CHARLES AZNAVOUR: PARCE QUE
Gainsbourg (vie érotiqu.. digoooo, héroïque) ;)
Pues sí, el domingo para culminar un nuevo fin de semana grandicioso nos fuimos al cine, a ver el estreno de Gainsbourg (vie héroïque) en Cinema Jove. Mira que tenía yo ganas de hincarle el diente a esta peli que se estrenó a finales de enero en Francia y que ya había perdido la esperanza de ver. Pues no me decepcionó, es más, me sorprendió y mucho, por su estética y porque no es un biopic al uso.
Antes de empezar el propio director estaba allí para introducir su obra y dijo dos cosas interesantes. Que Gainsbourg (vie héroïque) es un musical “pero no como Cantando bajo la lluvia o Un americano en París”, y que había decidido mostrar en su película un París idílico, alejado de la realidad. “Sé que hay cineastas que entienden el cine como un reflejo de la realidad pero para mí el cine es cine, quizás es porque no me gusta la realidad de mi país”, dijo Joann Sfar, en un más que correcto español. Sfar debuta en el cine con esta película pero en realidad es un afamado dibujante de cómics, lo que queda patente desde los títulos de crédito; de hecho, Gainsbourg (vie héroïque) es una adaptación de una novela gráfica suya. Como biopic quizás resulte superficial pero es que esto es un cuento sobre la figura de Serge Gainsbourg, más que un relato exhaustivo de su vida. Durante dos horas se suceden varios episodios en los que se mezclan anécdotas reales, personajes fantásticos y escenas oníricas, ofreciendo un reflejo de la evolución de este artista: desde su niñez en la acomodada familia judía que potenció su talento para el dibujo y la música, hasta su debut en clubs nocturnos y, cómo no, la presencia de las mujeres en su trayectoria: Juliette Gréco, Brigitte Bardot, Jane Birkin, Bambou… Sin profundizar en exceso, Sfar quiere especialmente mostrarnos el interior de Gainsbourg, el por qué de su actitud y su personaje y para ello se inventa un amigo invisible, su “gueule”, que es su “jeta”, el alter ego que siente en sus adentros y que le permitirá luchar contra su fealdad y sus limitaciones y alcanzar la cima del éxito y del amor. Cuando consigue dar vida a su propio personaje tratará de alejar a este ser que, como adivinarán, jamás podrá separarse del hombre. La “gueule” es un personaje de carne y hueso, aunque sólo exista en la mente de Gainsbourg, interpretado por el mismo actor altísimo y extrañísimo que aparecía en El laberinto del fauno.
Pero sin duda lo que sobresale por encima de todo en esta película es el actor que da vida a Gainsbourg, Eric Elmosnino. Es tal el mimetismo que en algunos planos uno se sonríe fantaseando con la idea de que el viejo golfo siga vivo, en cualquiera de sus etapas vitales; de joven trajeado con cara de atontado, de moderno desaliñado o ya de cincuentón demacrado y pasado de rosca. Y no sólo eso, sino que Elmosnino canta todas las canciones y desde luego roza el notable alto, por lo acertado de su tono de voz y por su estilo. El actor consigue ser una fotocopia de Gainsbourg, en un proceso tan admirable que si ésta fuera una producción americana, podría como poco estar nominado en los próximos Oscars (aunque no perdemos la esperanza, acuérdense de Marion Cotillard en La Môme).
Muy acertadas también Laetitia Casta como Brigitte Bardot y Lucy Gordon, como Jane Birkin, con ese delicioso acento inglés al hablar francés, tan característico de la ex de Gainsbourg. Lucy Gordon se suicidó pocos meses de hacer la película y por eso Sfar se la dedica en los créditos finales.
Creo que Gainsbourg (vie héroïque) se estrena el mes que viene en el resto de España. Yo de ustedes no lo dudaba, especialmente si son admiradores del gran Lucien. Vayan a verla y luego me cuentan.
Como hemos escuchado a Gainsbourg decenas de veces por estos lares, me permito traerles a Aznavour con Parce que, la canción que Serge tararea en varias ocasiones en la película, reflejando que el armenio fue una influencia clave en su carrera. Aunque como le dice Juliette Gréco en una de las ocasiones en que le cita en su piso a altas horas de la madrugada, “si hubiera querido escuchar a Aznavour no le habría llamado a usted”.
Y aquí, para ponerles los dientes largos, un poco de Gainsbourg (vie héroïque).
miércoles, 23 de junio de 2010
martes, 15 de junio de 2010
Un mar de miradas perdidas
MANOLO GARCÍA: COMO QUIEN DA UN REFRESCO
Con los ojos que me miran me puedo escapar
“Todos los días me suicido un poco”, decía la enorme Gloria Fuertes en uno de sus poemas adultos, en los que hablaba de soledad y tristeza, con algo de rutina y sentido del humor.
Pues yo, todos los días me enamoro un poco; mis romances duran apenas unos instantes, no se vayan a creer. Viva la promiscuidad efímera.
