JOSELE SANTIAGO: BUONANOTTE FIORELLINO
La tristezza passerà domattina
El Negroni es el cóctel típico de Florencia: ginebra, martini y campari a partes iguales, con una rodaja de naranja y un poco de hielo. Al principio sorprende un poco y tira a agrio pero luego, como cantaba Cooper, el éxito es como beber licor, sienta bien aunque es amargo su sabor. Al segundo Negroni uno ya ve la vida de color Negroni, que es un tono anaranjado oscuro, con toques de rojo brillante, como un bitter kas a la mediterránea. Entonces das por buenas las caminatas de horas y horas por una ciudad sucia en la que el calor es insoportable. Te paras a reflexionar y todo lo que cabe en tu cabeza es belleza: una plaza llena de estatuas colosales, como un museo al aire libre; un río en el que se agolpan casitas de juguete; una catedral y sus alrededores que asustan de lo enormes que son ("¡yo nunca había visto una catedral de color verde!"); una impresionante colección de pinturas y esculturas; un concierto improvisado de un músico callejero (le perdonas aunque toque a Fito) en el atardecer del Ponte Vecchio...
Al segundo Negroni llegan también las risas y los momentos absurdos. Cuando le dices "Bye!" a tu casera y te contesta "¡Voy!"; cuando estrechas la mano de un desconocido con un efusivo "Ciaaaaaaaaaaao!" y eso que no sabes hablar italiano; cuando acabas haciéndote fotos con un camarero mejicano que no deja de inventarse bromas (probablemente para ganarse una propina que nunca existió); cuando dormitas en el banco de un museo junto a una japonesa viejecita que hace lo propio; cuando burlas la vigilancia para hacer una foto del trasero del David; cuando encuentras un busto de alguien con aires indies...
O cuando te paseas por un mercadillo nocturno y durante 5 o 6 puestos no puedes dejar de reir, sin emitir palabra inteligible alguna, y hasta llegar a coger unos consoladores de cerámica sin saber lo que son. Finalmente llegas a un puesto en el que surge un argentino que inicia una conversación más o menos lúcida, que de repente se arranca con un tango y tú, inexplicablemente, entonas Buonanotte Fiorellino y un coro de risas italianas al otro lado del puesto te sorprende e incluso parece que quiere seguirte... Pero a ti te brilla la mirada, llena de Negroni, porque tú estás cantando la versión que hace Josele Santiago de esta nana y eso, ya se sabe, es todo un mini-momento.
48 horas dan para mucho, si se saben aprovechar. :)
Josele Santiago: Buonanotte Fiorellino (Garabatos, 2006)
lunes, 25 de mayo de 2009
viernes, 22 de mayo de 2009
Bajo el sol de la Toscana
DEAN MARTIN: ON AN EVENING IN ROMA
Se han librado ustedes por pelos de una paparruchada propia de días rojos. En su lugar, me he puesto a pensar en música italiana para ilustrar el fin de semana que tengo por delante y me he dado cuenta de que no me gusta la música italiana. No tengo ningún cantante preferido, me parece que casi todos suenan igual y vienen a mi cabeza sólo temas sueltos, eso sí, preciosos.
Así que me he dejado llevar por el cine y he recordado esta maravilla que si bien no está entre mis 130 mp3 favoritos, sí digamos la tengo entre mis all time favs. En la voz de Dean Martin (que por momentos me gusta más que Sinatra) suena este On an evening in Roma, que creo recordar que estaba incluido en la banda sonora de Mickey Ojos Azules, un bodrio protagonizado por Hugh Grant cuyo tema central, éste, nos gustaba poner allá por el Pleistoceno, cuando hacíamos un programa de radio de música y cine. Yo robé este single de la emisora. Lo confieso y hago bien en expiar mi pecado porque era una emisora católica, en la que un cura siniestro y feo vino un día a echarme una charla sobre cómo locutar y ser profesional. Claro. Trabajando gratis, los sábados a las 9 de la mañana. Claaaaro, claro.
En fin, que me desvío. No me voy a Roma (que si lo hiciera ya les había plantado el Three coins in the fountain de Sinatra) pero como me voy a otra de las ciudades más bellas de Italia, voy a ir entrando en calor con esta preciosidad. No deja de maravillarme cómo la voz humana puede tener esa cadencia y esa elegancia, incluso cantando en un idioma extranjero. Y héte aquí que buscando imágenes de una película que nadie debe perderse para pasar un buen rato, Bajo el sol de la Toscana, me encuentro con un trailer en el que suena de refilón el bueno de Dean. Ya saben, la historia real de una americana que huye de todo y compra un palacete en la Toscana. Después de verla me compré el libro pero me resultó aburrido, es infinitamente más bonito ver las aventuras y desventuras de Diane Lane en pantalla. Y esos paisajes, esa casa... Todo será que no vuelva con una escritura de propiedad firmada.
Feliz fin de semana.
Se han librado ustedes por pelos de una paparruchada propia de días rojos. En su lugar, me he puesto a pensar en música italiana para ilustrar el fin de semana que tengo por delante y me he dado cuenta de que no me gusta la música italiana. No tengo ningún cantante preferido, me parece que casi todos suenan igual y vienen a mi cabeza sólo temas sueltos, eso sí, preciosos.
