domingo, 6 de julio de 2008

Nos vamos de excursión

LOS MAGNÉTICOS: SIN GRAVEDAD
A tu cara pálida ponle un poco de color


Ni la paciencia del Santo Job bastaría para postear con una conexión telefónica... En fin, aquí estamos de nuevo y todo para compartir una canción muy fresca, muy divertida y, como no podía ser menos, muy veraniega. Porque ayer nos fuimos de excursión playera con las sombrillas, la crema, la nevera, las cervezas y hasta con niño incluido, que los años no pasan en balde. Y me acordé de Nos vamos de excursión, el primer hit de los Magnéticos, pero también de Sin gravedad, que suena infinitamente mejor y me trae recuerdos de un agosto de 2001, de un primer Benicàssim y de unos días en los que todo parecía salir lo mejor posible. A 40 grados en aquella carpa hubo confetti, cartas de la baraja magnética, fotos y risas. Y durante aquellos días guardamos millones de anécdotas que todavía salen a la luz: las charlas interminables con el amigo asturiano que nos echamos, el café que nos venían a pedir los vecinos con la taza en la mano, la cafetera eléctrica que hizo saltar el sistema del camping, el ambiente cutre del Montemar, que todavía nos recibe cada año a la llegada al recinto con el mismo cartel: "Guardamos carabanas todo el año". (No es una falta de ortografía, es parte del encanto).

Los Magnéticos fueron uno de los grupos valencianos surgidos a mediados de los 90, que protagonizaron la llamada "explosión naranja". El conjunto de los hermanos Tormo y el incombustible Isma Rumbeu es muy especial para mí, por diversos motivos. Los conocí de acompañante en una entrevista y sobre ellos versaría, meses después, la segunda crónica concertera que tuve el gusto de firmar en mi vida, en una publicación "seria". Pero la chispa saltó cuando, en uno de los típicamente valencianos cruces carambolescos de destinos (bendita ciudad, tan grande y tan pequeña), resultó que Mamá Dumont había sido profesora de los hermanos, que todos se recordaban mutuamente y que el cantante incluso mencionó la visita de una pequeñísima Margaret Dumont en una ocasión al aula, cuando él contaba con unos 9 años. "Una cosa pequeña y rubia", diría el mediano de los Tormo al evocar algo de lo que yo tengo un recuerdo más que difuso.

Los Magnéticos publicaron 2 lps y se retiraron hará unos 5 años pero siempre se les recordará por tener uno de los directos más divertidos de la música española. Con toques futuristas en un claro homenaje a Aviador Dro, el cuarteto llenaba el escenario de pelotas hinchables, gafas de plástico y demás parafernalia que el público acababa por repartirse, al tiempo que coreaba los estribillos fáciles y frenéticos de las canciones. A los dibujos de César Tormo se unieron las creaciones en plastelina de Pablo Llorens, un talento del género en España, tal y como se puede comprobar en el vídeo de Sin gravedad. Llorens, que tiene 2 Goyas en su haber, nos enseñó un día su estudio, haciendo gala de la misma amabilidad que demuestra siempre que coincidimos en la noche valenciana.

Podría seguir con infinidad de otras vivencias asociadas a todos estos nombres pero no es cuestión de aburrir al personal ni de creerse que el blog es un diván de psicoanalista. Aquí está Sin gravedad, un tema que habla de verano, de amigos, de luz, de diversión, de sustancias para despegar, de buen rollo, de playa y de vacaciones, al menos esto último en mi cabecita. Y me quedo con esa frase que bien podría encabezar este rincón para compartir sonidos: las canciones buenas se cargan la gravedad.

Feliz inicio de semana. :)


Los Magnéticos: Sin gravedad
(Indestructible, 2001)


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