Me enamoro del chófer del autobús que espera pacientemente con una leve sonrisa a que yo llegue corriendo a la parada, todas las mañanas. Me enamoro de la adolescente que se mete la camisa del uniforme por dentro y se baja la falda mientras llama a su casa para que le abran a la hora de comer. Me enamoro del conductor que, a pesar de cruzar por un lugar indebido, me deja pasar con un gesto cómplice. Me enamoro de la persona a la que ni siquiera veo pero que, cuando hago una gestión de trabajo por teléfono, me trata con suma amabilidad e incluso ríe alguno de mis comentarios. Me enamoro del abuelo que espera a su nieto en un banco de la calle, el mismo niño al que un día le oí decir: “Oye, abuelo, ¿tú no te aburres cuando estás solo?”. Me enamoro del padre guiri que va explicándole a su niña pequeña todo lo que sucede al paso del autobús, hablándole en el inglés más dulce que jamás haya oído. Me enamoro de la mujer que me advierte que llevo el bolso abierto, “por si acaso”, cuando estamos paradas en un paso de cebra. Me enamoro del DJ que de repente, entre el barullo nocturno, acierta de pleno con mi canción favorita, una de esas que no suele sonar y que te deja con la boca abierta. Me enamoro del viejo rocker que a altas horas de la madrugada charla con sus amigos sobre Gene Vincent y se permite la licencia de llamarle Juan Vicente. Me enamoro del dueño del bar que me ha visto crecer y todavía me sigue preguntando por “mis padres”, con una mirada entre lasciva y entrañable. Me enamoro de las personas que coinciden en la parada del autobús a diario conmigo y que forman un anónimo y mudo grupo de amigos. Me enamoro del amigo o la amiga que te encuentras accidentalmente por la calle y decide enviarte luego un mail o un sms diciéndote lo mucho que se ha alegrado de verte. Me enamoro de las mujeres que, detrás de un mostrador, me dicen “bonica” o “arregladito, cariño”. Me enamoro de la persona que me deja pasar en el súper cuando ve que llevo sólo una o dos cosas y también me enamoro de las que me agradecen el gesto a la inversa.
Imagino que algo así es lo que siente Manolo García en esta canción, Como quien da un refresco, en la que habla de miradas... azules, verdes, de todos los colores. Ojos que te encuentras a diario y que permanecen sólo unos segundos en tu memoria, pero de alguna manera, te hacen sentir que no estás solo. Como contrapunto necesario, no puedo evitar confesarles que además de enamorarme fugazmente, también me suicido un poco todos los días.
Con los ojos que me miran me puedo escapar
“Todos los días me suicido un poco”, decía la enorme Gloria Fuertes en uno de sus poemas adultos, en los que hablaba de soledad y tristeza, con algo de rutina y sentido del humor.
Pues yo, todos los días me enamoro un poco; mis romances duran apenas unos instantes, no se vayan a creer. Viva la promiscuidad efímera.
Me enamoro del chófer del autobús que espera pacientemente con una leve sonrisa a que yo llegue corriendo a la parada, todas las mañanas. Me enamoro de la adolescente que se mete la camisa del uniforme por dentro y se baja la falda mientras llama a su casa para que le abran a la hora de comer. Me enamoro del conductor que, a pesar de cruzar por un lugar indebido, me deja pasar con un gesto cómplice. Me enamoro de la persona a la que ni siquiera veo pero que, cuando hago una gestión de trabajo por teléfono, me trata con suma amabilidad e incluso ríe alguno de mis comentarios. Me enamoro del abuelo que espera a su nieto en un banco de la calle, el mismo niño al que un día le oí decir: “Oye, abuelo, ¿tú no te aburres cuando estás solo?”. Me enamoro del padre guiri que va explicándole a su niña pequeña todo lo que sucede al paso del autobús, hablándole en el inglés más dulce que jamás haya oído. Me enamoro de la mujer que me advierte que llevo el bolso abierto, “por si acaso”, cuando estamos paradas en un paso de cebra. Me enamoro del DJ que de repente, entre el barullo nocturno, acierta de pleno con mi canción favorita, una de esas que no suele sonar y que te deja con la boca abierta. Me enamoro del viejo rocker que a altas horas de la madrugada charla con sus amigos sobre Gene Vincent y se permite la licencia de llamarle Juan Vicente. Me enamoro del dueño del bar que me ha visto crecer y todavía me sigue preguntando por “mis padres”, con una mirada entre lasciva y entrañable. Me enamoro de las personas que coinciden en la parada del autobús a diario conmigo y que forman un anónimo y mudo grupo de amigos. Me enamoro del amigo o la amiga que te encuentras accidentalmente por la calle y decide enviarte luego un mail o un sms diciéndote lo mucho que se ha alegrado de verte. Me enamoro de las mujeres que, detrás de un mostrador, me dicen “bonica” o “arregladito, cariño”. Me enamoro de la persona que me deja pasar en el súper cuando ve que llevo sólo una o dos cosas y también me enamoro de las que me agradecen el gesto a la inversa.
Imagino que algo así es lo que siente Manolo García en esta canción, Como quien da un refresco, en la que habla de miradas... azules, verdes, de todos los colores. Ojos que te encuentras a diario y que permanecen sólo unos segundos en tu memoria, pero de alguna manera, te hacen sentir que no estás solo. Como contrapunto necesario, no puedo evitar confesarles que además de enamorarme fugazmente, también me suicido un poco todos los días.
viernes, 11 de junio de 2010
Análisis DAFO de Los Planetas
LOS PLANETAS: UNA CORONA DE ESTRELLAS
Puedes pedirme lo que tú quieras,
te mereces una corona de estrellas
Hay quien dice que Los Planetas son el grupo más sobrevalorado de la historia y hay quien simplemente los ama, sin condiciones. Hay quien desprecia la manera de mascullar canciones de Jota y hay quien sostiene sesudas teorías sobre la actitud y la subversión musical referidas a ellos. En definitiva, hay quien no los entiende y hay quien se precia de entenderlo todo. Los Planetas acaban de publicar su octavo disco, Una ópera egipcia, y para todos aquellos que no los comprenden pero quieren hacerlo o se preguntan qué tendrán estos granadinos y se plantean para averiguarlo comprarse este trabajo, aquí va un análisis DAFO que espero les aclare las ideas.
