LOS PLANETAS: UNA CORONA DE ESTRELLAS
Puedes pedirme lo que tú quieras,
te mereces una corona de estrellas
Hay quien dice que Los Planetas son el grupo más sobrevalorado de la historia y hay quien simplemente los ama, sin condiciones. Hay quien desprecia la manera de mascullar canciones de Jota y hay quien sostiene sesudas teorías sobre la actitud y la subversión musical referidas a ellos. En definitiva, hay quien no los entiende y hay quien se precia de entenderlo todo. Los Planetas acaban de publicar su octavo disco, Una ópera egipcia, y para todos aquellos que no los comprenden pero quieren hacerlo o se preguntan qué tendrán estos granadinos y se plantean para averiguarlo comprarse este trabajo, aquí va un análisis DAFO que espero les aclare las ideas.
El DAFO es un invento marketiniano en el que se reflejan las Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades de una empresa, una marca, una idea de negocio… En él se recogen todas las variables posibles, no sólo las puramente financieras sino la coyuntura, los gustos del público, las modas. Primero se estudia la situación competitiva de la empresa en el mercado, detectando Oportunidades y Amenazas para la misma, en este caso Los Planetas.
AMENAZAS
Su oportunidad ya pasó, dirán muchos. La banda granadina despuntó en los primeros años 90 liderando lo que se dio en llamar el sonido noise y dando una vuelta de tuerca a la música independiente patria. Hoy en día “lo alternativo” apenas existe, muchos sellos has cerrado y los que sobreviven no encajan con la filosofía de un grupo que en el fondo siempre ha querido hacerse rico con esto de la música. En todo caso, “lo alternativo” se ha convertido en la vertiente bohemia de lo comercial, porque lo bohemio vende, y mucho. (En realidad esto no es nuevo, es algo que se viene observando desde los albores de los 60, me atrevería a decir, pero eso es un debate más extenso para otra ocasión).
En este sentido, dejemos claro que en la industria de la música, el “indie” es un departamento de marketing como otro cualquiera, romanticismos aparte. Y más cuando Los Planetas funcionan con política de grupo vendedor, no digo que sean Bisbal pero ya me entienden. En el “indie” actual, Los Planetas ya no son lo que eran y su hueco ha quedado desplazado por el electro pop, las cantautoras melancólicas, los grupos popis y demás fauna. Su único aval es su veteranía y esto, en los tiempos que corren, significa cada vez menos.
Como grupo semi-desconocido, despertaban curiosidad y cierto halo de admiración. Como banda minoritaria, eran “lo más”. Pero cuando ya han sonado en todos los pubs de España y han dado millones de entrevistas y salen hasta en el telediario, la aureola de misterio desaparece y sólo queda un grupo con sonido cuestionable y que en algún momento fueron referente de “algo” que la mayor parte del público no entiende.
OPORTUNIDADES
Nunca ha vuelto a haber nadie como ellos. Buenos o malos, el mercado nacional está falto de un referente “indie”, de un grupo que cree tendencia y se convierta en una formación “de culto”. Ellos siguen manejando el cotarro.
El público los ama o al menos gran parte de él y la prueba está en que siguen llenando aforos enormes en festivales o conciertos de invierno. El marketing les ha sabido ubicar en esa franja de malditos que ganan dinero a espuertas pero siguen renegando de lo comercial y haciendo travesuras, los chicos malos del pop lo seguirán siendo, aunque ya no cumplan los 40.
El grupo ya es referente de multitud de músicos jóvenes, que o bien les copian descaradamente (vean el primer single en la historia de los Lori Meyers) o se inspiran en su manera de componer y en su sonido.
No me pregunten por qué, pero su imagen atrae y vende. Hasta Jota levanta pasiones (servidora aún le haría un favorcito, a pesar de lo mucho que ha perdido con los años; Jota, no yo, jaja). Serán las Adidas, los sueters de rayas, la actitud chulesca, la dejadez y el hastío que emanan de todas sus poses y sus intervenciones. Una vez más, el público muestra su adoración con una estética muy vinculada al rock (la delgada línea que separa rock y pop, otro apasionante debate): chicos "duros", pelín antipáticos, aficionados a los excesos...
