de alguien que lo está pasando mal, los pagos en el banco, la nevera medio vacía (o medio llena) y en fin, una suma de hechos que entretejidos forman nuestra vida. Ésa que quizás no elegimos pero es la que hay y a menudo no brilla como nos gustaría pero es cuestión de limpiarla y quitarle todo el spam que nos sobra.
Muchas veces la victoria no es el ataque o la huida sino la pelea directa, el plan de choque, y sentir que uno es el mascarón de proa de su propio barco. Porque no siempre van a poder con nosotros, es cuestión de blandir nuestras hachas y lanzarnos, eso sí, sin prisas, sin temores, sin preocupaciones absurdas, sin bloqueos inútiles. Y siempre, siempre, con una sonrisa.
Feliz fin de semana. :)
Manolo García: Saldremos a la lluvia (Saldremos a la lluvia, 2008)
Y si llueve saldremos a la lluvia
a lavar las vidas que van acumulando mugre
de palo de marinero.
Tanta mentira, tanto fingir, tanto desastre.
Desnudos sobre el mascarón de proa,
lamiendo con la punta de la lengua
el tinte que desprende la máscara.
Si arrecia el viento norte, abajo telas,
calzarse botas y esgrimir las hachas
sobre la superficie caminamos,
que sobre la superficie nos salvamos.
No sólo pueden ellos
y mejor si no hay motores, tenemos velas.
No sólo pueden ellos
y mejor si no hay motores tenemos velas.
Bajo nosotros los huesos y las piedras
que son los sedimentos de nuestra incierta gloria.
Y si llueve saldremos a la lluvia
a vaciar el semillero de sonrisas y a esperar cosecha,
en la silla de parar las prisas.
Tanto correr, tanto asentir, tanto quemarse.
El viento te traerá nuevos encuentros,
amores nuevos y una vida dulce,
más plena cuanto menos soberbia
si arrecia el viento norte abajo velas
calzarse botas y enarbolar hachas
sobre la superficie nos salvamos
desde lo más profundo respirando
No sólo pueden ellos
y mejor si no hay motores, tenemos velas.
Bajo nosotros los huesos y las piedras
que son los sedimentos de nuestra incierta gloria.
Bajo nosotros tejidos los momentos
que manan de la calma lo único que cuenta
No sólo pueden ellos
y mejor si no hay motores, tenemos velas.
No sólo pueden ellos
y mejor si no hay motores, tenemos velas.
Bajo nosotros las huellas y las piedras
serán el rudimento de nuestra incierta gloria.
bajo nosotros tejidos los momentos
que manan de la calma lo único que cuenta.
Le pregunté a mi gurú personal qué haríamos si llovía y me contestó: "si llueve saldremos a la lluvia", que es algo así como decir que si viene el toro lo cogeremos por los cuernos y si la vida aprieta, nos fundiremos con ella en un abrazo.
Llevo ya unas cuantas escuchas del disco de Manolo García y, aunque me cuesta un pelín entrarle por la manía de acumular sustantivos para crear rimas muy eufónicas, ya voy anotando mi lista de favoritas y esta canción, la que le da el título, es una de ellas. Manolo retoma el tema de la lucha diaria, que es la que hace que las vidas acumulen mugre y al final uno no sepa ni por qué ha llegado ni por dónde se sale.
La batalla diaria no se desarrolla en el frente ni hay medallas ni condecoraciones, la lucha cotidiana es la del despertador, el coche, los atascos, el ordenador, las conversaciones, el desahogo de alguien que lo está pasando mal, los pagos en el banco, la nevera medio vacía (o medio llena) y en fin, una suma de hechos que entretejidos forman nuestra vida. Ésa que quizás no elegimos pero es la que hay y a menudo no brilla como nos gustaría pero es cuestión de limpiarla y quitarle todo el spam que nos sobra.
Muchas veces la victoria no es el ataque o la huida sino la pelea directa, el plan de choque, y sentir que uno es el mascarón de proa de su propio barco. Porque no siempre van a poder con nosotros, es cuestión de blandir nuestras hachas y lanzarnos, eso sí, sin prisas, sin temores, sin preocupaciones absurdas, sin bloqueos inútiles. Y siempre, siempre, con una sonrisa.
Feliz fin de semana. :)
Manolo García: Saldremos a la lluvia (Saldremos a la lluvia, 2008)
Y si llueve saldremos a la lluvia
a lavar las vidas que van acumulando mugre
de palo de marinero.
Tanta mentira, tanto fingir, tanto desastre.
Desnudos sobre el mascarón de proa,
lamiendo con la punta de la lengua
el tinte que desprende la máscara.
Si arrecia el viento norte, abajo telas,
calzarse botas y esgrimir las hachas
sobre la superficie caminamos,
que sobre la superficie nos salvamos.
No sólo pueden ellos
y mejor si no hay motores, tenemos velas.
No sólo pueden ellos
y mejor si no hay motores tenemos velas.
Bajo nosotros los huesos y las piedras
que son los sedimentos de nuestra incierta gloria.
Y si llueve saldremos a la lluvia
a vaciar el semillero de sonrisas y a esperar cosecha,
en la silla de parar las prisas.
Tanto correr, tanto asentir, tanto quemarse.
El viento te traerá nuevos encuentros,
amores nuevos y una vida dulce,
más plena cuanto menos soberbia
si arrecia el viento norte abajo velas
calzarse botas y enarbolar hachas
sobre la superficie nos salvamos
desde lo más profundo respirando
No sólo pueden ellos
y mejor si no hay motores, tenemos velas.
Bajo nosotros los huesos y las piedras
que son los sedimentos de nuestra incierta gloria.