El DAFO es un invento marketiniano en el que se reflejan las Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades de una empresa, una marca, una idea de negocio… En él se recogen todas las variables posibles, no sólo las puramente financieras sino la coyuntura, los gustos del público, las modas. Primero se estudia la situación competitiva de la empresa en el mercado, detectando Oportunidades y Amenazas para la misma, en este caso Los Planetas.
AMENAZAS
Su oportunidad ya pasó, dirán muchos. La banda granadina despuntó en los primeros años 90 liderando lo que se dio en llamar el sonido noise y dando una vuelta de tuerca a la música independiente patria. Hoy en día “lo alternativo” apenas existe, muchos sellos has cerrado y los que sobreviven no encajan con la filosofía de un grupo que en el fondo siempre ha querido hacerse rico con esto de la música. En todo caso, “lo alternativo” se ha convertido en la vertiente bohemia de lo comercial, porque lo bohemio vende, y mucho. (En realidad esto no es nuevo, es algo que se viene observando desde los albores de los 60, me atrevería a decir, pero eso es un debate más extenso para otra ocasión).
En este sentido, dejemos claro que en la industria de la música, el “indie” es un departamento de marketing como otro cualquiera, romanticismos aparte. Y más cuando Los Planetas funcionan con política de grupo vendedor, no digo que sean Bisbal pero ya me entienden. En el “indie” actual, Los Planetas ya no son lo que eran y su hueco ha quedado desplazado por el electro pop, las cantautoras melancólicas, los grupos popis y demás fauna. Su único aval es su veteranía y esto, en los tiempos que corren, significa cada vez menos.
Como grupo semi-desconocido, despertaban curiosidad y cierto halo de admiración. Como banda minoritaria, eran “lo más”. Pero cuando ya han sonado en todos los pubs de España y han dado millones de entrevistas y salen hasta en el telediario, la aureola de misterio desaparece y sólo queda un grupo con sonido cuestionable y que en algún momento fueron referente de “algo” que la mayor parte del público no entiende.
OPORTUNIDADES
Nunca ha vuelto a haber nadie como ellos. Buenos o malos, el mercado nacional está falto de un referente “indie”, de un grupo que cree tendencia y se convierta en una formación “de culto”. Ellos siguen manejando el cotarro.
El público los ama o al menos gran parte de él y la prueba está en que siguen llenando aforos enormes en festivales o conciertos de invierno. El marketing les ha sabido ubicar en esa franja de malditos que ganan dinero a espuertas pero siguen renegando de lo comercial y haciendo travesuras, los chicos malos del pop lo seguirán siendo, aunque ya no cumplan los 40.
El grupo ya es referente de multitud de músicos jóvenes, que o bien les copian descaradamente (vean el primer single en la historia de los Lori Meyers) o se inspiran en su manera de componer y en su sonido.
No me pregunten por qué, pero su imagen atrae y vende. Hasta Jota levanta pasiones (servidora aún le haría un favorcito, a pesar de lo mucho que ha perdido con los años; Jota, no yo, jaja). Serán las Adidas, los sueters de rayas, la actitud chulesca, la dejadez y el hastío que emanan de todas sus poses y sus intervenciones. Una vez más, el público muestra su adoración con una estética muy vinculada al rock (la delgada línea que separa rock y pop, otro apasionante debate): chicos "duros", pelín antipáticos, aficionados a los excesos...
A continuación, se analiza la situación interna de la compañía, detectando Debilidades y Fortalezas.
DEBILIDADES
Si en algún momento lideraron el “indie” y de hecho, con ellos llegó el término a España, hoy en día Los Planetas no lideran nada, menos desde que ficharon por una multinacional y protagonizan escandalosas estrategias de marketing que les reportan suculentos beneficios. Que si vídeos censurados, que si un único concierto al año, que si flamenquines y grupos paralelos… Los alumnos les han sacado ventaja y ha quedado demostrado que los granadinos estuvieron en el lugar exacto, en el momento exacto, nada más.
¿Sabe Jota cantar? ¿Tiene alguna gracia que no se le entienda? ¿Tiene sentido hoy en día, cuando las letras están al alcance de un click? ¿Saben tocar en directo Los Planetas? ¿Es lícito que quien ha pagado una entrada para nada barata tenga que aguantar sus patinazos acústicos o las desapariciones del grupo mientras se van a hacer cuatro millones de rayas? ¿Es de recibo que una estrella del pop cante de brazos cruzados o con las manos tras la espalda?
Si introducen en Google las palabras “los planetas plagian” verán una relación de canciones en las que supuestamente los granadinos se han inspirado (también pueden descargarse una carpeta del mismo nombre en la que alguien ha recopilado los presuntos plagios y los presuntos originales). Jota dijo en una entrevista en Rock de Lux que todas las combinaciones de notas musicales están escritas, que es imposible no reproducirlas… Claro, que ya es casualidad que ellos “reproduzcan” a gentes de lo más selecto del “indie” y no a Encarnita Polo o a Javi Cantero.