A continuación, se analiza la situación interna de la compañía, detectando Debilidades y Fortalezas.
DEBILIDADES
Si en algún momento lideraron el “indie” y de hecho, con ellos llegó el término a España, hoy en día Los Planetas no lideran nada, menos desde que ficharon por una multinacional y protagonizan escandalosas estrategias de marketing que les reportan suculentos beneficios. Que si vídeos censurados, que si un único concierto al año, que si flamenquines y grupos paralelos… Los alumnos les han sacado ventaja y ha quedado demostrado que los granadinos estuvieron en el lugar exacto, en el momento exacto, nada más.
¿Sabe Jota cantar? ¿Tiene alguna gracia que no se le entienda? ¿Tiene sentido hoy en día, cuando las letras están al alcance de un click? ¿Saben tocar en directo Los Planetas? ¿Es lícito que quien ha pagado una entrada para nada barata tenga que aguantar sus patinazos acústicos o las desapariciones del grupo mientras se van a hacer cuatro millones de rayas? ¿Es de recibo que una estrella del pop cante de brazos cruzados o con las manos tras la espalda?
Si introducen en Google las palabras “los planetas plagian” verán una relación de canciones en las que supuestamente los granadinos se han inspirado (también pueden descargarse una carpeta del mismo nombre en la que alguien ha recopilado los presuntos plagios y los presuntos originales). Jota dijo en una entrevista en Rock de Lux que todas las combinaciones de notas musicales están escritas, que es imposible no reproducirlas… Claro, que ya es casualidad que ellos “reproduzcan” a gentes de lo más selecto del “indie” y no a Encarnita Polo o a Javi Cantero.
Las drogas… Parece mentira que a estas alturas de la película este tema siga despertando pasiones y simbolizando algo prohibido y excitante, pero es así. Y ellos son predicadores de esta trasnochada religión, si no, fíjense en las miles de gargantas que corean eso de “nos hemos metido cuatro millones de rayas” en los conciertos.
Al margen de las drogas, si tomamos la temática del resto del repertorio “planetario” y se la enseñamos descontextualizada a un sueco, nos dirá si “eso” son los Hombres G. Y es que no me negarán que el tema “te-odio-tus-amigos-no-me-hablan-eres-mala-cuánto-sufro-voy-a-ver-si-me-emborracho” es de una simpleza y una reiteración imperdonables.
La “actitud” es algo tan importante como insufrible, cuando se hace demasiado palpable. ¿Recuerdan la chica que había en la primera formación? ¿La que tocaba de espaldas al público porque era “muy tímida”? Eso junto al aire de estrellas que se gastaban aun cuando sólo tenían una maqueta, el alardeo continuo de vivir on the wild side… Es fácil estomagarse un poco con tanta “actitud” que más bien huele a pose.
FORTALEZAS
Hubo quien dijo que Si está bien rezumaba la tristeza adolescente del mejor Buddy Holly. El caso es que, 16 años y 8 LPs después, las canciones de Los Planetas siguen hablando de amoríos, de chicos malos, de drogas, de enfados, de rabietas de novietes, de ligues, de sexo… y la fórmula sigue funcionando.
Hubo quien dijo tras publicarse Pop, “¿Pero qué le han hecho a Jota las mujeres?” Lo cierto es que el 99% de sus canciones destilan odio a las féminas que parecen putearle a conciencia y, una vez más, la fórmula sigue funcionando.
Distorsión, melodías potentes, letras interesantes, sentido del humor, estribillos pegadizos… de todo hay en la carrera de Los Planetas y por estos y más motivos gozan del favor de gran parte del público. Que hacen buenas canciones, puede discutirse. Que hacen canciones que “no dejan indiferente a nadie” es un argumento pobre y manido pero no por ello incierto.
