JULIE ANDREWS: MY FAVORITE THINGS
(Sonrisas y lágrimas, 1965)
MARLANGO: MY FAVORITE THINGS
(Campaña Navidad 2007 ECI)
Si esto no es un blog de cine, mucho menos aún lo es de literatura y sin embargo, quiero dar fe de dos noticias del mundo de las letras que me han llegado al corazoncito por motivos diversos. Dos apuntes y una canción alegre, porque si no me parece que va a ser imposible afrontar este fin de semana, y el lunes, y la semana...
JUAN MARSÉ. El escritor catalán Juan Marsé recibió ayer el Premio Cervantes de literatura, una especie de Nobel a la española, y yo estoy muy contenta porque este hombre, aunque tiene grandes bodrios, es el autor de una de mis novelas favoritas, Últimas tardes con Teresa. En las 2-3 páginas que abren la tercera parte del libro, Marsé hace un alegato crítico sobre los pijo-progres que podría perfectamente haberse escrito ayer y seguramente seguirá vigente durante décadas. Marsé es además un gran cinéfilo pero por encima de todo, este hombre es mi padre putativo en lo que a onomástica se refiere, y es que le debo mi nombre. Mamá Dumont preparaba oposiciones por estas fechas. Quien quiera saber más, que consulte su bibliografía. ;)
GLORIA FUERTES. Ayer se cumplían 10 años de la muerte de esta poeta (ella odiaba la palabra "poetisa") y yo periódicamente me acuerdo de ella. Todos nos hemos criado con sus obras infantiles (yo contento, tú contenta, qué bien me sale la cuenta) y nos hemos reído con la parodia de Martes y Trece. La Fuertes es nuestra infancia. Pero héte aquí que de adulta, de nuevo gracias a Mamá Dumont, descubrí a la Gloria también adulta, a la autora de poemas sencillos pero tristes, certeros, hirientes bajo una apariencia naïf. Desde sencillas declaraciones de amor (No hay salida, me estoy acostumbrando a tu saliva.) hasta alegatos contra el capitalismo, la avaricia o la vida moderna. Los textos adultos de Gloria destilan soledad y no puedo evitar estremecerme al pensar cómo sería "por dentro" una mujer capaz de escribir todos los días me suicido un poco y acto seguido, crear un poema lleno de color para los niños. Descúbranla, no se arrepentirán.
Aunque no es de mis favoritos, Isla ignorada expresa bastante bien lo que debió de ser la vida de esta interesantísima poeta, incomprendida, querida pero no amada, o al menos eso decía ella:
ISLA IGNORADA
Soy como esa isla que ignorada,
late acunada por árboles jugosos,
en el centro de un mar
que no me entiende,
rodeada de nada,
-sola sólo-.
Hay aves en mi isla relucientes,
y pintadas por ángeles pintores,
hay fieras que me miran dulcemente,
y venenosas flores.
Hay arroyos poetas
y voces interiores
de volcanes dormidos.
Quizá haya algún tesoro
muy dentro de mi entraña.
¡Quién sabe si yo tengo
diamante en mi montaña,
o tan sólo un pequeño
pedazo de carbón!
Los árboles del bosque de mi isla,
sois vosotros mis versos.
¡Qué bien sonáis a veces
si el gran músico viento
os toca cuando viene el mar que me rodea!
A esta isla que soy, si alguien llega,
que se encuentre con algo es mi deseo;
-manantiales de versos encendidos
y cascadas de paz es lo que tengo-.
Un nombre que me sube por el alma
y no quiere que llore mis secretos;
y soy tierra feliz -que tengo el arte
de ser dichosa y pobre al mismo tiempo-.
Para mí es un placer ser ignorada,
isla ignorada del océano eterno.
En el centro del mundo sin un libro
sé todo, porque vino un mensajero
y me dejó una cruz para la vida
-para la muerte me dejó un misterio.