Así que me he dejado llevar por el cine y he recordado esta maravilla que si bien no está entre mis 130 mp3 favoritos, sí digamos la tengo entre mis all time favs. En la voz de Dean Martin (que por momentos me gusta más que Sinatra) suena este On an evening in Roma, que creo recordar que estaba incluido en la banda sonora de Mickey Ojos Azules, un bodrio protagonizado por Hugh Grant cuyo tema central, éste, nos gustaba poner allá por el Pleistoceno, cuando hacíamos un programa de radio de música y cine. Yo robé este single de la emisora. Lo confieso y hago bien en expiar mi pecado porque era una emisora católica, en la que un cura siniestro y feo vino un día a echarme una charla sobre cómo locutar y ser profesional. Claro. Trabajando gratis, los sábados a las 9 de la mañana. Claaaaro, claro.
En fin, que me desvío. No me voy a Roma (que si lo hiciera ya les había plantado el Three coins in the fountain de Sinatra) pero como me voy a otra de las ciudades más bellas de Italia, voy a ir entrando en calor con esta preciosidad. No deja de maravillarme cómo la voz humana puede tener esa cadencia y esa elegancia, incluso cantando en un idioma extranjero. Y héte aquí que buscando imágenes de una película que nadie debe perderse para pasar un buen rato, Bajo el sol de la Toscana, me encuentro con un trailer en el que suena de refilón el bueno de Dean. Ya saben, la historia real de una americana que huye de todo y compra un palacete en la Toscana. Después de verla me compré el libro pero me resultó aburrido, es infinitamente más bonito ver las aventuras y desventuras de Diane Lane en pantalla. Y esos paisajes, esa casa... Todo será que no vuelva con una escritura de propiedad firmada.
Feliz fin de semana.
miércoles, 20 de mayo de 2009
Joyitas sencillas
JOSH ROUSE: SLAVESHIP
Dios mío, yo no sabía lo que era el estrés ni el cansancio hasta este año... Rápidamente y por quitar el tono lúgubre de las últimas entradas, una de esas canciones que siempre siempre me ponen de buen humor y me dan ganas de bailar. Josh Rouse es un americano que vino a Valencia, se enamoró y se quedó y actualmente reside en la que fuera la primera casa de mis padres, donde yo viví apenas unos meses de mi vida. O eso me gusta pensar, que él vive allí. En cualquier caso, es ese tramo de la calle. :)
Rouse anda ya por su nosécuantos disco pero yo siempre me quedo con esta joya del Nashville que ya se ha convertido en un clásico y por supuesto está entre mis 130 imprescindibles. Perfecta. Sencilla. Divertida. Sin pretensiones.
Disfrútenla.
Dios mío, yo no sabía lo que era el estrés ni el cansancio hasta este año... Rápidamente y por quitar el tono lúgubre de las últimas entradas, una de esas canciones que siempre siempre me ponen de buen humor y me dan ganas de bailar. Josh Rouse es un americano que vino a Valencia, se enamoró y se quedó y actualmente reside en la que fuera la primera casa de mis padres, donde yo viví apenas unos meses de mi vida. O eso me gusta pensar, que él vive allí. En cualquier caso, es ese tramo de la calle. :)
Rouse anda ya por su nosécuantos disco pero yo siempre me quedo con esta joya del Nashville que ya se ha convertido en un clásico y por supuesto está entre mis 130 imprescindibles. Perfecta. Sencilla. Divertida. Sin pretensiones.
Disfrútenla.
domingo, 17 de mayo de 2009
Nueve años
LEONARDO FAVIO: ELLA YA ME OLVIDÓ
Hoy es 17 de mayo y toca escuchar a Leonardo Favio pero la verdad, no me apetece hablar. Voy a ahorrarles las parrafadas lacrimógenas y sentimentalmente obscenas de otros diecisietes de mayo. Además, a mi alrededor ya nadie lo recuerda y eso es significativo. No sé si es buena o mala señal pero me limitaré a poner al gran Favio y enmudeceré.
Esta canción habla de los recuerdos y de cómo no siempre podemos controlarlos. Ella ya me olvidó, yo no puedo olvidarla. Y van ya nueve años de recuerdos.
Hoy es 17 de mayo y toca escuchar a Leonardo Favio pero la verdad, no me apetece hablar. Voy a ahorrarles las parrafadas lacrimógenas y sentimentalmente obscenas de otros diecisietes de mayo. Además, a mi alrededor ya nadie lo recuerda y eso es significativo. No sé si es buena o mala señal pero me limitaré a poner al gran Favio y enmudeceré.
Esta canción habla de los recuerdos y de cómo no siempre podemos controlarlos. Ella ya me olvidó, yo no puedo olvidarla. Y van ya nueve años de recuerdos.
martes, 12 de mayo de 2009
Cómo hablar...
ANTONIO VEGA: NO ME IRÉ MAÑANA
Aún es pronto para envejecer
Ha muerto Antonio Vega. No quiero llorar. No quiero extenderme en datos biográficos porque estos días nos saturarán por todas partes. Y no quiero referirme a él como "ese chico triste y solitario", por motivos que luego conocerán. Ya lo harán otros estos días. Se me ha ido un compañero de viaje, alguien con cuyo mundo metafísico no llegué a conectar al 100% pero a quien de alguna manera adoraba, con el cariño que se tiene hacia los débiles, hacia los tímidos y hacia los que construyen un mundo interior en el que los sentimientos se rozan con la punta de los dedos. Sin frases grandilocuentes, sin grandes versos, así eran sus letras, frágiles como su voz y como él mismo.