Las drogas… Parece mentira que a estas alturas de la película este tema siga despertando pasiones y simbolizando algo prohibido y excitante, pero es así. Y ellos son predicadores de esta trasnochada religión, si no, fíjense en las miles de gargantas que corean eso de “nos hemos metido cuatro millones de rayas” en los conciertos.
Al margen de las drogas, si tomamos la temática del resto del repertorio “planetario” y se la enseñamos descontextualizada a un sueco, nos dirá si “eso” son los Hombres G. Y es que no me negarán que el tema “te-odio-tus-amigos-no-me-hablan-eres-mala-cuánto-sufro-voy-a-ver-si-me-emborracho” es de una simpleza y una reiteración imperdonables.
La “actitud” es algo tan importante como insufrible, cuando se hace demasiado palpable. ¿Recuerdan la chica que había en la primera formación? ¿La que tocaba de espaldas al público porque era “muy tímida”? Eso junto al aire de estrellas que se gastaban aun cuando sólo tenían una maqueta, el alardeo continuo de vivir on the wild side… Es fácil estomagarse un poco con tanta “actitud” que más bien huele a pose.
FORTALEZAS
Hubo quien dijo que Si está bien rezumaba la tristeza adolescente del mejor Buddy Holly. El caso es que, 16 años y 8 LPs después, las canciones de Los Planetas siguen hablando de amoríos, de chicos malos, de drogas, de enfados, de rabietas de novietes, de ligues, de sexo… y la fórmula sigue funcionando.
Hubo quien dijo tras publicarse Pop, “¿Pero qué le han hecho a Jota las mujeres?” Lo cierto es que el 99% de sus canciones destilan odio a las féminas que parecen putearle a conciencia y, una vez más, la fórmula sigue funcionando.
Distorsión, melodías potentes, letras interesantes, sentido del humor, estribillos pegadizos… de todo hay en la carrera de Los Planetas y por estos y más motivos gozan del favor de gran parte del público. Que hacen buenas canciones, puede discutirse. Que hacen canciones que “no dejan indiferente a nadie” es un argumento pobre y manido pero no por ello incierto.
Jota canta mal o al menos no vocaliza, eso es indudable. Pero su voz tiene cierto magnetismo que queda en evidencia en sus dúos o colaboraciones con gente como Nacho Vegas, Isabel León, La Bien Querida, La Buena Vida…
Y es que, no solamente de discos propios viven Los Planetas. Gracias a ellos se ha dado a conocer una importante cantera de grupetes y solistas que han grabado en El Refugio Aéreo y, hay que reconocerlo, pueden estar bien agradecidos al grupo por el sonido que les han ayudado a conseguir.
Los Planetas se han reinventado, de alguna manera. Del pop introvertido y la distorsión de Super 8 pasaron al punk blandito de Pop, al sonido casi perfecto de Una semana en el motor de un autobús (su mejor disco para mí), demostraron que sabían componer singles resultones (Un buen día, Santos que yo te pinte, Cumpleaños total, Pesadilla en el parque de atracciones) y más recientemente se han pasado al medio flamenco. Y no les ha salido mal la jugada. Por no hablar de la ingentísima cantidad de caras B, singles y colaboraciones que han ido publicando durante estos tres lustros. Otra cosa no, pero prolíficos…
Repitiéndome un poco, prueben a pinchar una noche Un buen día, Qué puedo hacer, La máquina de escribir, De viaje, Vas a verme por la tele, La playa, Alegrías del incendio, Pesadilla en el parque de atracciones, Segundo premio… e incluso Mi hermana pequeña, David y Claudia, Maniobra de evasión, Reunión en la cumbre, El artista madridista, Devuélveme la pasta… O escúchenlos en directo, son una enorme colección de singles que hacen bailar, cantar y saltar al personal. Sean malos o buenos, ¿qué más se le puede pedir a un grupo?
Hechas todas estas apreciaciones y presta a recibir sus ataques (o no), añadiré que Una ópera egipcia hace referencia a un superlativo empleado por los gitanos, algo como "el no va más". Y es que Jota y sus secuaces han vuelto a tirar por el flamenco aunque díganme si este tema no suena a "los mejores" Planetas, a los más clásicos.
Feliz viernes.
Puedes pedirme lo que tú quieras,
te mereces una corona de estrellas
Hay quien dice que Los Planetas son el grupo más sobrevalorado de la historia y hay quien simplemente los ama, sin condiciones. Hay quien desprecia la manera de mascullar canciones de Jota y hay quien sostiene sesudas teorías sobre la actitud y la subversión musical referidas a ellos. En definitiva, hay quien no los entiende y hay quien se precia de entenderlo todo. Los Planetas acaban de publicar su octavo disco, Una ópera egipcia, y para todos aquellos que no los comprenden pero quieren hacerlo o se preguntan qué tendrán estos granadinos y se plantean para averiguarlo comprarse este trabajo, aquí va un análisis DAFO que espero les aclare las ideas.
El DAFO es un invento marketiniano en el que se reflejan las Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades de una empresa, una marca, una idea de negocio… En él se recogen todas las variables posibles, no sólo las puramente financieras sino la coyuntura, los gustos del público, las modas. Primero se estudia la situación competitiva de la empresa en el mercado, detectando Oportunidades y Amenazas para la misma, en este caso Los Planetas.