Bajo nosotros tejidos los momentos
que manan de la calma lo único que cuenta
No sólo pueden ellos
y mejor si no hay motores, tenemos velas.
No sólo pueden ellos
y mejor si no hay motores, tenemos velas.
Bajo nosotros las huellas y las piedras
serán el rudimento de nuestra incierta gloria.
bajo nosotros tejidos los momentos
que manan de la calma lo único que cuenta.
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manolo garcía
jueves, 4 de septiembre de 2008
Pastillas rosas
DORIAN: CUALQUIER OTRA PARTE
Y llegamos a la canción de la semana en mi coche (el reducto en el que sólo mando yo, le pese a quien le pese). Llevaba meses escuchando este tema en algún que otro garito nocturno sin identificar quién lo cantaba y finalmente, cuando sonó en la gloriosa sesión de Jesús Ordovás el sábado pasado en el FRA, alguien me lo chivó. Dicho y hecho, me he empapado el disco de Dorian (pretencioso nombrecito ¿no?) y he de decir que, en mi humilde opinión, éste es el único corte que merece la pena (y tampoco es que vaya a pasar a los anales de la música, ya me entienden).
El grupo suena a mil grupos anteriores, buenos y malos. El tecno pop es así, crees escuchar un poquito de contemporáneos como Gasca o Casino; palabras mayores como Fangoria, Ellos o gotitas de Astrud y referencias inevitables como La Mode. En fin. El caso es que la canción me tiene hipnotizada y eso que la historia tampoco aporta nada nuevo: chico se enamora de chica que prefiere los excesos; chico trata de recuperar a chica cantándole frasecitas de enamorado y ofreciéndole una escapada a cualquier otra parte. Chica toma pastillas rosas y pasa de su pretendiente. Así es la vida.
Hay días en los que estaría bien tomarse alguna pastillita rosa y abstraerse de todo, quedarme sorda y muda para siempre y dejar que los demás hablen y hablen, en su nube de palabras vacías y discusiones absurdas. Hay veces que yo también sueño con no soñar.
Feliz jueves. :)
Dorian: Cualquier otra parte (El futuro no es de nadie, 2006)
Y llegamos a la canción de la semana en mi coche (el reducto en el que sólo mando yo, le pese a quien le pese). Llevaba meses escuchando este tema en algún que otro garito nocturno sin identificar quién lo cantaba y finalmente, cuando sonó en la gloriosa sesión de Jesús Ordovás el sábado pasado en el FRA, alguien me lo chivó. Dicho y hecho, me he empapado el disco de Dorian (pretencioso nombrecito ¿no?) y he de decir que, en mi humilde opinión, éste es el único corte que merece la pena (y tampoco es que vaya a pasar a los anales de la música, ya me entienden).
El grupo suena a mil grupos anteriores, buenos y malos. El tecno pop es así, crees escuchar un poquito de contemporáneos como Gasca o Casino; palabras mayores como Fangoria, Ellos o gotitas de Astrud y referencias inevitables como La Mode. En fin. El caso es que la canción me tiene hipnotizada y eso que la historia tampoco aporta nada nuevo: chico se enamora de chica que prefiere los excesos; chico trata de recuperar a chica cantándole frasecitas de enamorado y ofreciéndole una escapada a cualquier otra parte. Chica toma pastillas rosas y pasa de su pretendiente. Así es la vida.
Hay días en los que estaría bien tomarse alguna pastillita rosa y abstraerse de todo, quedarme sorda y muda para siempre y dejar que los demás hablen y hablen, en su nube de palabras vacías y discusiones absurdas. Hay veces que yo también sueño con no soñar.
Feliz jueves. :)
Dorian: Cualquier otra parte (El futuro no es de nadie, 2006)
lunes, 1 de septiembre de 2008
La tristeza de volver
JACQUELINE TAÏEB: CE SOIR JE M´EN VAIS
¿Se acuerdan ustedes de los amores de verano? ¿De la tragedia que suponía la llegada de septiembre? ¿Las cartas escritas entre suspiros? ¿El contacto que poco a poco se perdía? ¿La vergüenza de reencontrarse al año siguiente, con evidentes cambios físicos? ¿O la tristeza de no volver a verse nunca?
Años después, lo peor de que llegue septiembre es sin duda la vuelta al trabajo, que no a la rutina. Aquí tienen una cancioncita maravillosa de una fille yéyé de origen tunecino, Jacqueline Taïeb, autora de pocos pero geniales éxitos. Este tema sonó en el coche de una amiga este verano, entre montañas verdes, y no pude evitar sentir el pellizquito del final de las vacaciones. Nadie habló mientras sonaba esta preciosa voz, lamentando una separación, la de la francesita que debe volver a París tras pasar un verano en Londres y deja allí a su nuevo amor anglosajón...
Hoy poco más, que hay que trabajar. :)
¿Se acuerdan ustedes de los amores de verano? ¿De la tragedia que suponía la llegada de septiembre? ¿Las cartas escritas entre suspiros? ¿El contacto que poco a poco se perdía? ¿La vergüenza de reencontrarse al año siguiente, con evidentes cambios físicos? ¿O la tristeza de no volver a verse nunca?
Años después, lo peor de que llegue septiembre es sin duda la vuelta al trabajo, que no a la rutina. Aquí tienen una cancioncita maravillosa de una fille yéyé de origen tunecino, Jacqueline Taïeb, autora de pocos pero geniales éxitos. Este tema sonó en el coche de una amiga este verano, entre montañas verdes, y no pude evitar sentir el pellizquito del final de las vacaciones. Nadie habló mientras sonaba esta preciosa voz, lamentando una separación, la de la francesita que debe volver a París tras pasar un verano en Londres y deja allí a su nuevo amor anglosajón...
Hoy poco más, que hay que trabajar. :)
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