Así que, con los datos que atropelladamente me vienen a la cabeza, quiero hablarles del padre putativo de este blog y empezaré confesando que detesto La chica de ayer, creo que se la ha sobrevalorado con los años, a rebufo de las estrategias de marketing que decidieron revitalizar la movida, y se la ha dotado de un significado del que carece. Mi primer contacto con Antonio Vega fue en 1991, con su primer lp en solitario, No me iré mañana, un canto al optimismo y a la luz, especialmente en el single Esperando nada: y pasó tanta gente que llegué a ver sombras en color; y creció a mi lado como un árbol toda una ilusión. Contenía enormes temas, como el que le daba título, Háblame a los ojos, o Lo mejor de nuestra vida, que me sigue conmoviendo hasta lo inimaginable, hablando en positivo de un amor roto (el amor que antes dolía transformado en superamistad entre los dos). Antonio todavía era un chico guapo y resurgía lleno de alegría. A mí me sonaban vagamente los ecos de su directo de despedida con Nacha Pop pero me entregué a sus canciones sin referencias, sin prejuicios, sin saber nada de su historia anterior.
Los primos Vega, Nacho y Antonio, procedían de familias madrileñas acomodadas y habían estudiado en el Liceo Francés de la capital. Pronto se unirían en una banda influida por los nuevos románticos y Antonio daría salida a sus excesos colgado de una aguja. Los Nacha Pop eran tan pijos como los Hombres G pero nunca llegaron a brillar tanto, con lo cual el público los acogió con más cariño, aunque sin llegar a entender muy bien sus canciones. Nacho era vitalista, energético y tiraba más a los estribillos fáciles, mientras que Antonio era todo introspección y cantaba más a las sensaciones.
Ya separados, Antonio conoció cierto éxito comercial con su primer lp pero tendría que llegar El sitio de mi recreo para marcar un hito en su trayectoria. Y curiosamente, aquella primera versión, incluida en un grandes éxitos improvisado, en forma de maqueta y sin producir, despertó la ira de su autor, que siempre renegaría de este lp y de la foto (un escorzo enfermizo) que se eligió para la portada. Por eso, cuando pudo hacer lo que le dio la gana, grabó "su" versión de El sitio de mi recreo, en el maravilloso Océano de sol. La canción está en la mente de toda una generación: donde nos llevó la imaginación, donde con los ojos cerrados se divisan infinitos campos. El hombre solo frente a sí mismo, buscando ese lugar en que no se cuela nadie más, entre recuerdos, imágenes y pensamientos. Eso es el sitio de mi recreo y yo nunca llegué a identificarme con esa canción, como tampoco lo había hecho con Una décima de segundo (su antecesora natural). A mí el Antonio místico se me queda grande y prefiero al que habla de calles, de hombres y mujeres y sugiere sentimientos, sin alegría pero sin pesimismo. Tan sutil como la lluvia que, ya lo dije en una ocasión, siempre parece caer en las canciones de Nacha Pop.
Para rematar la faena de la maqueta, poco después vendría el doble cd de versiones, famoso por su título: Ese chico triste y solitario. Obviamente, el puñado de artistas que allí se reunió quería ayudar económicamente al músico, pero Vega siempre rechazaría ese apelativo que se le quedó colgado y que hoy titulará la mayoría de las necrológicas sobre su persona. Parco en palabras, nunca se le vio especialmente agradecido por este tributo y lo cierto es que era una colección de despropósitos. Desde Ramoncín destrozando a grito pelado No se acaban las calles, Manolo Tena con un horrible tema propio "inspirado en Antonio", o gente que hoy ya ni existe. Destacaban, para mí, el Desordenada habitación a cargo de Tam Tam Go, Dos cables de alta tensión con los también míticos Mamá y, años después me daría cuenta, precisamente El sitio de mi recreo en la voz de Los Lunes, metiéndole guitarra y energías. Antonio Vega siempre dijo que ésa habría sido su interpretación del tema si hubiera seguido al frente de Nacha Pop.
En la carrera de Vega hay discos mejores y peores, pero ninguno es malo. Lo abandoné un tiempo y lo retomé con el espléndido Anatomía de una ola, en 1998, maravillándome con un lp en el que todas las canciones son geniales. En 2005 murió su última pareja, Marga, y por eso él le dedicaría 3.000 noches con Marga, una delaración póstuma de amor, ya sumido en una fuerte depresión. He visto a Antonio Vega sobre un escenario unas 4 o 5 veces y siempre me ha parecido que, aunque no tenía un directo de calidad, todos enmudecíamos al verlo porque parecía siempre a punto de quebrarse y respetábamos su fragilidad. La última vez que lo vi, en solitario, no despegó la cabeza de la guitarra y salí de allí pensando "no vuelvo", pero a la siguiente ocasión, con motivo de la fallida reunión de Nacha Pop, se me quedó un regusto de amargura y tristeza. Prefiero recordarlo firmando trabajos pluscuamperfectos como El momento o Dibujos animados, o todos los que hizo en solitario, así como sus numerosas versiones y colaboraciones con otros. Especialmente emotivas la versión de Serrat, Romance de Curro el Palmo y el dúo con Eva Amaral, Cómo hablar. ¿Quién necesita a La chica de ayer?
