jueves, 24 de mayo de 2007

Un ratito de gloria

KIKO VENENO: EN UN MERCEDES BLANCO

Mañana fresca después de una noche de tormenta.
La ventanilla del coche bajada.

Un ratito de gloria.
Los ojos brillantitos.
Caldito de tu cuerpo.
Pañuelo de lunares.
Diez duros de papel albal.
Las cosas del amor, esa estrella reluciente.
Está muy bien, eso del cariño.
Bálsamo bueno de tu salivita.
Ponme esa cinta otra vez.
Échate un cantecito.

Si tú no te das cuenta de lo que vale, el mundo es una tontería.

Y a la mierda todo lo demás. :)







PD: La anécdota: Hará unos 10 años, iba yo por la plaza del ayuntamiento camino a clase de alemán y, delante de la extinta Sala Quatre, vi a Kiko Veneno (que actuaba allí esa noche) junto a otro tipo intentando abrir una persiana que se resistía. Lo tuve claro, me paré y dije "Hola Kiko, ¿qué haces?" y él me contestó, con toda su retranca andaluza, "Ya ves, me junto con toda clase de delincuentes". Por algún sitio de mi casa debe andar la carpeta en la que me firmó.

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