AMENAZAS
Su oportunidad ya pasó, dirán muchos. La banda granadina despuntó en los primeros años 90 liderando lo que se dio en llamar el sonido noise y dando una vuelta de tuerca a la música independiente patria. Hoy en día “lo alternativo” apenas existe, muchos sellos has cerrado y los que sobreviven no encajan con la filosofía de un grupo que en el fondo siempre ha querido hacerse rico con esto de la música. En todo caso, “lo alternativo” se ha convertido en la vertiente bohemia de lo comercial, porque lo bohemio vende, y mucho. (En realidad esto no es nuevo, es algo que se viene observando desde los albores de los 60, me atrevería a decir, pero eso es un debate más extenso para otra ocasión).
En este sentido, dejemos claro que en la industria de la música, el “indie” es un departamento de marketing como otro cualquiera, romanticismos aparte. Y más cuando Los Planetas funcionan con política de grupo vendedor, no digo que sean Bisbal pero ya me entienden. En el “indie” actual, Los Planetas ya no son lo que eran y su hueco ha quedado desplazado por el electro pop, las cantautoras melancólicas, los grupos popis y demás fauna. Su único aval es su veteranía y esto, en los tiempos que corren, significa cada vez menos.
Como grupo semi-desconocido, despertaban curiosidad y cierto halo de admiración. Como banda minoritaria, eran “lo más”. Pero cuando ya han sonado en todos los pubs de España y han dado millones de entrevistas y salen hasta en el telediario, la aureola de misterio desaparece y sólo queda un grupo con sonido cuestionable y que en algún momento fueron referente de “algo” que la mayor parte del público no entiende.
OPORTUNIDADES
Nunca ha vuelto a haber nadie como ellos. Buenos o malos, el mercado nacional está falto de un referente “indie”, de un grupo que cree tendencia y se convierta en una formación “de culto”. Ellos siguen manejando el cotarro.
El público los ama o al menos gran parte de él y la prueba está en que siguen llenando aforos enormes en festivales o conciertos de invierno. El marketing les ha sabido ubicar en esa franja de malditos que ganan dinero a espuertas pero siguen renegando de lo comercial y haciendo travesuras, los chicos malos del pop lo seguirán siendo, aunque ya no cumplan los 40.
El grupo ya es referente de multitud de músicos jóvenes, que o bien les copian descaradamente (vean el primer single en la historia de los Lori Meyers) o se inspiran en su manera de componer y en su sonido.
No me pregunten por qué, pero su imagen atrae y vende. Hasta Jota levanta pasiones (servidora aún le haría un favorcito, a pesar de lo mucho que ha perdido con los años; Jota, no yo, jaja). Serán las Adidas, los sueters de rayas, la actitud chulesca, la dejadez y el hastío que emanan de todas sus poses y sus intervenciones. Una vez más, el público muestra su adoración con una estética muy vinculada al rock (la delgada línea que separa rock y pop, otro apasionante debate): chicos "duros", pelín antipáticos, aficionados a los excesos...
A continuación, se analiza la situación interna de la compañía, detectando Debilidades y Fortalezas.
DEBILIDADES
Si en algún momento lideraron el “indie” y de hecho, con ellos llegó el término a España, hoy en día Los Planetas no lideran nada, menos desde que ficharon por una multinacional y protagonizan escandalosas estrategias de marketing que les reportan suculentos beneficios. Que si vídeos censurados, que si un único concierto al año, que si flamenquines y grupos paralelos… Los alumnos les han sacado ventaja y ha quedado demostrado que los granadinos estuvieron en el lugar exacto, en el momento exacto, nada más.
¿Sabe Jota cantar? ¿Tiene alguna gracia que no se le entienda? ¿Tiene sentido hoy en día, cuando las letras están al alcance de un click? ¿Saben tocar en directo Los Planetas? ¿Es lícito que quien ha pagado una entrada para nada barata tenga que aguantar sus patinazos acústicos o las desapariciones del grupo mientras se van a hacer cuatro millones de rayas? ¿Es de recibo que una estrella del pop cante de brazos cruzados o con las manos tras la espalda?
Si introducen en Google las palabras “los planetas plagian” verán una relación de canciones en las que supuestamente los granadinos se han inspirado (también pueden descargarse una carpeta del mismo nombre en la que alguien ha recopilado los presuntos plagios y los presuntos originales). Jota dijo en una entrevista en Rock de Lux que todas las combinaciones de notas musicales están escritas, que es imposible no reproducirlas… Claro, que ya es casualidad que ellos “reproduzcan” a gentes de lo más selecto del “indie” y no a Encarnita Polo o a Javi Cantero.
Las drogas… Parece mentira que a estas alturas de la película este tema siga despertando pasiones y simbolizando algo prohibido y excitante, pero es así. Y ellos son predicadores de esta trasnochada religión, si no, fíjense en las miles de gargantas que corean eso de “nos hemos metido cuatro millones de rayas” en los conciertos.
Al margen de las drogas, si tomamos la temática del resto del repertorio “planetario” y se la enseñamos descontextualizada a un sueco, nos dirá si “eso” son los Hombres G. Y es que no me negarán que el tema “te-odio-tus-amigos-no-me-hablan-eres-mala-cuánto-sufro-voy-a-ver-si-me-emborracho” es de una simpleza y una reiteración imperdonables.
La “actitud” es algo tan importante como insufrible, cuando se hace demasiado palpable. ¿Recuerdan la chica que había en la primera formación? ¿La que tocaba de espaldas al público porque era “muy tímida”? Eso junto al aire de estrellas que se gastaban aun cuando sólo tenían una maqueta, el alardeo continuo de vivir on the wild side… Es fácil estomagarse un poco con tanta “actitud” que más bien huele a pose.