Últimamente estoy releyendo un libro sobre toxicomanía y centros de rehabilitación y recuerdo ahora la frase con la que la enfermera concluye las sesiones de psicoterapia: "recordad que aunque no hayais tenido una infancia desgraciada o un matrimonio horrible, también podeis ser alcohólicos o drogadictos". Supongo que me viene a la cabeza la frágil estampa de Antonio Vega, heroinómano y enganchado durante años a la metadona, siempre tan deteriorado que ya pensábamos que se mantendría con ese aspecto. Y la verdad, cuando he pensado hoy en él sólo me ha pasado por la mente una de mis canciones favoritas de Nacha Pop, Desordenada habitación, un ejemplo de cómo utilizar lo cotidiano para hablar de lo sublime, sin resultar brillante o elocuente en exceso. Actores sin guión, un mundo teatral, canción sin hora de empezar. Deja el frío y entra en calor, y lo oscuro deje paso al color. No me canso nunca de hablar porque vivo en el silencio más total..
Hoy correré a escuchar todos mis discos. Creo que hacía tiempo que no sentía tanto la muerte de un músico.
Nacha Pop: Desordenada habitación (El momento, 1987)
Y, porque sigue siendo mi disco favorito, Antonio Vega en todo su esplendor con Háblame a los ojos (No me iré mañana, 1991). No he encontrado canción ni video del tema que titula el lp pero me quedo con una frase para el futuro:
MIRAR ESTE MUNDO EN PAZ Y NUNCA DE REOJO MÁS.
Aún es pronto para envejecer
Ha muerto Antonio Vega. No quiero llorar. No quiero extenderme en datos biográficos porque estos días nos saturarán por todas partes. Y no quiero referirme a él como "ese chico triste y solitario", por motivos que luego conocerán. Ya lo harán otros estos días. Se me ha ido un compañero de viaje, alguien con cuyo mundo metafísico no llegué a conectar al 100% pero a quien de alguna manera adoraba, con el cariño que se tiene hacia los débiles, hacia los tímidos y hacia los que construyen un mundo interior en el que los sentimientos se rozan con la punta de los dedos. Sin frases grandilocuentes, sin grandes versos, así eran sus letras, frágiles como su voz y como él mismo.
Así que, con los datos que atropelladamente me vienen a la cabeza, quiero hablarles del padre putativo de este blog y empezaré confesando que detesto La chica de ayer, creo que se la ha sobrevalorado con los años, a rebufo de las estrategias de marketing que decidieron revitalizar la movida, y se la ha dotado de un significado del que carece. Mi primer contacto con Antonio Vega fue en 1991, con su primer lp en solitario, No me iré mañana, un canto al optimismo y a la luz, especialmente en el single Esperando nada: y pasó tanta gente que llegué a ver sombras en color; y creció a mi lado como un árbol toda una ilusión. Contenía enormes temas, como el que le daba título, Háblame a los ojos, o Lo mejor de nuestra vida, que me sigue conmoviendo hasta lo inimaginable, hablando en positivo de un amor roto (el amor que antes dolía transformado en superamistad entre los dos). Antonio todavía era un chico guapo y resurgía lleno de alegría. A mí me sonaban vagamente los ecos de su directo de despedida con Nacha Pop pero me entregué a sus canciones sin referencias, sin prejuicios, sin saber nada de su historia anterior.
Los primos Vega, Nacho y Antonio, procedían de familias madrileñas acomodadas y habían estudiado en el Liceo Francés de la capital. Pronto se unirían en una banda influida por los nuevos románticos y Antonio daría salida a sus excesos colgado de una aguja. Los Nacha Pop eran tan pijos como los Hombres G pero nunca llegaron a brillar tanto, con lo cual el público los acogió con más cariño, aunque sin llegar a entender muy bien sus canciones. Nacho era vitalista, energético y tiraba más a los estribillos fáciles, mientras que Antonio era todo introspección y cantaba más a las sensaciones.
Ya separados, Antonio conoció cierto éxito comercial con su primer lp pero tendría que llegar El sitio de mi recreo para marcar un hito en su trayectoria. Y curiosamente, aquella primera versión, incluida en un grandes éxitos improvisado, en forma de maqueta y sin producir, despertó la ira de su autor, que siempre renegaría de este lp y de la foto (un escorzo enfermizo) que se eligió para la portada. Por eso, cuando pudo hacer lo que le dio la gana, grabó "su" versión de El sitio de mi recreo, en el maravilloso Océano de sol. La canción está en la mente de toda una generación: donde nos llevó la imaginación, donde con los ojos cerrados se divisan infinitos campos. El hombre solo frente a sí mismo, buscando ese lugar en que no se cuela nadie más, entre recuerdos, imágenes y pensamientos. Eso es el sitio de mi recreo y yo nunca llegué a identificarme con esa canción, como tampoco lo había hecho con Una décima de segundo (su antecesora natural). A mí el Antonio místico se me queda grande y prefiero al que habla de calles, de hombres y mujeres y sugiere sentimientos, sin alegría pero sin pesimismo. Tan sutil como la lluvia que, ya lo dije en una ocasión, siempre parece caer en las canciones de Nacha Pop.