Y para terminar, una canción llena de alegría, pelín cursi pero muy optimista, porque Gloria Fuertes nos enseñó a fijarnos en pequeñas cosas para sobrellevar la vida, My favorite things, de Sonrisas y lágrimas (1965). Ya saben, gatitos, flores, gotitas de lluvia... I simply remember my favorite things and then I don´t feel so bad. :)
Algo tendrá esta canción cuando Marlango decidió hacer una versión y aunque la Watling no sea santa de mi devoción, esto sonaba muy bien en las Navidades del año pasado (a pesar de ser la sintonía de ciertos grandes almacenes...). Y sé que a más de uno le gustará... ;)
Spot El Corte Inglés - Marlango
viernes, 28 de noviembre de 2008
miércoles, 26 de noviembre de 2008
La balada de Lucía Jordá
MARIANNE FAITHFULL: THE BALLAD OF LUCY JORDAN
In a white suburban bedroom in a white suburban town
Una canción muy triste para un día gris, frío y lluvioso. El texto lo firma el prolífico escritor Shel Silverstein y la primera versión no es ésta, aunque sí es la más conocida. La historia de Lucy Jordan es la de un ama de casa que se levanta todos los días en un suburbio americano para cumplir con su rutina y a los 37 se hace a la idea de que nunca recorrerá París en un descapotable con la melena al viento, con lo cual se sienta a tararear una nana compulsivamente mientras el teléfono no deja de sonar. Una imagen muy cinematográfica. No siempre nos quedará París.
¿Y por qué ese final con risas nerviosas en la azotea de un edificio me recuerda tanto al de Perdimos el control de Nacho Vegas? Otro día iremos a juicio por guiños, homenajes y plagios varios. Hoy, déjense envolver por la voz vibrante y aguardentosa de esta mujer de ojos inmensos.
Marianne Faithfull: The ballad of Lucy Jordan
(Broken English, 1979)
In a white suburban bedroom in a white suburban town
Una canción muy triste para un día gris, frío y lluvioso. El texto lo firma el prolífico escritor Shel Silverstein y la primera versión no es ésta, aunque sí es la más conocida. La historia de Lucy Jordan es la de un ama de casa que se levanta todos los días en un suburbio americano para cumplir con su rutina y a los 37 se hace a la idea de que nunca recorrerá París en un descapotable con la melena al viento, con lo cual se sienta a tararear una nana compulsivamente mientras el teléfono no deja de sonar. Una imagen muy cinematográfica. No siempre nos quedará París.
¿Y por qué ese final con risas nerviosas en la azotea de un edificio me recuerda tanto al de Perdimos el control de Nacho Vegas? Otro día iremos a juicio por guiños, homenajes y plagios varios. Hoy, déjense envolver por la voz vibrante y aguardentosa de esta mujer de ojos inmensos.
Marianne Faithfull: The ballad of Lucy Jordan
(Broken English, 1979)
lunes, 17 de noviembre de 2008
Los gordos también lloran
BILLY STEWART: A FAT BOY CAN CRY
Lo bueno de no tener ni puñetera idea de soul es que te acercas a él con los oídos por estrenar, te sorprendes con cada temazo que escuchas y nunca, nunca, se agotan las canciones. En mi pequeña recopilación personal de grandes himnos, tengo algunos grabados a fuego y siempre asociados a buenos momentos o recuerdos especiales.
Al no saber nada de nadie, lees la trayectoria de algunas grandes voces y siempre aprendes algo, como la historia de Billy Stewart, que pesaba más de cien kilos y arrastró siempre problemas de salud debido a su gordura, aunque falleció en un accidente de tráfico, a los 33 años. Parece ser que "Fat boy" Stewart dominaba una técnica que consistía en arrastrar las sílabas sobre una nota musical, lo que producía un personalísimo estilo a la hora de cantar.