Jota canta mal o al menos no vocaliza, eso es indudable. Pero su voz tiene cierto magnetismo que queda en evidencia en sus dúos o colaboraciones con gente como Nacho Vegas, Isabel León, La Bien Querida, La Buena Vida…
Y es que, no solamente de discos propios viven Los Planetas. Gracias a ellos se ha dado a conocer una importante cantera de grupetes y solistas que han grabado en El Refugio Aéreo y, hay que reconocerlo, pueden estar bien agradecidos al grupo por el sonido que les han ayudado a conseguir.
Los Planetas se han reinventado, de alguna manera. Del pop introvertido y la distorsión de Super 8 pasaron al punk blandito de Pop, al sonido casi perfecto de Una semana en el motor de un autobús (su mejor disco para mí), demostraron que sabían componer singles resultones (Un buen día, Santos que yo te pinte, Cumpleaños total, Pesadilla en el parque de atracciones) y más recientemente se han pasado al medio flamenco. Y no les ha salido mal la jugada. Por no hablar de la ingentísima cantidad de caras B, singles y colaboraciones que han ido publicando durante estos tres lustros. Otra cosa no, pero prolíficos…
Repitiéndome un poco, prueben a pinchar una noche Un buen día, Qué puedo hacer, La máquina de escribir, De viaje, Vas a verme por la tele, La playa, Alegrías del incendio, Pesadilla en el parque de atracciones, Segundo premio… e incluso Mi hermana pequeña, David y Claudia, Maniobra de evasión, Reunión en la cumbre, El artista madridista, Devuélveme la pasta… O escúchenlos en directo, son una enorme colección de singles que hacen bailar, cantar y saltar al personal. Sean malos o buenos, ¿qué más se le puede pedir a un grupo?
Hechas todas estas apreciaciones y presta a recibir sus ataques (o no), añadiré que Una ópera egipcia hace referencia a un superlativo empleado por los gitanos, algo como "el no va más". Y es que Jota y sus secuaces han vuelto a tirar por el flamenco aunque díganme si este tema no suena a "los mejores" Planetas, a los más clásicos.
Feliz viernes.
Puedes pedirme lo que tú quieras,
te mereces una corona de estrellas
Hay quien dice que Los Planetas son el grupo más sobrevalorado de la historia y hay quien simplemente los ama, sin condiciones. Hay quien desprecia la manera de mascullar canciones de Jota y hay quien sostiene sesudas teorías sobre la actitud y la subversión musical referidas a ellos. En definitiva, hay quien no los entiende y hay quien se precia de entenderlo todo. Los Planetas acaban de publicar su octavo disco, Una ópera egipcia, y para todos aquellos que no los comprenden pero quieren hacerlo o se preguntan qué tendrán estos granadinos y se plantean para averiguarlo comprarse este trabajo, aquí va un análisis DAFO que espero les aclare las ideas.
El DAFO es un invento marketiniano en el que se reflejan las Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades de una empresa, una marca, una idea de negocio… En él se recogen todas las variables posibles, no sólo las puramente financieras sino la coyuntura, los gustos del público, las modas. Primero se estudia la situación competitiva de la empresa en el mercado, detectando Oportunidades y Amenazas para la misma, en este caso Los Planetas.
AMENAZAS
Su oportunidad ya pasó, dirán muchos. La banda granadina despuntó en los primeros años 90 liderando lo que se dio en llamar el sonido noise y dando una vuelta de tuerca a la música independiente patria. Hoy en día “lo alternativo” apenas existe, muchos sellos has cerrado y los que sobreviven no encajan con la filosofía de un grupo que en el fondo siempre ha querido hacerse rico con esto de la música. En todo caso, “lo alternativo” se ha convertido en la vertiente bohemia de lo comercial, porque lo bohemio vende, y mucho. (En realidad esto no es nuevo, es algo que se viene observando desde los albores de los 60, me atrevería a decir, pero eso es un debate más extenso para otra ocasión).