Para rematar la faena de la maqueta, poco después vendría el doble cd de versiones, famoso por su título: Ese chico triste y solitario. Obviamente, el puñado de artistas que allí se reunió quería ayudar económicamente al músico, pero Vega siempre rechazaría ese apelativo que se le quedó colgado y que hoy titulará la mayoría de las necrológicas sobre su persona. Parco en palabras, nunca se le vio especialmente agradecido por este tributo y lo cierto es que era una colección de despropósitos. Desde Ramoncín destrozando a grito pelado No se acaban las calles, Manolo Tena con un horrible tema propio "inspirado en Antonio", o gente que hoy ya ni existe. Destacaban, para mí, el Desordenada habitación a cargo de Tam Tam Go, Dos cables de alta tensión con los también míticos Mamá y, años después me daría cuenta, precisamente El sitio de mi recreo en la voz de Los Lunes, metiéndole guitarra y energías. Antonio Vega siempre dijo que ésa habría sido su interpretación del tema si hubiera seguido al frente de Nacha Pop.
En la carrera de Vega hay discos mejores y peores, pero ninguno es malo. Lo abandoné un tiempo y lo retomé con el espléndido Anatomía de una ola, en 1998, maravillándome con un lp en el que todas las canciones son geniales. En 2005 murió su última pareja, Marga, y por eso él le dedicaría 3.000 noches con Marga, una delaración póstuma de amor, ya sumido en una fuerte depresión. He visto a Antonio Vega sobre un escenario unas 4 o 5 veces y siempre me ha parecido que, aunque no tenía un directo de calidad, todos enmudecíamos al verlo porque parecía siempre a punto de quebrarse y respetábamos su fragilidad. La última vez que lo vi, en solitario, no despegó la cabeza de la guitarra y salí de allí pensando "no vuelvo", pero a la siguiente ocasión, con motivo de la fallida reunión de Nacha Pop, se me quedó un regusto de amargura y tristeza. Prefiero recordarlo firmando trabajos pluscuamperfectos como El momento o Dibujos animados, o todos los que hizo en solitario, así como sus numerosas versiones y colaboraciones con otros. Especialmente emotivas la versión de Serrat, Romance de Curro el Palmo y el dúo con Eva Amaral, Cómo hablar. ¿Quién necesita a La chica de ayer?
Últimamente estoy releyendo un libro sobre toxicomanía y centros de rehabilitación y recuerdo ahora la frase con la que la enfermera concluye las sesiones de psicoterapia: "recordad que aunque no hayais tenido una infancia desgraciada o un matrimonio horrible, también podeis ser alcohólicos o drogadictos". Supongo que me viene a la cabeza la frágil estampa de Antonio Vega, heroinómano y enganchado durante años a la metadona, siempre tan deteriorado que ya pensábamos que se mantendría con ese aspecto. Y la verdad, cuando he pensado hoy en él sólo me ha pasado por la mente una de mis canciones favoritas de Nacha Pop, Desordenada habitación, un ejemplo de cómo utilizar lo cotidiano para hablar de lo sublime, sin resultar brillante o elocuente en exceso. Actores sin guión, un mundo teatral, canción sin hora de empezar. Deja el frío y entra en calor, y lo oscuro deje paso al color. No me canso nunca de hablar porque vivo en el silencio más total..
Hoy correré a escuchar todos mis discos. Creo que hacía tiempo que no sentía tanto la muerte de un músico.
Nacha Pop: Desordenada habitación (El momento, 1987)
Y, porque sigue siendo mi disco favorito, Antonio Vega en todo su esplendor con Háblame a los ojos (No me iré mañana, 1991). No he encontrado canción ni video del tema que titula el lp pero me quedo con una frase para el futuro:
MIRAR ESTE MUNDO EN PAZ Y NUNCA DE REOJO MÁS.
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viernes, 8 de mayo de 2009
Una dama escondida
LA DAMA SE ESCONDE: LA TIERRA DE LOS SUEÑOS
Y decirte al oído un deseo secreto
Una de las pocas ventajas que tiene esto de hacerte mayor es, musicalmente hablando, que adquieres "criterio" y aprecias grupos y canciones que hace años te ponían los pelos de punta. De la misma manera que reivindico la inocencia y la ausencia de prejuicios para acercarse a la música, no puedo dejar de admitir que siento placer cuando descubro un disco emocionante, que tiempo atrás jamás habría escuchado. Me entristece pensar que desaproveché los años "dorados" del grupo pero me alegra saber que todavía me queda mucho por descubrir y compruebo que las cosas buenas permanecen y son intemporales (¿teoría existencialista #653?).
El caso es que últimamente rindo pleitesía a La Dama se esconde, unos donostiarras que conocieron su momento de gloria cuando yo me escandalizaba ante su estética thecuriana y prefería sonidos más, digamos, fáciles. La hermana mayor de mi mejor amiga en el colegio nos pasaba cassetes de los que absorbíamos mucho pero descartábamos otro tanto (Jesus and Mary Chain, los mencionados The Cure... juventud, divino tesoro). Y recuerdo que me grabé un lp de LDSE pero nunca jamás llegué a escucharlo.