En este tema, Stewart casi hace una autobiografía, recordando a todos los que piensan que los gorditos son felices, que un hombre gordo no es Santa Claus con una bolsa llena de juguetes. This fat boy can cry.
Maravíllense con esta joyita, perfecta para una soporífera mañana de lunes. :)
Lo bueno de no tener ni puñetera idea de soul es que te acercas a él con los oídos por estrenar, te sorprendes con cada temazo que escuchas y nunca, nunca, se agotan las canciones. En mi pequeña recopilación personal de grandes himnos, tengo algunos grabados a fuego y siempre asociados a buenos momentos o recuerdos especiales.
Al no saber nada de nadie, lees la trayectoria de algunas grandes voces y siempre aprendes algo, como la historia de Billy Stewart, que pesaba más de cien kilos y arrastró siempre problemas de salud debido a su gordura, aunque falleció en un accidente de tráfico, a los 33 años. Parece ser que "Fat boy" Stewart dominaba una técnica que consistía en arrastrar las sílabas sobre una nota musical, lo que producía un personalísimo estilo a la hora de cantar.
En este tema, Stewart casi hace una autobiografía, recordando a todos los que piensan que los gorditos son felices, que un hombre gordo no es Santa Claus con una bolsa llena de juguetes. This fat boy can cry.
Maravíllense con esta joyita, perfecta para una soporífera mañana de lunes. :)
miércoles, 12 de noviembre de 2008
Preguntas sin respuesta
DUFFY: RAIN ON YOUR PARADE
Aquí van unas preguntas que me hago a mí misma sobre féminas cantantes:
¿Por qué Britney Spears está tan desprestigiada si tiene hitazos como Toxic?
¿Qué fue de Alyzée? ¿Y por qué Lolita era la única canción decente en un disco de quinta división?
¿No iba Amy Winehouse a lanzar su nueva canción al mismo tiempo que el tema Bond que le quitó Alicia Keys para Quantum of Solace? ¿Qué ha pasado?
¿Por qué es tan aburrido el disco de Duffy mientras Mercy es un temazo?
Acerca de esta última cuestión, resulta que la discográfica de Duffy va a lanzar el lunes una reedición de su lp Rockferry en la que, cómo no, incluirá extras, vídeos y temas inéditos. Desde hoy está disponible el vídeo del que previsiblemente será nuevo single, uno de esos inéditos que, no son tontos en la discográfica, está en la línea del Mercy. Brillante. No puedo decir más. La voz de esta jovencita galesa vuelve a sonar vibrante y potente como la que más, con un estilazo que la hace digna sucesora de las más grandes divas del sonido Motown y northern soul. Nada de baladones pestiños como el Warwick Avenue, aquí hay una canción super potente que lleva a algunos fans en internet a especular con la posibilidad de que hubiera sido el tema central de Quantum of Solace.
En cuanto a la estética del vídeo, se parece mucho al Mercy: Duffy en el centro de la imagen prácticamente estática (comentan que no sabe bailar a pesar de sus larguísimas piernas), rodeada de señores estupendos y muy ágiles que practican todo tipo de pasos y piruetas imposibles. Todo también muy northern. Genial. Fuckin' brilliant.
Aunque esto no responda a la pregunta, me hace pensar que alguien más se ha planteado lo mismo en la discográfica de esta revelación del soul.
Feliz mitad de semana.
Por motivos imagino que promocionales, no puedo colgar el vídeo así que aquí está el enlace del Youtube: http://www.youtube.com/watch?v=2n0kvTeDgtg
PD: Alyzée no me interesa ni lo más mínimo. Britney Spears, otro día. :)
Aquí van unas preguntas que me hago a mí misma sobre féminas cantantes:
¿Por qué Britney Spears está tan desprestigiada si tiene hitazos como Toxic?
¿Qué fue de Alyzée? ¿Y por qué Lolita era la única canción decente en un disco de quinta división?