FORTALEZAS
Hubo quien dijo que Si está bien rezumaba la tristeza adolescente del mejor Buddy Holly. El caso es que, 16 años y 8 LPs después, las canciones de Los Planetas siguen hablando de amoríos, de chicos malos, de drogas, de enfados, de rabietas de novietes, de ligues, de sexo… y la fórmula sigue funcionando.
Hubo quien dijo tras publicarse Pop, “¿Pero qué le han hecho a Jota las mujeres?” Lo cierto es que el 99% de sus canciones destilan odio a las féminas que parecen putearle a conciencia y, una vez más, la fórmula sigue funcionando.
Distorsión, melodías potentes, letras interesantes, sentido del humor, estribillos pegadizos… de todo hay en la carrera de Los Planetas y por estos y más motivos gozan del favor de gran parte del público. Que hacen buenas canciones, puede discutirse. Que hacen canciones que “no dejan indiferente a nadie” es un argumento pobre y manido pero no por ello incierto.
Jota canta mal o al menos no vocaliza, eso es indudable. Pero su voz tiene cierto magnetismo que queda en evidencia en sus dúos o colaboraciones con gente como Nacho Vegas, Isabel León, La Bien Querida, La Buena Vida…
Y es que, no solamente de discos propios viven Los Planetas. Gracias a ellos se ha dado a conocer una importante cantera de grupetes y solistas que han grabado en El Refugio Aéreo y, hay que reconocerlo, pueden estar bien agradecidos al grupo por el sonido que les han ayudado a conseguir.
Los Planetas se han reinventado, de alguna manera. Del pop introvertido y la distorsión de Super 8 pasaron al punk blandito de Pop, al sonido casi perfecto de Una semana en el motor de un autobús (su mejor disco para mí), demostraron que sabían componer singles resultones (Un buen día, Santos que yo te pinte, Cumpleaños total, Pesadilla en el parque de atracciones) y más recientemente se han pasado al medio flamenco. Y no les ha salido mal la jugada. Por no hablar de la ingentísima cantidad de caras B, singles y colaboraciones que han ido publicando durante estos tres lustros. Otra cosa no, pero prolíficos…
Repitiéndome un poco, prueben a pinchar una noche Un buen día, Qué puedo hacer, La máquina de escribir, De viaje, Vas a verme por la tele, La playa, Alegrías del incendio, Pesadilla en el parque de atracciones, Segundo premio… e incluso Mi hermana pequeña, David y Claudia, Maniobra de evasión, Reunión en la cumbre, El artista madridista, Devuélveme la pasta… O escúchenlos en directo, son una enorme colección de singles que hacen bailar, cantar y saltar al personal. Sean malos o buenos, ¿qué más se le puede pedir a un grupo?
Hechas todas estas apreciaciones y presta a recibir sus ataques (o no), añadiré que Una ópera egipcia hace referencia a un superlativo empleado por los gitanos, algo como "el no va más". Y es que Jota y sus secuaces han vuelto a tirar por el flamenco aunque díganme si este tema no suena a "los mejores" Planetas, a los más clásicos.
Feliz viernes.
jueves, 3 de junio de 2010
El Ipod de Margaret Dumont
BRETT DENNEN: MAKE YOU CRAZY
¿Recuerdan aquella campaña de compresas (me parece) llamada “el bolso de…”? En ella mujeres como Silke o Rossy de Palma mostraban el contenido de su bolso, dando a entender que somos lo que llevamos en este complemento. Cuando empecé mi actual y provisional etapa de trabajo tuve la oportunidad de conocer el contenido del Ipod de mi jefa, que se lo enumeraba a alguien supuestamente necesitado de ideas para llenar su reproductor. En su Ipod había música de Joaquín Sabina, Pereza, Mamá, los Jayhawks, un recopilatorio ochentero foráneo, Antonio Vega y más cosas que no recuerdo. ¿Qué conclusiones podemos extraer de este compendio de sonidos? ¿Qué perfil nos sugiere? Edad: entre 35-45; predilección por la música cantada en español; predilección por la movida y todo lo que suene a ella…
Creo firmemente que algunos somos lo que llevamos en nuestro mp3 (dejemos a un lado lo del Ipod, que algún día les comentaré por qué este aparatito me parece uno de los inventos más sobrevalorados del siglo). Yo me inicié con un reproductor mp3 de 2 gigas que me ha acompañado muchísimo, especialmente en el coche, y que me enseñó a afinar mucho el orden de prioridades debido a su reducida capacidad. Qué pongo, qué quito, de dónde saco 125 megas para meter este disco, es absolutamente imprescindible este otro… Por eso un día me pasé al Ipod y ya que estábamos, opté por una capacidad sobrada y es que para mí, amiguitos, estos dispositivos son una biblioteca ambulante o aún más, son como mi concha de caracol. En él tengo todo lo que necesito, audiovisualmente hablando; no sólo novedades o clásicos imprescindibles sino todos esos discos que en algún momento quiero escuchar porque me hacen feliz. Junto a descargas recientes en periodo de evaluación, cositas que durante un tiempo suenan a todas horas, discos que no están mal, otros que escuchas una vez y ya no vuelven a sonar… ya saben, la vida misma. La vida misma desde hace 10 años porque éste es para mí uno de los síntomas más flagrantes de lo mucho que han cambiado las cosas en la última década.