Hace un tiempo cayó en mis manos esta canción. Y héte aquí que me la sabía de memoria, y es que la radio en el trayecto del autobús escolar tiene mucho que ver con mis conocimientos musicales (y mi memoria para almacenar letras). Sonó La tierra de los sueños y empecé a cantarla de pe a pa y me vi con 12 o 15 años sentada en el apoyabrazos del asiento, con un futuro por delante que entonces me parecía lleno de luz. E inmediatamente me vino a la cabeza Capturado ("no me gustan pero esa canción se me ha quedado", decía yo por aquel entonces) y como un trabalenguas pronuncié a toda velocidad eso de puedes ver que un laberinto construido con amor es tan profundo que una noche sin calor es como un lago seco [...] corre y ven a descubrir si capturado estoy por ti o es que la luna ha vuelto loco al corazón"...
Así que decidí hacerme con un recopilatorio de LDSE y lo que viene después ya es leyenda... Algún responsable de marketing superdotado inventó eso de "conoces más canciones de XXX de las que crees", pudiendo cambiar la incógnita por el nombre infinidad de grupos. Y en mi caso, me sorprendí vibrando con Coge el viento. Otro día en la radio del baro, lo juro, sonó Cuatro direcciones y la canté. Y esta mañana en el mp3 de repente me he quedado noqueada con ¡boca con boca! ¡camino del alba!. Ayer puse La tierra de los sueños en mi ordenador y de repente éramos tres personas fascinadas alrededor de mi mesa, tarareando y recordando los mejores momentos de LDSE.
Me he sumergido en el mundo de LDSE y me encuentro con letras que hablan de un amor idealizado, de un universo de princesas, de amantes que se esconden en castillos y de noches llenas de luna que marcan los pasos a seguir. Ni rastro de tristeza. Sólo ilusiones, cuentos, leyendas, que ya se sabe que la parte irreal es imposible de determinar y ahí reside su encanto. Y aunque me resulta difícil decidirme, supongo que empezaré por La tierra de los sueños porque suena incesantemente en mi coche desde hace días, con el repeat accionado.
Por una dama que ha permanecido demasiado tiempo escondida, feliz viernes. :)
La Dama se esconde: La tierra de los sueños
(La tierra de los sueños, 1987)
Y decirte al oído un deseo secreto
Una de las pocas ventajas que tiene esto de hacerte mayor es, musicalmente hablando, que adquieres "criterio" y aprecias grupos y canciones que hace años te ponían los pelos de punta. De la misma manera que reivindico la inocencia y la ausencia de prejuicios para acercarse a la música, no puedo dejar de admitir que siento placer cuando descubro un disco emocionante, que tiempo atrás jamás habría escuchado. Me entristece pensar que desaproveché los años "dorados" del grupo pero me alegra saber que todavía me queda mucho por descubrir y compruebo que las cosas buenas permanecen y son intemporales (¿teoría existencialista #653?).
El caso es que últimamente rindo pleitesía a La Dama se esconde, unos donostiarras que conocieron su momento de gloria cuando yo me escandalizaba ante su estética thecuriana y prefería sonidos más, digamos, fáciles. La hermana mayor de mi mejor amiga en el colegio nos pasaba cassetes de los que absorbíamos mucho pero descartábamos otro tanto (Jesus and Mary Chain, los mencionados The Cure... juventud, divino tesoro). Y recuerdo que me grabé un lp de LDSE pero nunca jamás llegué a escucharlo.
Hace un tiempo cayó en mis manos esta canción. Y héte aquí que me la sabía de memoria, y es que la radio en el trayecto del autobús escolar tiene mucho que ver con mis conocimientos musicales (y mi memoria para almacenar letras). Sonó La tierra de los sueños y empecé a cantarla de pe a pa y me vi con 12 o 15 años sentada en el apoyabrazos del asiento, con un futuro por delante que entonces me parecía lleno de luz. E inmediatamente me vino a la cabeza Capturado ("no me gustan pero esa canción se me ha quedado", decía yo por aquel entonces) y como un trabalenguas pronuncié a toda velocidad eso de puedes ver que un laberinto construido con amor es tan profundo que una noche sin calor es como un lago seco [...] corre y ven a descubrir si capturado estoy por ti o es que la luna ha vuelto loco al corazón"...
Así que decidí hacerme con un recopilatorio de LDSE y lo que viene después ya es leyenda... Algún responsable de marketing superdotado inventó eso de "conoces más canciones de XXX de las que crees", pudiendo cambiar la incógnita por el nombre infinidad de grupos. Y en mi caso, me sorprendí vibrando con Coge el viento. Otro día en la radio del baro, lo juro, sonó Cuatro direcciones y la canté. Y esta mañana en el mp3 de repente me he quedado noqueada con ¡boca con boca! ¡camino del alba!. Ayer puse La tierra de los sueños en mi ordenador y de repente éramos tres personas fascinadas alrededor de mi mesa, tarareando y recordando los mejores momentos de LDSE.
Me he sumergido en el mundo de LDSE y me encuentro con letras que hablan de un amor idealizado, de un universo de princesas, de amantes que se esconden en castillos y de noches llenas de luna que marcan los pasos a seguir. Ni rastro de tristeza. Sólo ilusiones, cuentos, leyendas, que ya se sabe que la parte irreal es imposible de determinar y ahí reside su encanto. Y aunque me resulta difícil decidirme, supongo que empezaré por La tierra de los sueños porque suena incesantemente en mi coche desde hace días, con el repeat accionado.