¿No iba Amy Winehouse a lanzar su nueva canción al mismo tiempo que el tema Bond que le quitó Alicia Keys para Quantum of Solace? ¿Qué ha pasado?
¿Por qué es tan aburrido el disco de Duffy mientras Mercy es un temazo?
Acerca de esta última cuestión, resulta que la discográfica de Duffy va a lanzar el lunes una reedición de su lp Rockferry en la que, cómo no, incluirá extras, vídeos y temas inéditos. Desde hoy está disponible el vídeo del que previsiblemente será nuevo single, uno de esos inéditos que, no son tontos en la discográfica, está en la línea del Mercy. Brillante. No puedo decir más. La voz de esta jovencita galesa vuelve a sonar vibrante y potente como la que más, con un estilazo que la hace digna sucesora de las más grandes divas del sonido Motown y northern soul. Nada de baladones pestiños como el Warwick Avenue, aquí hay una canción super potente que lleva a algunos fans en internet a especular con la posibilidad de que hubiera sido el tema central de Quantum of Solace.
En cuanto a la estética del vídeo, se parece mucho al Mercy: Duffy en el centro de la imagen prácticamente estática (comentan que no sabe bailar a pesar de sus larguísimas piernas), rodeada de señores estupendos y muy ágiles que practican todo tipo de pasos y piruetas imposibles. Todo también muy northern. Genial. Fuckin' brilliant.
Aunque esto no responda a la pregunta, me hace pensar que alguien más se ha planteado lo mismo en la discográfica de esta revelación del soul.
Feliz mitad de semana.
Por motivos imagino que promocionales, no puedo colgar el vídeo así que aquí está el enlace del Youtube: http://www.youtube.com/watch?v=2n0kvTeDgtg
PD: Alyzée no me interesa ni lo más mínimo. Britney Spears, otro día. :)
martes, 11 de noviembre de 2008
Me, myself and I
LOS ENEMIGOS: QUÉ BIEN ME LO PASO
Me sé hacer de todo, de todo todito
Hay unas cuantas cuñas de radio que escucho a diario últimamente que me llaman la atención y ésta es una de ellas que, cómo no, me recuerda a una canción. Un poquito de humor para afrontar la semana.
Legañosa y medio dormida, por las mañanas frente al espejo oigo cómo dos coches chocan y uno de los conductores se preocupa por el accidente mientras el otro le quita importancia con insistencia. "¡Pero hombre! ¿Cómo que da igual?" Entonces una voz sentencia y da la clave para entender la situación: "Si tu vida sexual va bien, todo lo demás no importa". Toma ya. Ojos como platos con cierta mueca de incredulidad. En cualquier caso, ¿a alguien se le ocurre mejor manera para despertarse?
Como no se consuela el que no quiere, me viene a la cabeza ese canto al onanismo en forma de blues que firmaban los Enemigos hace nada más y nada menos que 20 años. Tuve la suerte de ver a Josele retomar este tema en la gira de su primer disco, una única vez, pero todos sonreímos al escucharlo. Ya se sabe, deshago la cama sin tu amor, me quito el pijama sin tu amor, qué bien me lo paso con mi almohada.
¿Qué se han creído los publicistas de radio? ;)
Los Enemigos: Qué bien me lo paso (Un tío cabal, 1988)
Me sé hacer de todo, de todo todito
Hay unas cuantas cuñas de radio que escucho a diario últimamente que me llaman la atención y ésta es una de ellas que, cómo no, me recuerda a una canción. Un poquito de humor para afrontar la semana.
Legañosa y medio dormida, por las mañanas frente al espejo oigo cómo dos coches chocan y uno de los conductores se preocupa por el accidente mientras el otro le quita importancia con insistencia. "¡Pero hombre! ¿Cómo que da igual?" Entonces una voz sentencia y da la clave para entender la situación: "Si tu vida sexual va bien, todo lo demás no importa". Toma ya. Ojos como platos con cierta mueca de incredulidad. En cualquier caso, ¿a alguien se le ocurre mejor manera para despertarse?