Procedo a enumerarles lo que llevo en mi Ipod color púrpura (16 gigas dan para mucho):
- Muchachito Bombo Infierno (discografía completa)
- Joaquín Sabina (Vinagre y rosas)
- Serge Gainsbourg (5 primeros discos)
- France Gall (varias canciones)
- Franco Battiato (un recopilatorio casero)
- La Dama se esconde (Armarios y camas y un Grandes éxitos)
- Françoise Hardy (canciones en inglés y el doble de Grandes éxitos en Vogue)
- Manolo García (Saldremos a la lluvia)
- The Jayhawks (Tomorrow the green grass)
- Brendan Benson (My old familiar friend)
- Jay jay johanson (Anthena)
- Harlan T. Bobo (Too much love)
- Richard Hawley (Coles Corner)
- Nacho Vegas (discografía completa)
- Burt Bacharach (triple recopilatorio)
- Renato Carosone (grandes éxitos)
- Delafé y las Flores azules (vs Las Trompetas de la Muerte)
- Cooper (Aeropuerto)
- Eli Paperboy Reed (Come and get it)
- Kitty Daisy and Lewis (Kitty Daisy and Lewis)
- Nicola di Bari (grandes éxitos)
- Julio Bustamante (Material volátil y Lluvia cascabel)
- Christina Rosenvinge (Que me parta un rayo)
- La Bien Querida (Cancionero)
- Grupo de expertos solynieve (Alegato Meridional)
- Loquillo (Los tiempos están cambiando y Rarezas)
- BSO Alicia en el país de las Maravillas (Disney), Los tres caballeros y Slumdog Millionaire
- Carmen Miranda (varios)
- She and Him (Volume One y Volume Two)
- Señor Chinarro
- Georgie Fame
- Recopilatorios VVAA: El soul es una droga, Yeyé a gogó, 30 años de Flor de Pasión, Chicas yeyé y 100% British Mod
- Bruno Lomas (grandes éxitos)
- Al Wilson
- Amy Winehouse (toda su discografía)
- Britney Spears (grandes éxitos)
- Mark Ronson
- The Ting Tings (We started nothing)
- Benjamin Biolay (La Superbe)
- Carla Bruni (Comme si de rien n’était)
- Duffy (Rockferry)
- April March
- Enrique Morente (Omega)
- Lola Flores (Grandes éxitos)
- Martirio (He visto color por sevillanas)
- Ash
- La Cabra Mecánica (Carne de canción)
- Bobby Darin (grandes éxitos)
- Dominique A (La musique)
- Francesco de Gregori (Rimmel)
- Gelu (grandes éxitos)
- Jacques Brel (grandes éxitos)
- Ramoncín (Al límite, vivo y salvaje)
- The Mary Onettes (toda la discografía)
- The Who (grandes éxitos)
- The Plain White T’s
- Canciones sueltas que me gustan: Gigliola Cinquetti, Juliette Gréco, Gnarls Barkley, Mando Diao, Brett Dennen, Josele Santiago, Raimon, Los Brincos, La Casa Azul, Love.
Y más cosillas que se me quedan en el tintero por el sistema de clasificación del Ipod. A esto súmenle en la sección “películas”, Los cuatros cocos, 27 videos de Françoise Hardy, unos cuantos de Sylvie Vartan, Jacques Dutronc, France Gall y Gainsbourg, un par de anuncios y 38 imitaciones de Martes y Trece; en la sección podcasts todos los “Cowboys de medianoche”, algún “Milenio 3”, “SER Consumidores”, “El guirigay”, “Flor de pasión” y Los conciertos de Radio 3 (Los Del Tonos, Josele Santiago y Loquillo); y en la sección “Fotos” un puñado de instantáneas personales cuyo contenido me reservo (sólo les diré que no hay presencia humana en ellas).
Les acabo de regalar un secreto con cierto grado de intimidad. ¿Les da esto una idea de mi perfil absolutamente caótico y descerebrado? ¿Les parece una concha de caracol extraña y pesada? ¿Qué llevan en su mp3, si es que tienen uno?
Para terminar bien la semana, les regalo también una de esas canciones “sueltas” que me gustan y que además huele a verano. La pillé al vuelo en una recomendación de Radio 3 cuando todavía iba en coche a trabajar y aprovechaba los semáforos para apuntarme cosas. Y el Ipod no había llegado a mi vida.