En este sentido, dejemos claro que en la industria de la música, el “indie” es un departamento de marketing como otro cualquiera, romanticismos aparte. Y más cuando Los Planetas funcionan con política de grupo vendedor, no digo que sean Bisbal pero ya me entienden. En el “indie” actual, Los Planetas ya no son lo que eran y su hueco ha quedado desplazado por el electro pop, las cantautoras melancólicas, los grupos popis y demás fauna. Su único aval es su veteranía y esto, en los tiempos que corren, significa cada vez menos.
Como grupo semi-desconocido, despertaban curiosidad y cierto halo de admiración. Como banda minoritaria, eran “lo más”. Pero cuando ya han sonado en todos los pubs de España y han dado millones de entrevistas y salen hasta en el telediario, la aureola de misterio desaparece y sólo queda un grupo con sonido cuestionable y que en algún momento fueron referente de “algo” que la mayor parte del público no entiende.
OPORTUNIDADES
Nunca ha vuelto a haber nadie como ellos. Buenos o malos, el mercado nacional está falto de un referente “indie”, de un grupo que cree tendencia y se convierta en una formación “de culto”. Ellos siguen manejando el cotarro.
El público los ama o al menos gran parte de él y la prueba está en que siguen llenando aforos enormes en festivales o conciertos de invierno. El marketing les ha sabido ubicar en esa franja de malditos que ganan dinero a espuertas pero siguen renegando de lo comercial y haciendo travesuras, los chicos malos del pop lo seguirán siendo, aunque ya no cumplan los 40.
El grupo ya es referente de multitud de músicos jóvenes, que o bien les copian descaradamente (vean el primer single en la historia de los Lori Meyers) o se inspiran en su manera de componer y en su sonido.
No me pregunten por qué, pero su imagen atrae y vende. Hasta Jota levanta pasiones (servidora aún le haría un favorcito, a pesar de lo mucho que ha perdido con los años; Jota, no yo, jaja). Serán las Adidas, los sueters de rayas, la actitud chulesca, la dejadez y el hastío que emanan de todas sus poses y sus intervenciones. Una vez más, el público muestra su adoración con una estética muy vinculada al rock (la delgada línea que separa rock y pop, otro apasionante debate): chicos "duros", pelín antipáticos, aficionados a los excesos...
A continuación, se analiza la situación interna de la compañía, detectando Debilidades y Fortalezas.
DEBILIDADES
Si en algún momento lideraron el “indie” y de hecho, con ellos llegó el término a España, hoy en día Los Planetas no lideran nada, menos desde que ficharon por una multinacional y protagonizan escandalosas estrategias de marketing que les reportan suculentos beneficios. Que si vídeos censurados, que si un único concierto al año, que si flamenquines y grupos paralelos… Los alumnos les han sacado ventaja y ha quedado demostrado que los granadinos estuvieron en el lugar exacto, en el momento exacto, nada más.
¿Sabe Jota cantar? ¿Tiene alguna gracia que no se le entienda? ¿Tiene sentido hoy en día, cuando las letras están al alcance de un click? ¿Saben tocar en directo Los Planetas? ¿Es lícito que quien ha pagado una entrada para nada barata tenga que aguantar sus patinazos acústicos o las desapariciones del grupo mientras se van a hacer cuatro millones de rayas? ¿Es de recibo que una estrella del pop cante de brazos cruzados o con las manos tras la espalda?
Si introducen en Google las palabras “los planetas plagian” verán una relación de canciones en las que supuestamente los granadinos se han inspirado (también pueden descargarse una carpeta del mismo nombre en la que alguien ha recopilado los presuntos plagios y los presuntos originales). Jota dijo en una entrevista en Rock de Lux que todas las combinaciones de notas musicales están escritas, que es imposible no reproducirlas… Claro, que ya es casualidad que ellos “reproduzcan” a gentes de lo más selecto del “indie” y no a Encarnita Polo o a Javi Cantero.
Las drogas… Parece mentira que a estas alturas de la película este tema siga despertando pasiones y simbolizando algo prohibido y excitante, pero es así. Y ellos son predicadores de esta trasnochada religión, si no, fíjense en las miles de gargantas que corean eso de “nos hemos metido cuatro millones de rayas” en los conciertos.