Como no se consuela el que no quiere, me viene a la cabeza ese canto al onanismo en forma de blues que firmaban los Enemigos hace nada más y nada menos que 20 años. Tuve la suerte de ver a Josele retomar este tema en la gira de su primer disco, una única vez, pero todos sonreímos al escucharlo. Ya se sabe, deshago la cama sin tu amor, me quito el pijama sin tu amor, qué bien me lo paso con mi almohada.
¿Qué se han creído los publicistas de radio? ;)
Los Enemigos: Qué bien me lo paso (Un tío cabal, 1988)
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los enemigos
viernes, 7 de noviembre de 2008
Las cosas mañana irán mejor
JOAQUÍN SABINA: CABALLO DE CARTÓN
Tirso de Molina, Sol, Gran Vía, Tribunal
El primer contacto que tuve con Joaquín Sabina fue a través del doble lp en directo Sabina y Viceversa, en el que el de Úbeda repasaba su primera etapa discográfica, en un repertorio compuesto por temas que para mí hoy son prácticamente himnos. Todavía rezumaban sus textos urbanismo melancólico y ese sentimiento tan springstiniano de odiar esa ciudad fuera de la que uno se encuentra perdido. Madrid, el infierno y el paraíso, como rezaba la famosa canción cuidadosamente modificada para el concierto: cuando la muerte venga a visitarme, no me despiertes, déjame dormir, aquí he vivido, aquí quiero quedarme. El disco sonó incesantemente en el coche de mi padre y él nunca le perdonó esa bajada de pantalones ante el público madrileño, cuando los versos originales decían que me lleven al sur donde nací, aquí no queda sitio para nadie.
El tiempo pasa y Sabina se va convirtiendo en un icono de algo, de un tiempo perdido, de una mentalidad de ciudad que se va apoderando de mi alma... Y como sucede con el cine americano, vas por Madrid y la mirada observadora se detiene en lugares mencionados en las canciones de Joaquín.
De aquella época, me quedo con una canción que me sigue estremeciendo, por su sencillez y porque afortunadamente él ha decidido no retomarla en sus multitudinarios directos, desvirtuando su significado como ha sucedido con Princesa y otras de la época. Caballo de cartón habla de la rutina que millones de seres anónimos seguimos a diario: suena el despertador, te arrastras a meterte cafeína en vena y esperas que el agua de la ducha te despeje un poco, refunfuñas en el tráfico de la mañana, saludas a los compañeros, mientras tus manos archivan tu mente empieza a navegar, aguantas las bromas de siempre, el café, la comida, cuentas las horas de la tarde, el último sprint para las siete... De nuevo a refunfuñar y cuando llegas a casa en el mejor de los casos tienes algo que hacer y te engañas pensando que no todo es trabajar, o igual no hay nada para matar la tarde, y cae la noche y te preparas para dormir eligiendo qué pensamientos acariciar para que llegue Morfeo. Un día menos. Y de nuevo al día siguiente, cada mañana bostezas, amenazas al despertador y te levantas gruñendo cuando todavía duerme el sol....
Caballo de cartón habla de la redención del amor, de cómo entre la rutina gris y áspera, entre despertadores, paradas de metro, bufandas para combatir el frío y ordenadores, surgen diminutos rayos de luz reflejados en risas con amigos, caricias, viernes por la tarde liberadores. Siempre llega el fin de semana y siempre hay una mirada reconfortante. Me podrán robar tus días, tus noches no.
Y sobre todo, en Caballo de cartón nos encontramos a un Sabina sobrio (estilísticamente), como corresponde a un trovador urbano, con esa voz peculiar (Dylan tampoco canta bien) que todavía no se había consumido. Tanto en estudio como en directo, la leyenda todavía no le precede y deja que las canciones se antepongan a su personalidad de estrella. Como debe ser. Sin alardes de popularidad, sin chistes que no tienen gracia y con el talento que le corresponde, mayor de lo que muchos opinan y menor de lo que él pretende en los últimos tiempos.