Por una dama que ha permanecido demasiado tiempo escondida, feliz viernes. :)
La Dama se esconde: La tierra de los sueños
(La tierra de los sueños, 1987)
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miércoles, 6 de mayo de 2009
¡Extracto de pollo en lata!
LOS CANARIOS: GET ON YOUR KNEES
Resulta que la SGAE, cuya cabeza visible es Teddy Bautista, ha vuelto a dar muestras de su voracidad recaudando (y a titular publicado devolviendo) el porcentaje correspondiente por una actuación benéfica a cargo de David Bisbal, que dio un concierto sin cobrar para reunir fondos para un niño aquejado de una extraña enfermedad. Como a veces el fin justifica los medios, pasaremos por alto que la sesgadísima noticia, el titular, el editorial y todo lo que ha rodeado este hecho están teñidos de la demagogia más absoluta. Pero eso es harina de otro costal, otro día ya ahondaremos en lo que nos lleva a ser pelín cínicos con el tema de la SGAE, la piratería y el canon.
Resulta que una (otra más) fallida comedia española que se estrenó en Semana Santa, El final del camino incluía otro temazo de Los Canarios del que ya hablamos aquí hace un tiempo, el genial Free yourself.
Resulta que todos los miércoles permanezco diez minutos en una sala de espera en la que la única lectura interesante es un especial publicado en El País Semanal sobre las 100 mejores canciones de la historia, o algo así, votadas por infinidad de músicos españoles. Resulta que alguien ha tenido dos dedos de frente y ha incluido el Get on your knees y en el texto del reportaje el periodista apunta la necesidad de dar a conocer el nombre de Teddy Bautista a las nuevas generaciones, por aquello de que hubo un tiempo en el que nos regalaba canciones increíbles, antes de entrar de lleno en la burocracia carroñera.
Así que, en un acto divulgativo y pedagógico sin precedentes, les contaremos sucintamente quién era este señor antes de ponerse al frente de la SGAE y por qué hemos de rendirle pleitesía a diario, especialmente los que amamos el sonido sixties. Tirando de Wikipedia, descubrimos que el grupo comenzó llamándose Los Ídolos, para rebautizarse como The Canaries (en un guiño a su origen isleño) tras el viaje a Estados Unidos en el que grabarían un primer EP. Constituidos ya como Los Canarios, publican una serie de singles fuertemente influidos por el soul entre los que destaca Get on your knees, canción del verano en 1968, grabado en Londres. Sobre esta canción se ha escrito mucho, obviamente lo primero que llama la atención es la provocación que encierra su letra: lo has hecho mal así que escucha mi canción si quieres salvar tu amor, ponte de rodillas, nena, y reza por tu amor. A nadie se le escapa que estamos ante una felación en toda regla, repetida como el estribillo hasta la saciedad. Pero como en España no se hablaba mucho inglés, supongo que pasó desapercibido el verdadero mensaje.
Por otra parte, alrededor de esta canción surgió una absurda leyenda urbana que caló hondo entre el público de la época, una vez más analfabeto en la lengua de Shakespeare. En el minuto 2.08 (comprúebenlo) de la canción, Teddy Bautista pronuncia la siguiente frase: "it's gotta be for your love", o si lo prefieren, "is gatubi for yor lov", lo que para los españolitos del momento, inexplicablemente, se convirtió en "¡extracto de pollo en lata!". Y lo repitieron como esas consignas satánicas que se supone que suenan en algunos lps escuchados del revés o cual leyenda urbana de Paul Mccartney muerto, presuntamente proclamada en los coros del Helter Skelter. La frase quedó tan grabada en la opinión pública que, despojada de todo sentido si es que alguna vez lo tuvo, se convirtió en una consigna de rebeldía proclamada en manifestaciones estudiantiles. ¿No les APASIONA esta historia? Me resulta fascinante pensar en cómo se llega a una frase tan surreal como "extracto de pollo en lata" y con qué cara alguien grita esas palabras en una revuelta juvenil, pretendiendo reivindicar algo. ¡Extracto de pollo en lata!
Ya en los 70 Los Canarios se dejan influir por el hippismo y posteriormente por el rock sinfónico, al gusto de la época. En el 70 publicarían el Free yourself y para mediados de la década, la cosa ya había perdido su gracia.
De manera que éste es Eduardo "Teddy" Bautista, el vocalista (no sé si compositor) de enormes canciones al que ahora vemos jubilado en músico avaricioso con, no seamos injustos, un pequeño porcentaje de buenos motivos. La duda es si ese porcentaje es el 10% que recaudaron en el concierto benéfico o mucho menos...
Porque esta canción es increíble, porque muevo las caderas y deslizo automáticamente en cuanto la escucho, porque se ha reivindicado incluso en recopilaciones foráneas de northern soul y porque la SGAE es un monstruito que cada vez pide más, sólo me queda gritar una cosa: ¡Extracto de pollo en lata! ¡Extracto de pollo en lata! ¡Extracto de pollo en lata! ¡Extracto de pollo en lata! ¡Extracto de pollo en lata! ¡Extracto de pollo en lata! ¡Extracto de pollo en lata! ¡Extracto de pollo en lata! ¡Extracto de pollo en lata!
