Todo a mi alrededor se vuelve diferente
aunque en el fondo sea igual
(Teoría existencial de Todo a Cien #746)
Existe un porcentaje mínimo de nuestros recuerdos que podríamos denominar inconsciente, es decir, que nadie nos los ha contado, que no sabemos cómo se han instalado en nuestra memoria de manera indeleble, que no están contaminados por la conciencia y por tanto no están edulcorados por el sentimentalismo ni magnificados por el rechazo y, lo más curioso, pertenecen a un tiempo en el que apenas adquiríamos consciencia de nosotros mismos. Todos tenemos grabados sonidos, imágenes, palabras e incluso escenas cuya precocidad nos sorprende, porque no recordamos nada más que eso. Un mueble, una cortina, una persona, una frase que escuchamos, todo teñido de cierta neblina y esto, además de ser un tópico recurrente al hablar de recuerdos, es una realidad en este caso, ya que me refiero a visiones borrosas en las que los contornos están medio difuminados, como en un sueño, no se trata de pensamientos claros.
En mis recuerdos más tempranos, sin que esto vaya asociado a nada más que a una vida incipiente, está La noche no es para mí, de Vídeo. Nadie en mi casa tenía ese disco ni era la canción favorita de nadie que me rodeara, únicamente sonaba mucho en la radio e intuyo que mi cabecita lo escucharía a todas horas. No recuerdo nada más, mañanas grises en las que probablemente iba al colegio, una sintonía radiofónica dando paso a unas noticias en el transistor de mis padres y poco más.
Consultando datos sobre el grupo, compruebo que yo tenía 7 años cuando grabaron este single, su mayor éxito, y por lo tanto sé que tengo recuerdos anteriores a esa época, pero éste se ha colado por derecho propio en mi memoria. Y también sé que nunca volví a escuchar esta canción hasta hace unos años, cuando se revitalizó la movida, y entonces caí en la cuenta, en plan magdalena de Proust, "oooooh, yo recuerdo esto... esto sonaba cuando yo era una enana..."

Ya, ya sé que es una pésima manera de encarar el fin de semana pero no todo van a ser luces de neón. Feliz viernes. :)
Vídeo: La noche no es para mí (1983)
2 comentarios:
Querida Margaret Dumont,
Llevo unos cuantos días enganchado a la canción de Michi Panero. Hay canciones que después de un tiempo en barbecho las recuperas y no puedes desprenderte de ellas a pesar de las repeticiones. Y cuando no la escuchas te sobrevuela los pensamientos.
Resignado, he tecleado su nombre en google para ver que me contaba la red sobre ella.
En la tercera o cuarta entrada, he leído, ya en tu blog, de la existencia real de Michi Panero. Sorprendido. Pensé que era un figura a la que Nacho mentaba para demostrar la vacuidad de su existencia. He continuado y el texto me ha invitado a curiosear por tus entradas.
Y nada. Decirte que hay muchas consideraciones que comparto y que he pasado un rato entretenido en una tediosa mañana laboral.
Un par de cosas: LHR es una ausencia destacada en tus entradas así como Deluxe ¿No?
Vaya, me alegro mucho (y me ruborizo un poco) de que te hayas entretenido con esta colección de reflexiones, sobre todo si ha sido durante una tediosa mañana laboral jeje
Como habrás visto, el blog es ante todo personal y subjetivo así que te aclaro tus preguntas:
No me gustan mis paisanos LHR... :)
Tengo un cariño especial por una canción de Deluxe que algún día caerá. No es mi grupo favorito pero tienen cosas que me gustan. Próximamente en sus pantallas. :)
¡Gracias por el comentario!
M.
Publicar un comentario