Al margen de las drogas, si tomamos la temática del resto del repertorio “planetario” y se la enseñamos descontextualizada a un sueco, nos dirá si “eso” son los Hombres G. Y es que no me negarán que el tema “te-odio-tus-amigos-no-me-hablan-eres-mala-cuánto-sufro-voy-a-ver-si-me-emborracho” es de una simpleza y una reiteración imperdonables.
La “actitud” es algo tan importante como insufrible, cuando se hace demasiado palpable. ¿Recuerdan la chica que había en la primera formación? ¿La que tocaba de espaldas al público porque era “muy tímida”? Eso junto al aire de estrellas que se gastaban aun cuando sólo tenían una maqueta, el alardeo continuo de vivir on the wild side… Es fácil estomagarse un poco con tanta “actitud” que más bien huele a pose.
FORTALEZAS
Hubo quien dijo que Si está bien rezumaba la tristeza adolescente del mejor Buddy Holly. El caso es que, 16 años y 8 LPs después, las canciones de Los Planetas siguen hablando de amoríos, de chicos malos, de drogas, de enfados, de rabietas de novietes, de ligues, de sexo… y la fórmula sigue funcionando.
Hubo quien dijo tras publicarse Pop, “¿Pero qué le han hecho a Jota las mujeres?” Lo cierto es que el 99% de sus canciones destilan odio a las féminas que parecen putearle a conciencia y, una vez más, la fórmula sigue funcionando.
Distorsión, melodías potentes, letras interesantes, sentido del humor, estribillos pegadizos… de todo hay en la carrera de Los Planetas y por estos y más motivos gozan del favor de gran parte del público. Que hacen buenas canciones, puede discutirse. Que hacen canciones que “no dejan indiferente a nadie” es un argumento pobre y manido pero no por ello incierto.
Jota canta mal o al menos no vocaliza, eso es indudable. Pero su voz tiene cierto magnetismo que queda en evidencia en sus dúos o colaboraciones con gente como Nacho Vegas, Isabel León, La Bien Querida, La Buena Vida…
Y es que, no solamente de discos propios viven Los Planetas. Gracias a ellos se ha dado a conocer una importante cantera de grupetes y solistas que han grabado en El Refugio Aéreo y, hay que reconocerlo, pueden estar bien agradecidos al grupo por el sonido que les han ayudado a conseguir.
Los Planetas se han reinventado, de alguna manera. Del pop introvertido y la distorsión de Super 8 pasaron al punk blandito de Pop, al sonido casi perfecto de Una semana en el motor de un autobús (su mejor disco para mí), demostraron que sabían componer singles resultones (Un buen día, Santos que yo te pinte, Cumpleaños total, Pesadilla en el parque de atracciones) y más recientemente se han pasado al medio flamenco. Y no les ha salido mal la jugada. Por no hablar de la ingentísima cantidad de caras B, singles y colaboraciones que han ido publicando durante estos tres lustros. Otra cosa no, pero prolíficos…
Repitiéndome un poco, prueben a pinchar una noche Un buen día, Qué puedo hacer, La máquina de escribir, De viaje, Vas a verme por la tele, La playa, Alegrías del incendio, Pesadilla en el parque de atracciones, Segundo premio… e incluso Mi hermana pequeña, David y Claudia, Maniobra de evasión, Reunión en la cumbre, El artista madridista, Devuélveme la pasta… O escúchenlos en directo, son una enorme colección de singles que hacen bailar, cantar y saltar al personal. Sean malos o buenos, ¿qué más se le puede pedir a un grupo?
Hechas todas estas apreciaciones y presta a recibir sus ataques (o no), añadiré que Una ópera egipcia hace referencia a un superlativo empleado por los gitanos, algo como "el no va más". Y es que Jota y sus secuaces han vuelto a tirar por el flamenco aunque díganme si este tema no suena a "los mejores" Planetas, a los más clásicos.
Feliz viernes.
1 comentario:
¡Espectacular análisis!!! Me lo tomo incluso como pequeño homenaje, porque quiero, jajaja. :PPP Besets,
Publicar un comentario