¿Recuerdan aquella campaña de compresas (me parece) llamada “el bolso de…”? En ella mujeres como Silke o Rossy de Palma mostraban el contenido de su bolso, dando a entender que somos lo que llevamos en este complemento. Cuando empecé mi actual y provisional etapa de trabajo tuve la oportunidad de conocer el contenido del Ipod de mi jefa, que se lo enumeraba a alguien supuestamente necesitado de ideas para llenar su reproductor. En su Ipod había música de Joaquín Sabina, Pereza, Mamá, los Jayhawks, un recopilatorio ochentero foráneo, Antonio Vega y más cosas que no recuerdo. ¿Qué conclusiones podemos extraer de este compendio de sonidos? ¿Qué perfil nos sugiere? Edad: entre 35-45; predilección por la música cantada en español; predilección por la movida y todo lo que suene a ella…
Creo firmemente que algunos somos lo que llevamos en nuestro mp3 (dejemos a un lado lo del Ipod, que algún día les comentaré por qué este aparatito me parece uno de los inventos más sobrevalorados del siglo). Yo me inicié con un reproductor mp3 de 2 gigas que me ha acompañado muchísimo, especialmente en el coche, y que me enseñó a afinar mucho el orden de prioridades debido a su reducida capacidad. Qué pongo, qué quito, de dónde saco 125 megas para meter este disco, es absolutamente imprescindible este otro… Por eso un día me pasé al Ipod y ya que estábamos, opté por una capacidad sobrada y es que para mí, amiguitos, estos dispositivos son una biblioteca ambulante o aún más, son como mi concha de caracol. En él tengo todo lo que necesito, audiovisualmente hablando; no sólo novedades o clásicos imprescindibles sino todos esos discos que en algún momento quiero escuchar porque me hacen feliz. Junto a descargas recientes en periodo de evaluación, cositas que durante un tiempo suenan a todas horas, discos que no están mal, otros que escuchas una vez y ya no vuelven a sonar… ya saben, la vida misma. La vida misma desde hace 10 años porque éste es para mí uno de los síntomas más flagrantes de lo mucho que han cambiado las cosas en la última década.
Procedo a enumerarles lo que llevo en mi Ipod color púrpura (16 gigas dan para mucho):
- Muchachito Bombo Infierno (discografía completa)
- Joaquín Sabina (Vinagre y rosas)
- Serge Gainsbourg (5 primeros discos)
- France Gall (varias canciones)
- Franco Battiato (un recopilatorio casero)
- La Dama se esconde (Armarios y camas y un Grandes éxitos)
- Françoise Hardy (canciones en inglés y el doble de Grandes éxitos en Vogue)
- Manolo García (Saldremos a la lluvia)
- The Jayhawks (Tomorrow the green grass)
- Brendan Benson (My old familiar friend)
- Jay jay johanson (Anthena)
- Harlan T. Bobo (Too much love)
- Richard Hawley (Coles Corner)
- Nacho Vegas (discografía completa)
- Burt Bacharach (triple recopilatorio)
- Renato Carosone (grandes éxitos)
- Delafé y las Flores azules (vs Las Trompetas de la Muerte)
- Cooper (Aeropuerto)
- Eli Paperboy Reed (Come and get it)
- Kitty Daisy and Lewis (Kitty Daisy and Lewis)
- Nicola di Bari (grandes éxitos)
- Julio Bustamante (Material volátil y Lluvia cascabel)
- Christina Rosenvinge (Que me parta un rayo)
- La Bien Querida (Cancionero)
- Grupo de expertos solynieve (Alegato Meridional)
- Loquillo (Los tiempos están cambiando y Rarezas)
- BSO Alicia en el país de las Maravillas (Disney), Los tres caballeros y Slumdog Millionaire
- Carmen Miranda (varios)
- She and Him (Volume One y Volume Two)
- Señor Chinarro
- Georgie Fame
- Recopilatorios VVAA: El soul es una droga, Yeyé a gogó, 30 años de Flor de Pasión, Chicas yeyé y 100% British Mod
- Bruno Lomas (grandes éxitos)
- Al Wilson
- Amy Winehouse (toda su discografía)
- Britney Spears (grandes éxitos)
- Mark Ronson
- The Ting Tings (We started nothing)
- Benjamin Biolay (La Superbe)
- Carla Bruni (Comme si de rien n’était)
- Duffy (Rockferry)
- April March
- Enrique Morente (Omega)
- Lola Flores (Grandes éxitos)
- Martirio (He visto color por sevillanas)
- Ash
- La Cabra Mecánica (Carne de canción)
- Bobby Darin (grandes éxitos)
- Dominique A (La musique)
- Francesco de Gregori (Rimmel)
- Gelu (grandes éxitos)
- Jacques Brel (grandes éxitos)
- Ramoncín (Al límite, vivo y salvaje)
- The Mary Onettes (toda la discografía)
- The Who (grandes éxitos)
- The Plain White T’s
- Canciones sueltas que me gustan: Gigliola Cinquetti, Juliette Gréco, Gnarls Barkley, Mando Diao, Brett Dennen, Josele Santiago, Raimon, Los Brincos, La Casa Azul, Love.
Y más cosillas que se me quedan en el tintero por el sistema de clasificación del Ipod. A esto súmenle en la sección “películas”, Los cuatros cocos, 27 videos de Françoise Hardy, unos cuantos de Sylvie Vartan, Jacques Dutronc, France Gall y Gainsbourg, un par de anuncios y 38 imitaciones de Martes y Trece; en la sección podcasts todos los “Cowboys de medianoche”, algún “Milenio 3”, “SER Consumidores”, “El guirigay”, “Flor de pasión” y Los conciertos de Radio 3 (Los Del Tonos, Josele Santiago y Loquillo); y en la sección “Fotos” un puñado de instantáneas personales cuyo contenido me reservo (sólo les diré que no hay presencia humana en ellas).
Les acabo de regalar un secreto con cierto grado de intimidad. ¿Les da esto una idea de mi perfil absolutamente caótico y descerebrado? ¿Les parece una concha de caracol extraña y pesada? ¿Qué llevan en su mp3, si es que tienen uno?
Para terminar bien la semana, les regalo también una de esas canciones “sueltas” que me gustan y que además huele a verano. La pillé al vuelo en una recomendación de Radio 3 cuando todavía iba en coche a trabajar y aprovechaba los semáforos para apuntarme cosas. Y el Ipod no había llegado a mi vida.
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