lunes, 23 de junio de 2008

No más segundos premios

LOS PLANETAS: SEGUNDO PREMIO
Si esto te hace daño



De repente, este fin de semana ha llegado el verano. La playa, las primeras quemaduras, las mejillas encendidas, las siestas a 40 grados, las terracitas nocturnas, el vacío de las calles a la hora de comer, el sol colándose hasta en el cuarto de baño... Y de repente también, un sábado por la noche a punto de esfumarse suena esta canción y de golpe, de una patada, te sientes transportado a otro verano, al de 9 años atrás (¿o eran 10?), del que ya se habló por aquí en otra ocasión.

Segundo premio es el espléndido arranque del que muchos consideramos el mejor disco de Los Planetas, Una semana en el motor de un autobús. Le sigue La playa y la combinación de esas dos canciones me pone los pelos de punta, especialmente la batería inicial del temazo que hoy nos ocupa. Segundo premio es un típico berrinche de Jota porque su chica no le hace caso, expresado, como es habitual, con sus frases de adolescente, que no por ello son menos certeras: sentado esperando a que llames, rezando por que des una señal, los días cada vez van más despacio y solamente puedo esperar.

Y hoy, diez años después, cuando muchas cosas han cambiado y muchas otras parece que pueden cambiar; diez veranos más tarde, una se pregunta por qué este tema vuelve a sonar tan dolorosamente cierto; una se plantea si merece estar sentada esperando una señal. Pero entre todas las dudas surge una certidumbre que deja un paso por detrás la canción y demuestra que diez años no pasan en balde: los días ahora pasan muy deprisa, ya no hay miedo y sí una seguridad aplastante de ser la única y de no querer desperdiciar ni un minuto de tiempo. Todo esto, con una sonrisa de oreja a oreja. Y el que no lo entienda, que vuelva a la playa de hace diez años.


Los Planetas: Segundo premio (directo, FIB 2002)



PD: yo estuve en ese FIB y fue BRUTAL (aunque el video no hace justicia, la verdad)

2 comentarios:

Wanderer dijo...

Sobre la playa:
Un verano que fue una pesadilla,
si me acuerdo, me duele todavía.
Ese puede ser mi recuerdo de la playa. Al menos el último antes de emprender el camino hacia rutas más olvidadas. Pero esa es otra historia, de adolescentes y de un berrinche juvenil, como los de Jota. Tus comentarios sobre la playa de la infancia me han obligado a recordar otra cosa. Un pueblo de casas blancas que ya no existen, con geranios en las ventanas y aspidistras en las calles, un camino de tierra guardado por eucaliptos y pinos, unas chumberas asomadas a la barbacana de un viejo castillo árabe y, al final, la playa. El cacaolat que nos daba mi madre, el cubito y el rastrillo, un señor con gorra de marino que tallaba barquitos en madera y que nos saludaba cada domingo, siempre los mismos vecinos de toallas, y, por supuesto, mira la lola flores, y qué canija la rosarillo, la lolita no va a llegá a ná, con lo que es su mare... El nombre de aquel pueblo ya no importa, porque ahora se lo ha apropiado una ciudad de turistas venida a menos y podrida por la corrupción que siempre se vio venir, digan lo que digan, desde que mi pueblo comenzó a morir a principios de los noventa. Salduba para los árabes, con eso me quedo. Si algo “bueno” tiene todo esto, y, hostias, de dónde me saldrá esta media sonrisa, es que no hay peligro de querer volver al lugar de partida, porque ya no existe. Por una razón u otra, yo tampoco puedo volver a la playa de hace diez años, bueno, veinte, veinticinco, qué más da, Mrs Dumont. Ya sé que no he dicho nada de los planetas y de la música, que es a lo que venimos, pero hoy es noche de San Juan, donde todo vale, o eso dicen, no?
Y una larga memoria, de la que nunca nadie podrá tener noticia, errará escrita por los aires, definitivamente extra¬viada, definitivamente perdida. (Rafael Alberti, La arboleda perdida)
P.D.: Un compañero de piso me hizo escuchar a Quique González hace un par de años y, desde entonces, no hay día de verano en que, por encima de los treinta grados, no escuche o tataree alguna de las melodías de Salitre 48. Es mi manera de seguir y superar las calores…
http://es.youtube.com/watch?v=0BuysXKPvDE&feature=related

Margaret Dumont dijo...

Al hilo de esos recuerdos me ha venido a la mente una canción... hoy actualizaré, si el tiempo no lo impide. :)