Por un viernes que, quién sabe, para algunos sabe a lunes.
Por una promesa por fin cumplida.
Por el lunes que queda lejos en el horizonte y por la memoria de días mejores en los que sonaba este disco en directo de fondo.
Feliz viernes. :)
Joaquín Sabina: Caballo de cartón (Sabina y Viceversa, 1986)
Joaquín Sabina: Caballo de cartón (Ruleta Rusa, 1984)
Tirso de Molina, Sol, Gran Vía, Tribunal
El primer contacto que tuve con Joaquín Sabina fue a través del doble lp en directo Sabina y Viceversa, en el que el de Úbeda repasaba su primera etapa discográfica, en un repertorio compuesto por temas que para mí hoy son prácticamente himnos. Todavía rezumaban sus textos urbanismo melancólico y ese sentimiento tan springstiniano de odiar esa ciudad fuera de la que uno se encuentra perdido. Madrid, el infierno y el paraíso, como rezaba la famosa canción cuidadosamente modificada para el concierto: cuando la muerte venga a visitarme, no me despiertes, déjame dormir, aquí he vivido, aquí quiero quedarme. El disco sonó incesantemente en el coche de mi padre y él nunca le perdonó esa bajada de pantalones ante el público madrileño, cuando los versos originales decían que me lleven al sur donde nací, aquí no queda sitio para nadie.
El tiempo pasa y Sabina se va convirtiendo en un icono de algo, de un tiempo perdido, de una mentalidad de ciudad que se va apoderando de mi alma... Y como sucede con el cine americano, vas por Madrid y la mirada observadora se detiene en lugares mencionados en las canciones de Joaquín.
De aquella época, me quedo con una canción que me sigue estremeciendo, por su sencillez y porque afortunadamente él ha decidido no retomarla en sus multitudinarios directos, desvirtuando su significado como ha sucedido con Princesa y otras de la época. Caballo de cartón habla de la rutina que millones de seres anónimos seguimos a diario: suena el despertador, te arrastras a meterte cafeína en vena y esperas que el agua de la ducha te despeje un poco, refunfuñas en el tráfico de la mañana, saludas a los compañeros, mientras tus manos archivan tu mente empieza a navegar, aguantas las bromas de siempre, el café, la comida, cuentas las horas de la tarde, el último sprint para las siete... De nuevo a refunfuñar y cuando llegas a casa en el mejor de los casos tienes algo que hacer y te engañas pensando que no todo es trabajar, o igual no hay nada para matar la tarde, y cae la noche y te preparas para dormir eligiendo qué pensamientos acariciar para que llegue Morfeo. Un día menos. Y de nuevo al día siguiente, cada mañana bostezas, amenazas al despertador y te levantas gruñendo cuando todavía duerme el sol....
Caballo de cartón habla de la redención del amor, de cómo entre la rutina gris y áspera, entre despertadores, paradas de metro, bufandas para combatir el frío y ordenadores, surgen diminutos rayos de luz reflejados en risas con amigos, caricias, viernes por la tarde liberadores. Siempre llega el fin de semana y siempre hay una mirada reconfortante. Me podrán robar tus días, tus noches no.
Y sobre todo, en Caballo de cartón nos encontramos a un Sabina sobrio (estilísticamente), como corresponde a un trovador urbano, con esa voz peculiar (Dylan tampoco canta bien) que todavía no se había consumido. Tanto en estudio como en directo, la leyenda todavía no le precede y deja que las canciones se antepongan a su personalidad de estrella. Como debe ser. Sin alardes de popularidad, sin chistes que no tienen gracia y con el talento que le corresponde, mayor de lo que muchos opinan y menor de lo que él pretende en los últimos tiempos.
