viernes, 9 de mayo de 2008

Once años sin ti

BURNING: UNA NOCHE SIN TI

El otro día tuve un presentimiento y acerté. A veces sucede, pero sólo a veces. Mejor dicho, me equivoqué tan sólo en dos días. El caso es que tal día como hoy, 9 de mayo, en 1997, fallecía Pepe Risi, la mitad de los Burning, un grupo decisivo en el rock and roll español de finales de los 70, primeros 80 (aunque siguieron publicando hasta los 90 pero ya no eran decisivos) y, por qué no, fundamentales de alguna manera para entender la música cantada en nuestro idioma.

Los Dumont siempre hemos sido muy rockeros, es algo que corre por nuestras venas y contra lo que no queremos ni podemos luchar. Por eso la primera vez que escuché a los Burning, mi piel adolescente se estremeció de placer y desde entonces les tengo un enorme cariño, aunque como decía los últimos discos ya no eran lo mismo. Yo creo, si no me equivoco, que lo primero que sonó en mi radiocassette era aquello de cambia la televisión por una noche de pasión y olvídate de casi todo, que alguien te invite a respirar, precedido del inevitable saludo mágico: buenas noches y bienvenidos a una larga noche de rock and roll.... Era el directo que publicaron en el 90, que demostraba que la veteranía es un grado y que por mucho que nos hayamos intentado refinar en nuestro país, el cuero y las patillas han estado presentes en multitud de momentos. Retomando unas palabras del propio Risi, que Loquillo mencionó en su homenaje póstumo: no te cabrees con los que no aman el rock and roll, no tienen ni puta idea...

Loquillo decía en Las calles de Madrid que Pepe Risi mató el silencio en las calles de la capital y es que el barcelonés, ya lo hemos comentado en otras ocasiones, es muy amigo de sus amigos y siente veneración hacia todos los que le han aportado algo. Él cantó el himno Qué hace una chica como tú en un sitio como éste en su disco entre amigos Compañeros de viaje (en el mismo 97), igual que se subió al escenario a cantar Jim Dinamita en el disco en directo y siempre ha reivindicado la figura de este dúo, que se rompió hace 11 años. Madre mía, 11 años ya... Si algo bueno tienen los Burning, precisamente en contraposición al Loco, es que siempre fueron humildes. Los chicos del barrio de la Elipa que un día quisieron ser como Chuck Berry y afinaron sus guitarras, compusieron letras chulescas y divertidas, y no aspiraron más que a hacer felices a los que iban a verles, sin entrar en aburridas digresiones ni compromisos ni historias por el estilo. Y sin embargo, de ellos bebieron muchos dignos sucesores, desde Los Enemigos o los mismísimos MClan hasta coetáneos como Leño, Rosendo, Sabina o Ramoncín. Nunca vimos perder la sonrisa y la amabilidad a Johny ni a Pepe, por eso cuando saltó la noticia el 9 de mayo del 97, todos sentimos una punzada de dolor, porque se marchaba un pilar de nuestro rock y sobre todo, perdíamos a un amigo, a una de esas personas entrañables. Más tarde vendría un infumable disco en directo, un homenaje de todos sus amigos en los que casi nadie estuvo a la altura (a Antonio Vega le dejaron la mejor canción y no se le oía, Loquillo volvió con el Qué hace una chica como tú y olía a repetido) pero quedó como un testimonio de gratitud.

El pasado verano visitaba yo con mi círculo de amistades la bonita ciudad de Pontevedra y héte aquí que a las 8 de la tarde había un concierto de rock, en el contexto de unas fiestas patronales. Cuando me acerqué, estaban tocando Los Del Tonos, el pobre Hendrik se esforzaba ante un público compuesto por un niño y una abuela despistada... El plato fuerte vino de noche, cuando tras la cena por curiosidad nos acercamos a ver qué concierto estaba a punto de empezar... ¿y qué se escuchó? Buenas noches y bienvenidos a una larga noche de rock and roll... Sin palabras. Tuve la sensación de ver a alguien que ha perdido a su pareja, Johny me pareció un viudo en el escenario, impertérrito con sus gafas de sol y su ropa negra, y sentí ganas de abrazarle y decirle que yo también echaba de menos a Pepe. La lluvia hizo suspender la actuación al cabo de tres canciones, pero nunca olvidaré aquel momento porque, amiguitos, aquel cincuentón formaba parte de los anales del rock y estábamos viviendo un trocito de historia.

He estado meditando qué canción compartir para recordar a Pepe Risi y, aunque me ha resultado difícil elegir, he optado por lo obvio: Una noche sin ti. Por la simbología de su título y porque es una de las baladas más conmovedoras del rock cantado en español, retomada luego por otros grandes como Andrés Calamaro pero siempre me quedaré con la versión de los Burning. Por once años de ausencia y por casi 19 de buenos momentos.

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