La tristezza passerà domattina

Al segundo Negroni llegan también las risas y los momentos absurdos. Cuando le dices "Bye!" a tu casera y te contesta "¡Voy!"; cuando estrechas la mano de un desconocido con un efusivo "Ciaaaaaaaaaaao!" y eso que no sabes hablar italiano; cuando acabas haciéndote fotos con un camarero mejicano que no deja de inventarse bromas (probablemente para ganarse una propina que nunca existió); cuando dormitas en el banco de un museo junto a una japonesa viejecita que hace lo propio; cuando burlas la vigilancia para hacer una foto del trasero del David; cuando encuentras un busto de alguien con aires indies...
O cuando te paseas por un mercadillo nocturno y durante 5 o 6 puestos no puedes dejar de reir, sin emitir palabra inteligible alguna, y hasta llegar a coger unos consoladores de cerámica sin saber lo que son. Finalmente llegas a un puesto en el que surge un argentino que inicia una conversación más o menos lúcida, que de repente se arranca con un tango y tú, inexplicablemente, entonas Buonanotte Fiorellino y un coro de risas italianas al otro lado del puesto te sorprende e incluso parece que quiere seguirte... Pero a ti te brilla la mirada, llena de Negroni, porque tú estás cantando la versión que hace Josele Santiago de esta nana y eso, ya se sabe, es todo un mini-momento.
48 horas dan para mucho, si se saben aprovechar. :)
Josele Santiago: Buonanotte Fiorellino (Garabatos, 2006)
No hay comentarios:
Publicar un comentario