Aquí pueden descubrir la consigna oculta:
Y aquí, una actuación en el histórico "Qué noche la de aquel año". Me sobran los coros negroides femeninos y Teddy estaba mayor, pero el que tuvo, retuvo.
Resulta que la SGAE, cuya cabeza visible es Teddy Bautista, ha vuelto a dar muestras de su voracidad recaudando (y a titular publicado devolviendo) el porcentaje correspondiente por una actuación benéfica a cargo de David Bisbal, que dio un concierto sin cobrar para reunir fondos para un niño aquejado de una extraña enfermedad. Como a veces el fin justifica los medios, pasaremos por alto que la sesgadísima noticia, el titular, el editorial y todo lo que ha rodeado este hecho están teñidos de la demagogia más absoluta. Pero eso es harina de otro costal, otro día ya ahondaremos en lo que nos lleva a ser pelín cínicos con el tema de la SGAE, la piratería y el canon.
Resulta que una (otra más) fallida comedia española que se estrenó en Semana Santa, El final del camino incluía otro temazo de Los Canarios del que ya hablamos aquí hace un tiempo, el genial Free yourself.
Resulta que todos los miércoles permanezco diez minutos en una sala de espera en la que la única lectura interesante es un especial publicado en El País Semanal sobre las 100 mejores canciones de la historia, o algo así, votadas por infinidad de músicos españoles. Resulta que alguien ha tenido dos dedos de frente y ha incluido el Get on your knees y en el texto del reportaje el periodista apunta la necesidad de dar a conocer el nombre de Teddy Bautista a las nuevas generaciones, por aquello de que hubo un tiempo en el que nos regalaba canciones increíbles, antes de entrar de lleno en la burocracia carroñera.
Así que, en un acto divulgativo y pedagógico sin precedentes, les contaremos sucintamente quién era este señor antes de ponerse al frente de la SGAE y por qué hemos de rendirle pleitesía a diario, especialmente los que amamos el sonido sixties. Tirando de Wikipedia, descubrimos que el grupo comenzó llamándose Los Ídolos, para rebautizarse como The Canaries (en un guiño a su origen isleño) tras el viaje a Estados Unidos en el que grabarían un primer EP. Constituidos ya como Los Canarios, publican una serie de singles fuertemente influidos por el soul entre los que destaca Get on your knees, canción del verano en 1968, grabado en Londres. Sobre esta canción se ha escrito mucho, obviamente lo primero que llama la atención es la provocación que encierra su letra: lo has hecho mal así que escucha mi canción si quieres salvar tu amor, ponte de rodillas, nena, y reza por tu amor. A nadie se le escapa que estamos ante una felación en toda regla, repetida como el estribillo hasta la saciedad. Pero como en España no se hablaba mucho inglés, supongo que pasó desapercibido el verdadero mensaje.
Por otra parte, alrededor de esta canción surgió una absurda leyenda urbana que caló hondo entre el público de la época, una vez más analfabeto en la lengua de Shakespeare. En el minuto 2.08 (comprúebenlo) de la canción, Teddy Bautista pronuncia la siguiente frase: "it's gotta be for your love", o si lo prefieren, "is gatubi for yor lov", lo que para los españolitos del momento, inexplicablemente, se convirtió en "¡extracto de pollo en lata!". Y lo repitieron como esas consignas satánicas que se supone que suenan en algunos lps escuchados del revés o cual leyenda urbana de Paul Mccartney muerto, presuntamente proclamada en los coros del Helter Skelter. La frase quedó tan grabada en la opinión pública que, despojada de todo sentido si es que alguna vez lo tuvo, se convirtió en una consigna de rebeldía proclamada en manifestaciones estudiantiles. ¿No les APASIONA esta historia? Me resulta fascinante pensar en cómo se llega a una frase tan surreal como "extracto de pollo en lata" y con qué cara alguien grita esas palabras en una revuelta juvenil, pretendiendo reivindicar algo. ¡Extracto de pollo en lata!
Ya en los 70 Los Canarios se dejan influir por el hippismo y posteriormente por el rock sinfónico, al gusto de la época. En el 70 publicarían el Free yourself y para mediados de la década, la cosa ya había perdido su gracia.
De manera que éste es Eduardo "Teddy" Bautista, el vocalista (no sé si compositor) de enormes canciones al que ahora vemos jubilado en músico avaricioso con, no seamos injustos, un pequeño porcentaje de buenos motivos. La duda es si ese porcentaje es el 10% que recaudaron en el concierto benéfico o mucho menos...
Porque esta canción es increíble, porque muevo las caderas y deslizo automáticamente en cuanto la escucho, porque se ha reivindicado incluso en recopilaciones foráneas de northern soul y porque la SGAE es un monstruito que cada vez pide más, sólo me queda gritar una cosa: ¡Extracto de pollo en lata! ¡Extracto de pollo en lata! ¡Extracto de pollo en lata! ¡Extracto de pollo en lata! ¡Extracto de pollo en lata! ¡Extracto de pollo en lata! ¡Extracto de pollo en lata! ¡Extracto de pollo en lata! ¡Extracto de pollo en lata!
Aquí pueden descubrir la consigna oculta:
Y aquí, una actuación en el histórico "Qué noche la de aquel año". Me sobran los coros negroides femeninos y Teddy estaba mayor, pero el que tuvo, retuvo.
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