viernes, 8 de agosto de 2008

De princesas putas y putos príncipes

EXTREMODURO: PUTA

Extremoduro.

Ya deberían saber lo que sucede cuando se mienta a Robe y sus secuaces. Sí, de nuevo la ira de los dioses, la rabia incontenida e incontenible y la única buena noticia es que es el último acceso de furia, al menos de esta temporada, de este verano que ha cumplido todas las previsiones.

Extremoduro.

He saltado de golpe todas las etapas del duelo, directa a la casilla de la ira y vive Dios que es una liberación, notar los ojos secos y los puños apretados. La mandíbula rígida en una sonrisa forzada y un gesto que se expresa en palabras: "No me mires así, que no me pasa nada, ¿qué quieres, que llore?". Juas.

Extremoduro.

Algunos todavía no conocen a Freya ni a Margo Chaning. Algunos no se han molestado en conocerlas y se han quedado en la superficie azulada, luego vienen las sorpresas, el odio en los ojos chispeantes. Ya lo advertí, el que no quiere viajar conmigo no tiene sitio a mi lado. Lo que no esperaba es que me invitaran a abandonar el vagón pero a una guerrera no le detiene nada, la lucha es larga y no termina cuando el enemigo lo quiere. La trinchera sigue levantada, las trampas están ahí, el recorrido es muy largo.

Extremoduro.

O a lo mejor es que algunos buscan y cuando me encuentran no se esperan ver a una mini-walkiria, igual preferían haber tenido delante a Melania Hamilton en lugar de a la impulsiva Escarlata O´Hara. No, no soy Audrey Hepburn, siempre he preferido a Bette Davis, aunque nunca lo había confesado. Lo siento, hay por ahí millones de señoritas de compañía, niñitas dispuestas a aguantar tonterías y a decir sí y no cuando les aprietan la barriga, muñequitas de porcelana pero Freya no es de esas. Yo no he nacido para ser el Buddy de El Apartamento, yo no he nacido para besar sino para ser besada.

Extremoduro.

Esta canción me la "dedicó" hace años alguien que se sentía como me siento yo hoy. Por eso sé que no puedo optar más que a la ira, porque es ley de vida y los vaivenes de los sentimientos son cíclicos. Hoy se la dedico a todos los príncipes azules hijosdeperra que hacen carreras con la luna.

Desde lo más alto de la locura, feliz fin de semana. :)

Extremoduro: Puta (Yo, minoría absoluta - 2002)



Casi que a la fuerza recorro las horas y no me encuentra el día si no encuentro su boca diciendo ¡venga , venga, que me vuelvo loca! Y ando entre su pelo y hay un agujero; me subo a las estrellas y me tiro de cabeza. "Subí al árbol más alto que tiene la alameda y vi miles de ojos dentro de mis tinieblas.(...) Nosotras no las vemos, Las hormigas comentan. Y el caracol: mi vista sólo alcanza a las hierbas" Que nada me interesa de alrededor y me subo a lo más alto de la locura, me encuentro a mi princesa hablando con la luna echándose carreras a ver quién es más puta. Que no me da la gana pasar media vida buscando esa frase que tal vez no exista. ¡No me mira! ¿Y qué cojones puedo decir? Mi perro ya no quiere la comida y en mi cabeza paso el día buscándote. Llego a tus rincones llenos de flores y por mis esquinas llenas de colores se ha desbocao la primavera la noche entera. Bebo de una fuente caliente caliente y vuelvo a ver al hada que nunca me abandona. Cuando no estoy contigo domestico las horas y hago que den brincos y hago que corran. Que no me da la gana pasar media vida buscando esa droga que tal vez no exista. ¡No me mira el sol que no me mira si no me viene a ver una sonrisa! y se me sale dando pedales sin mi permiso una lagrimilla. Llego a tus rincones llenos de flores y por mis esquinas llenas de colores se ha desbocao la primavera la noche entera. Que nada me interesa de alrededor y me subo a lo más alto de la locura, me encuentro a mi princesa hablando con la luna echándose carreras a ver quien es más puta.

2 comentarios:

Wanderer dijo...

El errante impertinente que aquí osa hablaros, entrometiéndose en los asuntos de Folkvangr, si me lo permitís, ha escuchado historias en los más humildes refugios del camino. Allí cuentan que el problema de los príncipes (y principesas,que los tiempos evolucionan) azules es que, si los encuentras tal cual, destiñen nada más entrar al río, y si los buscas, te obligan a besar sapos y luego a rezar por que se conviertan. También había unos amigos de estos Extremoduro que, entre Mareas y pateras, se compadecían "de aquel que intenta conquistar la luna entera con versos de mierda". En cuanto a colores raros, dicen los aldeanos que los únicos seres azules que existen son los pitufos, y, en fin, sobre todo este asunto de principes y princesas, como decían unos viejos compañeros de viaje en tiempos ya pasados, que no olvidados, sólo cabe decir una cosa: ¡Viva la República!

Margaret Dumont dijo...

Pues sí, amigo, viva la República, sobre todo desde que la llegada de doña Letizia nos enseñó que cualquiera puede ser princesa por sorpresa, y en los asuntos del corazón, lo mismo. Nunca me gustó el color azul fuera del mar. Es sólo la indignación de tropezar dos veces en la misma piedra...
Pero el duelo y el cabreo son proporcionales a los sentimientos y por eso ya he abierto las ventanas y he reseteado la memoria. A otra cosa. :)