Por un viernes que, quién sabe, para algunos sabe a lunes.
Por una promesa por fin cumplida.
Por el lunes que queda lejos en el horizonte y por la memoria de días mejores en los que sonaba este disco en directo de fondo.
Feliz viernes. :)
Joaquín Sabina: Caballo de cartón (Sabina y Viceversa, 1986)
Joaquín Sabina: Caballo de cartón (Ruleta Rusa, 1984)
martes, 4 de noviembre de 2008
Superar las seis octavas
LA CASA AZUL: LA NUEVA YMA SÚMAC
Necesito fulminar de raíz el dolor
Una breve nota luctuosa de actualidad: ha muerto Yma Súmac, el ruiseñor de los Andes. ¿Que quién es Yma Súmac? Era una mítica voz peruana, conocida por alcanzar las seis octavas y por poder cambiar de registro brillantemente en cuestión de segundos, sin apenas despeinarse. Una diva de los escenarios, descendiente de Atahualpa.
¿Que cómo sé yo todo esto? Pues lo sabía antes de leer las necrológicas, no se vayan a pensar, aunque confieso que sé de la existencia de esta mujer desde hace unos meses. ¿Que por qué la conozco? Curiosa que es una... La Casa Azul abre su flamante último trabajo con la canción La nueva Yma Súmac, un temita cuyos sonidos de videojuego iniciales siempre me hacían resistirme a escucharlo (¡llegué a pensar que era instrumental!), sumado al hecho de que, lo confieso, Yma Súmac me sonaba a manga, ejem... Pero héte aquí que la canción me cogió por sorpresa en un largo viaje estival y me encontré con uno de esos cantos de Guille Milkyway a la superación del dolor y la tristeza, uno de esos estribillos que te hacen cantar a grito pelado con ganas de saltar y reirte ante el pasmo del personal.
Pues eso, en una época de sueños permanentemente gris, nada me parece más apropiado que adoptar esta consigna, la de alguien que quiere aprender a volar hacia el sol y superar las seis octavas hasta llegar a ser la nueva Yma Súmac. Ni ella hubiera soñado un homenaje mejor. Somos poderosos, te lo juro, mi voz se proyecta al futuro. ;)
Necesito fulminar de raíz el dolor
Una breve nota luctuosa de actualidad: ha muerto Yma Súmac, el ruiseñor de los Andes. ¿Que quién es Yma Súmac? Era una mítica voz peruana, conocida por alcanzar las seis octavas y por poder cambiar de registro brillantemente en cuestión de segundos, sin apenas despeinarse. Una diva de los escenarios, descendiente de Atahualpa.
¿Que cómo sé yo todo esto? Pues lo sabía antes de leer las necrológicas, no se vayan a pensar, aunque confieso que sé de la existencia de esta mujer desde hace unos meses. ¿Que por qué la conozco? Curiosa que es una... La Casa Azul abre su flamante último trabajo con la canción La nueva Yma Súmac, un temita cuyos sonidos de videojuego iniciales siempre me hacían resistirme a escucharlo (¡llegué a pensar que era instrumental!), sumado al hecho de que, lo confieso, Yma Súmac me sonaba a manga, ejem... Pero héte aquí que la canción me cogió por sorpresa en un largo viaje estival y me encontré con uno de esos cantos de Guille Milkyway a la superación del dolor y la tristeza, uno de esos estribillos que te hacen cantar a grito pelado con ganas de saltar y reirte ante el pasmo del personal.
Pues eso, en una época de sueños permanentemente gris, nada me parece más apropiado que adoptar esta consigna, la de alguien que quiere aprender a volar hacia el sol y superar las seis octavas hasta llegar a ser la nueva Yma Súmac. Ni ella hubiera soñado un homenaje mejor. Somos poderosos, te lo juro, mi voz se proyecta al futuro. ;)
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